El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, certificó este miércoles que Hong Kong no merece un trato particular bajo la ley estadounidense después que se redujo la autonomía de la ciudad, lo que reafirma una determinación tomada por el gobierno de Donald Trump el año pasado.
En mayo de 2020, Estados Unidos se negó por primera vez a realizar la certificación anual exigida por la ley, dado que el Partido Comunista Chino (PCCh) reprimía la autonomía de la región.
Blinken, en un informe dirigido al Congreso, dijo que el régimen chino «seguió desmantelando el alto grado de autonomía de Hong Kong» durante el año pasado, en violación de sus obligaciones en virtud de la Ley Básica de Hong Kong y la Declaración Conjunta Sino-Británica.
«En particular, la adopción por parte del gobierno de la República Popular China y la aplicación por parte del gobierno de Hong Kong de la Ley de Seguridad Nacional (NSL) socavaron gravemente los derechos y las libertades de la población de Hong Kong», afirmó Blinken en un comunicado.
Como resultado, dijo Blinken, la antigua colonia británica no merece las ventajas comerciales y financieras de las que se había beneficiado desde que volvió a ser gobernada por China en 1997 con la promesa de Beijing de que disfrutaría de una importante autonomía durante 50 años.
«Junto con el informe de este año, he certificado al Congreso que Hong Kong no merece un trato diferenciado bajo la legislación estadounidense sobre como las leyes estadounidenses se aplicaban a Hong Kong antes del 1 de julio de 1997», escribió Blinken.
La decisión señala que la administración del presidente Joe Biden continuará con la línea dura sobre Beijing que adoptó el expresidente Trump.
En un informe adjunto, Blinken citó la aprobación de la amplia ley de seguridad nacional de Beijing y destacó los arrestos y detenciones de activistas prodemocráticos, figuras de la oposición y políticos, así como el descenso del número de miembros elegidos directamente en la legislatura de Hong Kong.
El secretario de Estado debe evaluar cada año si Hong Kong sigue siendo autónomo respecto a China continental para justificar un trato especial por parte de Estados Unidos en materia de comercio.
La drástica ley de seguridad nacional del PCCh, que se aplicó el año pasado en medio de amplias manifestaciones a favor de la democracia, allanó el camino para que el gobierno a favor de Beijing en Hong Kong intensifique la represión contra figuras de la oposición y activistas locales.
«Seguiremos pidiendo a la República Popular China que cumpla con sus obligaciones y compromisos internacionales; que deje de desmantelar las instituciones democráticas, la autonomía y el Estado de derecho de Hong Kong; que libere de inmediato y retire todos los cargos contra las personas detenidas injustamente en Hong Kong; y que respete los derechos humanos de todas las personas en Hong Kong», declaró Blinken.
Con información de The Associated Press.
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