Los países del Grupo de los Siete (G7) están «cada vez más alineados» en sus esfuerzos por hacer frente a los riesgos económicos y de seguridad que plantea la China comunista, declaró el 26 de noviembre el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, después de que los ministros de Asuntos Exteriores del grupo concluyeran su reunión de dos días en Italia.
«La conclusión es esta: Somos mucho más fuertes, mucho más eficaces, cuando actuamos juntos, no solos», declaró Blinken en una conferencia de prensa en Fiuggi, Italia, añadiendo que «solo por citar el ejemplo obvio en el ámbito económico, cuando nos enfrentamos a las políticas que preocupan a China, cualquiera de nuestros países actuando solo en comparación con cuando actuamos juntos simplemente no puede ser tan efectivo».
El G7 es un grupo de las economías más avanzadas del mundo, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, Italia y Reino Unido, y en el que la Unión Europea participa como observador.
El evento marca la última reunión del G7 de la presidencia de Joe Biden. El presidente electo Donald Trump nominó al senador Marco Rubio (R-Fla.), un viejo halcón de China, para secretario de Estado.
«En el caso de Estados Unidos, somos el 20% más o menos del PIB mundial. Cuando actuamos conjuntamente con nuestros socios del G7, es más bien el 50%, y ese peso es un peso que no se puede ignorar», dijo Blinken.
«Como resultado de las inversiones históricas que hemos hecho en Estados Unidos y en nuestras asociaciones en el extranjero, ahora nos enfrentamos a China y a los retos que esta plantea desde una posición de fuerza, y eso es algo que podremos transmitir a la próxima administración».
China
Los ministros de Asuntos Exteriores emitieron una declaración conjunta tras su reunión, en la que afirman «estar profundamente preocupados por el creciente apoyo de China» a la base industrial de defensa rusa, que «está permitiendo decisivamente a Rusia mantener su guerra ilegal en Ucrania».
Otras preocupaciones relacionadas con China fueron las prácticas contrarias al mercado del régimen comunista, el peligroso despliegue de guardacostas y milicias marítimas chinas en el Mar de China Meridional, las violaciones de los derechos humanos en Xinjiang y Tíbet, y la reciente condena de 45 activistas prodemocráticos en Hong Kong.
El grupo reiteró su apoyo a la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y a la «participación significativa» de Taiwán en las organizaciones internacionales.
La tensión es alta entre Beijing y Taipei, ya que el régimen chino ha estado atacando a Taiwán con operaciones de «zona gris», como el vuelo de aviones militares o globos en las zonas de identificación de defensa aérea de la isla.
En un comunicado emitido el 27 de noviembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán agradeció el apoyo de la alianza del G7 y afirmó que la isla seguirá trabajando con los Estados miembros del G7 para salvaguardar la democracia, la libertad, los derechos humanos y el Estado de derecho.
La provincia canadiense de Alberta será la sede de la próxima Cumbre de Líderes del G7 en 2025.
Asociaciones
Queda por ver cómo se relacionará Trump con sus aliados y socios en el Indo-Pacífico. Los expertos esperan que Trump aumente la disuasión contra las agresiones del régimen chino durante su segundo mandato, abordando cuestiones como el exceso de capacidad del país.
Si Trump lleva a cabo adecuadamente su agenda de «Estados Unidos primero», podría «incentivar a los aliados y socios de Estados Unidos a forjar una coalición más estrecha entre ellos», dijo Yuki Tatsumi, miembro sénior y codirector del Programa de Asia Oriental y director del Programa de Japón en el centro de estudios Stimson Center, con sede en Washington, según un memorando político publicado el 26 de noviembre.
Tatsumi ofreció varias recomendaciones políticas a la administración entrante de Trump, incluida la importancia de explicar claramente a los aliados de EE. UU. cómo Washington valora «la alianza y la asociación equitativas» y alentar a los socios de EE. UU. a profundizar sus lazos existentes. También aconsejó no poner a los aliados en una posición en la que tengan que elegir entre China y Estados Unidos.
«Una cooperación robusta entre Japón y Filipinas puede servir de forma crítica en un momento en el que el comportamiento de China en el Mar de China Meridional requiere una mayor atención», escribió Tatsumi.
Joris Teer, analista asociado del Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea, publicó un artículo de opinión el 21 de noviembre en el que afirmaba que la UE debería trabajar de forma proactiva con la administración Trump para mejorar la capacidad industrial.
«La UE, Estados Unidos y sus socios pueden impulsar la reindustrialización alineando las cláusulas de contratación pública para promover la producción de componentes y materiales críticos fuera de China y Rusia», escribió Teer, sugiriendo que los aliados transatlánticos podrían alcanzar un pacto industrial sobre el tema.
«Si la UE y otros líderes aliados no logran iniciar un acuerdo, Washington volverá a marchar unilateralmente, restando prioridad a los intereses económicos y de seguridad de los aliados».
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