Tras las protestas que tuvieron lugar en las capitales de al menos 10 estados diferentes, que pedían la reapertura de las empresas, Deborah Birx, la coordinadora del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, calificó las manifestaciones como «devastadoramente preocupantes», según múltiples informes.
Birx dijo en «Fox News Sunday» que durante estas manifestaciones, los protestantes no llevaban mascarillas, ni practicaban el distanciamiento social, y por esas razones, posiblemente podrían infectar sin saberlo a parientes en situación de riesgo.
«Es devastadoramente preocupante para mí personalmente porque si van a casa e infectan a su abuela o abuelo que tiene una condición comórbida y tienen un resultado serio o muy desafortunado se sentirán culpables por el resto de sus vidas», dijo. «Así que necesitamos protegernos mutuamente al mismo tiempo que expresamos nuestro descontento».
The Hill informó que el jueves 30 de abril, los manifestantes, algunos de ellos armados, estuvieron presentes en la casa de gobierno de Michigan para exigir a la gobernadora demócrata del estado, Gretchen Whitmer, que reabriera y permitiera a los ciudadanos continuar con sus vidas normales.
El presidente Donald Trump ofreció su apoyo a los manifestantes en un Tweet, diciendo que el gobernador de Michigan debería hablar con ellos y hacer un trato.
Protestas
KCRA informó que el viernes, los manifestantes también estuvieron presentes en el capitolio del estado de California para protestar por la orden de permanencia en el hogar establecida por el gobernador demócrata del estado, Gavin Newsom.
Uno de los protestantes dijo que están tratando de «llegar al gobierno y dar a conocer sus preocupaciones, inquietudes, temores, ira, frustración», así como «ejercer su libertad de expresión y el derecho a reunirse pacíficamente y hacerle saber que está destruyendo el estado económicamente, pero más importante aún nuestras libertades».
Durante la manifestación, los individuos sostenían carteles que exigían la apertura del estado y que Newsom levantara las restricciones a la vida pública y la economía.
Ese mismo día, los manifestantes estaban presentes en el capitolio del estado de Hawai para protestar por la orden de quedarse en casa, según Hawaii News Now. Algunos de los participantes presentes no llevaban mascarillas.
Durante la protesta, la gente sostenía carteles que exigían que Hawaii se reabriera y que la vida volviera a la normalidad.
«La gente necesita volver al trabajo. Las iglesias necesitan abrirse. La gente está sufriendo, la gente tiene hambre. Es ridículo, abran de nuevo, ¿cuál es el punto?», según los manifestantes.
Los protestantes también estuvieron presentes en el capitolio de Minnesota el sábado, según MPR News. Docenas de personas estuvieron presentes, reclamando por las medidas de quedarse en casa, que dicen que están causando demasiado daño y están infringiendo los derechos de las personas.
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