Opinión
Daisuke Kondo, un experto sobre temas de China que vive en Japón, escribió recientemente un artículo sobre la razón por la que Birmania es igual de importante que Taiwán para EE.UU. y China. Según Kondo, la situación en Birmania ahora merece aún más atención, ya que Beijing está tratando de recuperar la influencia que perdió en Birmania frente a Estados Unidos después del golpe militar.
Desde ese golpe en Birmania (oficialmente conocido como Myanmar), Beijing ha exigido la liberación de Aung San Suu Kyi y los líderes del partido político Liga Nacional para la Democracia (NLD). Sin embargo, Beijing también ha impedido que las Naciones Unidas impongan sanciones al ejército birmano. El medio de comunicación estatal chino, Xinhua, evitó decir que lo ocurrido en Birmania era un «golpe de estado», en su lugar dijo que era una «reorganización del gabinete».
La represión de los militares contra los manifestantes continúa. El 14 de marzo, al menos 40 personas murieron en la zona industrial de Hlaing Tharyar, de Yangon, durante las protestas contra el golpe, informó Reuters. La ira se ha dirigido a las empresas chinas en Birmania por las acusaciones de que las autoridades chinas apoyan encubiertamente a las fuerzas armadas del país. El mismo día, varias fábricas fueron incendiadas, incluida Global Fashion, una empresa de propiedad china, y Tsang Yih, un fabricante de zapatos de propiedad taiwanesa.
El 16 de marzo, miles de residentes huyeron de la zona industrial a causa de temores por un mayor derramamiento de sangre. La huida ocurrió después de que el ejército implantó la ley marcial en varios municipios de Yangon tras la violencia del fin de semana, según Reuters.
El Partido Comunista Chino (PCCh) fue acusado de proteger al gobierno militar de Birmania debido a su posición geoestratégica: es donde se encuentran el sur de Asia, el este de Asia y el sudeste de Asia, y está ubicado entre China e India, los dos gigantes regionales. China construyó un oleoducto y gasoducto que comparte territorio con Birmania, que se inauguró en 2013, y se ha convertido en uno de los baluartes de la expansión económica y militar china.
Kondo, miembro especial de la junta editorial de Shukan Gendai (Semanario Moderno), un tabloide semanal japonés, escribió que, debido al nuevo enfrentamiento entre Estados Unidos y China, la administración Biden tendrá que abandonar sus políticas de apaciguamiento para contener al PCCh.
Como periodista, Kondo visitó Corea del Norte dos veces con el exprimer ministro japonés, Junichiro Koizumi. Estudió en la Universidad de Beijing entre 1995 y 1996 y luego se desempeñó como representante de Kodan Press, en Beijing. Una vez escribió para The Economic Observer, una famosa revista económica en China, y es autor de libros sobre temas relacionados con China. También está familiarizado con la situación política en el sudeste asiático, habiendo realizado entrevistas en Birmania y en otros países del sudeste asiático durante muchos años.
Kondo expresó reservas sobre si el PCCh estaba detrás del golpe. Él cree que después de que el ejército birmano comenzó a llevar a cabo la democratización en 2011, el ejército también comenzó a acercarse a Estados Unidos, pasando de ser «pro-China» a «pro-Estados Unidos y pro-China». Por otro lado, el PCCh se ha comprometido en una diplomacia equitativa entre el ejército y la NLD de Aung San Suu Kyi para mantener su influencia en Birmania, agregó.
Cambios militares
Kondo señaló que en 2011 Birmania puso fin a su régimen militar e hizo la transición a la democracia. En la década siguiente, los asuntos internos y externos de Birmania se transformaron. Los militares y el partido político NLD han vuelto a dividir sus derechos e intereses, división que generó constantes conflictos.
En las relaciones internacionales, Beijing anteriormente tenía una tremenda influencia sobre Birmania, pero Estados Unidos también comenzó a tener influencia. La razón de esto es que el expresidente Thein Sein, quien es un general retirado, hizo un cambio importante en la política exterior. Kondo dice que cambió de un enfoque «unilateral a favor de Beijing» a un enfoque de «Beijing y Washington».
Por ejemplo, en septiembre de 2011 Thein Sein anunció la suspensión del proyecto de la presa Myitsone, que se firmó entre China y Birmania en diciembre de 2009, durante el mandato de Xi Jinping como líder adjunto de China. La suspensión pudo haber sido una vergüenza para Xi.
Según Kondo, dos meses después de la suspensión del proyecto, Xi le pidió al entonces ministro de Relaciones Exteriores birmano que fuera a Beijing para explicar la situación. Min Aung Hlaing, comandante en jefe de Birmania y quien inició el golpe de Estado en febrero de este año, fue a Beijing (después de la suspensión de la presa) para dar explicaciones, enfatizando repetidamente que «las relaciones con China no se verían afectadas en el futuro».
Sin embargo, al día siguiente de la visita a China de Min Aung Hlaing, la entonces secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, fue invitada por el presidente Thein Sein a visitar Birmania, convirtiéndose en la primera secretaria de Estado estadounidense que pisaba el país en 56 años. Al año siguiente, en noviembre de 2012, el entonces presidente Barack Obama visitó Birmania y pronunció un discurso en la Universidad de Yangon.
Kondo dijo que una serie de cambios en la política exterior del gobierno militar de Birmania habían provocado que el PCCh caiga en desgracia en Birmania, mientras que la influencia de Estados Unidos comenzó a expandirse rápidamente en el país asiático.
Se informó que la construcción de los oleoductos y gasoductos entre China y Birmania comenzó oficialmente en junio de 2010, en Birmania. El oleoducto está en consonancia con la Iniciativa «La Franja y la Ruta» de China, que permite a las importaciones chinas de crudo sortear el abarrotado estrecho de Malaca. La longitud total del oleoducto es de unas 479 millas (771 kilómetros) y une el puerto birmano de aguas profundas de Kyaukphyu, en el golfo de Bengala, con Kunming, en la provincia china de Yunnan. El gasoducto se extenderá desde Kunming hasta Guizhou y Guangxi en China, con un total de 2806 kilómetros. El gasoducto comenzó a suministrar gas en 2013 y petróleo en 2017.
El apaciguamiento de la Administración Biden
Tras el golpe militar en Birmania, Washington impuso sanciones a 10 militares y tres compañías de Myanmar Economic Holdings Limited (MEHL), afiliada al ejército, el 1 de febrero. Dos generales militares más se agregaron a la lista de sancionados el 22 de febrero.
El 19 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asistió a su primera reunión del G7 después de asumir el cargo, en la que se llamó la atención sobre cómo abordar el problema de Birmania. Sin embargo, en la declaración del G7 publicada después de la reunión, la palabra “Myanmar” ni siquiera se incluyó, lo que provocó varios comentarios. Una opinión es que a la administración Biden le preocupa que demasiada presión sobre el ejército de Birmania pueda empujarlo a acercarse a Beijing. Al respecto, Kondo dijo que las sanciones contra los 10 generales militares birmanos y otras medidas parecían duras, pero, de hecho, tienen poco efecto sobre los militares. La administración Biden ha mostrado las características de un «gobierno de apaciguamiento» al tratar con Birmania.
Beijing, frente a la terminación de la presa de Myitsone, ha adoptado una estrategia diplomática igualitaria hacia Aung San Suu Kyi y su LND, y los militares. Tal estrategia ha obtenido los resultados que esperaban. En abril de 2017 y en abril de 2019, Suu Kyi asistió a una conferencia en Beijing sobre la «La Franja y la Ruta» y expresó su apoyo activo. Mientras tanto, Xi Jinping visitó Birmania en 2020, donde según el medio estatal chino, Xinhua, él y Suu Kyi acordaron una «comunidad de un futuro compartido para China y Myanmar» («comunidad de un futuro compartido» es un lema político del PCCh).
Según Kondo, después del golpe militar, el plan del PCCh es continuar con esta diplomacia igualitaria, actuando como intermediario entre las dos partes para liderar la resolución del problema de Birmania y, en el proceso, reemplazar la influencia estadounidense en el país.
La situación está empeorando en Birmania a medida que sigue aumentando la represión de los militares contra la población y sigue aumentando el número de manifestantes asesinados por las fuerzas de seguridad. Kondo dijo que mientras Birmania se convierte en un nuevo frente para la confrontación entre Estados Unidos y China, los países democráticos y liberales como Estados Unidos y Japón deben implementar acciones efectivas contra el ejército para lidiar con la crisis de gobierno allí.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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