El presidente Joe Biden viajará el martes a Detroit para solidarizarse con los trabajadores del sindicato automovilístico que están en huelga contra las tres grandes automotrices desde el 15 de septiembre. El expresidente Donald Trump también dará un mitin el miércoles en Motor City, donde expresará su solidaridad con los trabajadores de la industria automotriz en huelga.
Ambos presidentes quieren ganarse el apoyo de la clase trabajadora, pero sus estrategias para la huelga son diferentes. El presidente Biden se centra en conseguir una compensación justa por parte de las empresas, mientras que el mitin del presidente Trump se centrará en salvaguardar los puestos de trabajo en medio de la preocupación por el impacto de la agenda de energía verde de la administración Biden.
El 22 de septiembre, el presidente Biden anunció en las redes sociales su intención de unirse a la manifestación de huelga, expresando su apoyo a los miembros del sindicato United Auto Workers (UAW). Según la Casa Blanca, será la primera vez que un presidente en ejercicio visite un frente de huelga en los tiempos modernos.
Sin embargo, su decisión ha sido recibida con críticas, ya que algunos afirman que está asumiendo un riesgo político al tomar partido en la huelga en lugar de mediar entre ambas partes.
La Casa Blanca defendió la decisión del presidente, afirmando que no participa en las negociaciones.
«Él ha hablado con ambas partes. Ha dejado muy, muy claro, que apoya a los trabajadores sindicados. Él apoya a los trabajadores de la UAW y mañana, lo que van a ver es histórico», dijo el lunes a los periodistas la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
«Nosotros no estamos implicados en las negociaciones. Eso es algo que deben decidir ellos», añadió la Sra. Jan-Pierre.
El anuncio del presidente se produjo después de que el presidente de la UAW, Shawn Fain, le invitara la semana pasada a unirse a una manifestación de la huelga de la organización.
«El martes iré a Michigan para unirme al piquete y solidarizarme con los hombres y mujeres de la UAW en su lucha, por una parte justa del valor que ellos ayudaron a crear», escribió el presidente Biden el 22 de septiembre en X, antes conocido como Twitter.
«Es hora de llegar a un acuerdo beneficioso para todos que mantenga próspera la fabricación de automóviles estadounidense con puestos de trabajo bien remunerados de la UAW».
Por primera vez en sus 88 años de historia, miles de trabajadores de la industria automovilística estadounidense abandonaron simultáneamente sus puestos de trabajo en Ford, General Motors y Stellantis (fabricante de Chrysler y Jeep) tras expirar sus contratos cuatrienales el 14 de septiembre.
Una semana más tarde, el sindicato amplió las huelgas a 38 centros de piezas y distribución de 20 estados, con GM y Stellantis como objetivos. Más de 18,000 miembros de la UAW han abandonado el trabajo desde el comienzo de la huelga.
El presidente Trump, candidato favorito del Partido Republicano para la nominación de 2024, por su parte, intentará apartar a los trabajadores sindicalizados del presidente Biden durante su mitin en Detroit. El expresidente se saltará el segundo debate de las primarias republicanas del 27 de septiembre para dar un discurso ante los actuales y exmiembros del sindicato.
La dirección del sindicato, sin embargo, criticó al expresidente por su mitin previsto en Detroit.
«Cada fibra de nuestro sindicato se está volcando en la lucha contra la clase multimillonaria y una economía que enriquece a gente como Donald Trump a costa de los trabajadores», afirmó el Sr. Fain en una declaración.
La UAW, que representa a casi 146,000 trabajadores de Ford, General Motors y Stellantis, apoyó a Joe Biden en 2020. Para las elecciones presidenciales de 2024, sin embargo, el sindicato se ha abstenido de respaldar al presidente Biden, debido a las preocupaciones sobre sus políticas que fomentan el cambio a los vehículos eléctricos, que están causando que los trabajadores tradicionales de automóviles pierdan sus empleos.
El presidente Trump criticó a su vez las políticas de vehículos eléctricos del Sr. Fain y del presidente Biden en una entrevista reciente en NBC.
«Yo no conozco al señor, pero conozco muy bien su nombre, y creo que no está haciendo un buen trabajo representando a su sindicato, porque no va a tener un sindicato dentro de tres años a partir de ahora. Todos esos trabajos van a ir desapareciendo porque todos esos autos eléctricos se fabricarán en China”, dijo el presidente Trump.
«Los trabajadores de la industria automotriz están siendo vendidos por su liderazgo, y su liderazgo debería respaldar a Trump».
Los hábiles esfuerzos de relaciones públicas del UAW parecen estar dando frutos: una encuesta reciente de Gallup muestra que el 75% de los estadounidenses encuestados apoyan al sindicato en sus negociaciones con las compañías automotrices estadounidenses.
Los representantes de los Tres Grandes dijeron que estaban «decepcionados» por la falta de interés que los negociadores sindicales han mostrado en lo que los directores ejecutivos han llamado una oferta de aumento salarial «histórica».
Stellantis emitió un comunicado antes de la visita de Biden al frente de la huelga.
“El primer día de la huelga, el presidente Biden dijo que los trabajadores de la UAW ‘merecen un contrato que los sostenga a ellos y a la clase media’. Nosotros estuvimos de acuerdo y presentamos una oferta récord. Estos son los hechos: aumento salarial compuesto del 21,4%, mil millones de dólares en beneficios de seguridad para la jubilación, medidas de protección contra la inflación, seguridad laboral y más”, dijo la compañía a The Epoch Times en una declaración.
Sin embargo, la compañía espera un «acuerdo equilibrado» que no perjudique significativamente a Stellantis frente a sus competidores no sindicalizados.
«Estamos listos para firmar un contrato récord que posicione a nuestra empresa para continuar brindando buenos empleos aquí en casa y ser el ganador en la transición de Estados Unidos hacia un futuro electrificado».
Con la contribución de Steven Kavoc, Andrew Moran y Catherine Yang
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