El presidente Joe Biden viajará el viernes a Allentown, una histórica ciudad siderúrgica de Pensilvania, donde se reunirá con propietarios de pequeñas empresas y promoverá su plan económico. Esta visita supone su segundo viaje a Pensilvania en apenas una semana.
El momento de este viaje es crucial, dado que el presidente Biden anunció que las fuerzas armadas estadounidenses y británicas llevaron a cabo ataques aéreos contra los rebeldes Houthi respaldados por Irán en Yemen el jueves por la noche.
Allentown, la tercera ciudad más grande de Pensilvania, tiende a votar a los demócratas; sin embargo, está situada en el valle de Lehigh, una región indecisa esencial para la carrera del presidente Biden en 2024. Este será su segundo viaje a la región desde que asumió el cargo.
En Allentown, el presidente destacará los efectos positivos de Bidenomics y su programa Investing in America, como el aumento de las inversiones, la creación de empleo y los salarios, según la Casa Blanca. También se espera que promocione el auge de las pequeñas empresas en Estados Unidos.
La Casa Blanca celebró el 11 de enero el récord de solicitudes de apertura de nuevas empresas —casi 16 millones— presentadas durante los tres primeros años de la presidencia de Biden.
«Este auge de la pequeña empresa no fue un accidente, sino el resultado de la estrategia de mi administración para apoyar a los empresarios, ayudar a las pequeñas empresas a acceder a los recursos que necesitan para prosperar y promover la competencia para nivelar el terreno de juego», dijo el Presidente Biden en un comunicado.
Durante mucho tiempo, Lehigh Valley fue el principal productor mundial de acero y otros productos industriales pesados. Allentown, sin embargo, se vio duramente afectada por la pandemia. Según la Casa Blanca, las políticas económicas del ex presidente Donald Trump fueron las principales responsables de que la ciudad perdiera 23,000 empleos en el sector manufacturero durante ese periodo.
Antes del viaje, la Casa Blanca publicó una hoja informativa en la que afirmaba que la ciudad siderúrgica sufrió los efectos de la «fallida economía del goteo».
El presidente se atribuyó el mérito de la recuperación económica de la ciudad y su «crecimiento histórico del empleo».
Pensilvania es un estado de batalla crucial, y un nuevo sondeo reveló que el presidente Biden y el ex presidente, favorito para la nominación republicana en 2024, van codo con codo en un hipotético enfrentamiento en las elecciones generales del 2024.
Una encuesta reciente de la Universidad Quinnipiac, publicada el 10 de enero, mostró que el 49 por ciento de los votantes registrados en Pensilvania apoyan al presidente Biden, mientras que el 46 por ciento respaldan al ex presidente Trump. Es la primera vez en Pensilvania que el presidente Biden tiene una ligera ventaja sobre su rival en las próximas elecciones.
En las elecciones generales del 2016, Trump derrotó por un estrecho margen de 0,72 por ciento a Hillary Clinton en el estado. Sin embargo, en 2020, Biden recuperó el estado con un margen igualmente ajustado del 1,17 por ciento.
Según la Casa Blanca, el presidente Biden visitará pequeñas empresas en Allentown, que se encuentran en regiones desatendidas.
«Desde que el Presidente asumió el cargo, se crearon 32,000 puestos de trabajo en Allentown, y la tasa de desempleo bajó del 6,4 por ciento al 3,9 por ciento», declaró Lael Brainard, directora del Consejo Económico Nacional, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca el 11 de enero.
«Y en un signo especialmente fuerte de esperanza y confianza, se presentaron 4000 solicitudes para abrir negocios en Allentown en sólo tres años», añadió.
La semana pasada, el presidente Biden pronunció un mordaz discurso cerca de Valley Forge (Pensilvania), en el que calificó al ex presidente de amenaza para la democracia.
Durante su discurso del 5 de enero, el Presidente Biden estableció un paralelismo entre lo que denominó su lucha por la «preservación de la democracia estadounidense» y la «causa sagrada» de George Washington durante la lucha por la independencia de Estados Unidos hace casi 250 años.
Pronunció un discurso de campaña similar el 8 de enero en una histórica iglesia negra de Charleston (Carolina del Sur), donde condenó la «supremacía blanca» y los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
Dijo: «La verdad está siendo atacada en Estados Unidos. Como consecuencia, también nuestra libertad, nuestra democracia y nuestro propio país, porque sin la verdad, no hay luz. Sin luz, no hay camino para salir de esta oscuridad».
La campaña de Trump emitió un memorando en respuesta la semana pasada, afirmando que el actual presidente es una amenaza mayor para la democracia estadounidense.
«Por favor, no se equivoquen: Joe Biden y sus aliados son una amenaza real y convincente para nuestra democracia», decían los responsables de la campaña. «De hecho, de una forma nunca vista en nuestra historia, están librando una guerra contra ella».
El Presidente Biden se encontró con dificultades para conseguir el apoyo del público a su programa económico, a menudo apodado «Bidenomics». Sus recientes discursos de campaña fueron vistos como un esfuerzo por pivotar la narrativa y enfatizar la «amenaza a la democracia».
No obstante, la mayoría de los estadounidenses siguen expresando su preocupación por su edad y manifiestan su desaprobación por su gestión de la inflación y la crisis fronteriza, como muestran diversas encuestas.
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