El 3 de marzo, el presidente Joe Biden argumentó que los gobernadores de Texas y Mississippi cometieron un error al flexibilizar las restricciones relacionadas con el COVID-19 el día anterior, como los mandatos de uso de mascarillas.
«Creo que es un gran error», dijo Biden a los periodistas en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington.
Biden dijo que las mascarillas marcan la diferencia durante la pandemia por COVID-19. Además dijo que la nación está avanzando con las vacunas, sin embargo “lo último que necesitamos es que los neandertales piensen que mientras tanto, todo está bien, quítese la mascarilla y olvídese”.
Como lo ha hecho varias veces últimamente, Biden hizo referencia a una tarjeta que lleva consigo que tiene la cantidad de estadounidenses cuyas muertes han involucrado COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
“Hasta ayer, habíamos perdido 511,874 estadounidenses. Vamos a perder miles más (…) No tendremos vacunados a todos hasta algún momento del verano. Tenemos la vacuna para hacerlo. Que alguien reciba una dosis en el brazo y la segunda dosis, va a tomar tiempo. Y es fundamental, crítico, crítico, crítico que sigan la ciencia. Lávese las manos con agua caliente. Hágalo con frecuencia, use una mascarilla y manténgase socialmente distanciado. Y sé que todos saben que me gustaría que algunos de nuestros funcionarios electos lo supieran”, agregó.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el martes que poner fin al mandato de uso de mascarilla en todo el estado se debió a múltiples factores, entre ellos los avances en vacunas y terapias para COVID-19.
“Texas tiene ahora las herramientas para proteger a los tejanos del virus. Ahora debemos hacer más para restaurar las actividades económicas y la normalidad de los tejanos abriendo Texas al 100 por ciento”, dijo el republicano en un restaurante en Lubbock.
El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, también del Partido Republicano, anunció poco después que el estado levantaría todos los mandatos de uso mascarillas y permitiría que las empresas reabrieran completamente.
“Nuestras hospitalizaciones y el número de casos se ha desplomado, y la vacuna se está distribuyendo rápidamente. ¡Es el momento!», escribió en un tuit.
Los casos de COVID-19, las hospitalizaciones y las muertes han descendido drásticamente en Estados Unidos en las últimas semanas. Algunos dicen que eso significa que las restricciones deberían aflojarse o eliminarse, sin embargo otros argumentan que la gente debería actuar con cautela para evitar un repunte.
«Creo que nosotros, en los CDC, hemos sido muy claros en que ahora no es el momento de eliminar todas las restricciones», dijo la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky, a los periodistas en una sesión informativa virtual el miércoles.
“También señalaré que, ya sabe, cada individuo tiene—está facultado para hacer lo correcto aquí, independientemente de lo que decidan los estados para la salud personal, la salud pública, la salud de sus seres queridos y las comunidades. Aún así, alentaría a las personas a usar mascarillas, a distanciarse socialmente y a hacer lo correcto para proteger su propia salud».
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