El 5 de marzo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, envió palabras de advertencia al régimen chino en relación con la crisis en Ucrania. Tras la continua negativa de Beijing a condenar a Rusia por su actual agresión militar el funcionario le dijo a su homólogo chino: El «mundo está observando».
Blinken hizo el comentario durante una llamada telefónica con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi. Según un comunicado, los dos discutieron lo que el Departamento de Estado llamó “la guerra premeditada, no provocada e injustificada de Moscú contra Ucrania”.
“El secretario señaló que el mundo está atento para ver qué naciones defienden los principios básicos de libertad, autodeterminación y soberanía”, dijo Ned Price, vocero del Departamento de Estado.
Price agregó: “Subrayó que el mundo está actuando al unísono para repudiar y responder a la agresión rusa, asegurando que Moscú pagará un alto precio”.
Ahora, casi dos semanas después de que Rusia lanzara una invasión a gran escala contra Ucrania, el régimen chino se ha negado a respaldar abiertamente a cualquiera de las partes. Sin embargo, el régimen comunista ha mostrado un sutil apoyo al Kremlin, tanto a nivel nacional como internacional.
Al comienzo de la invasión, China retiró sus sanciones a la importación de trigo a Rusia. Mientras tanto, Beijing también ha criticado las sanciones de Estados Unidos contra Rusia.
El régimen comunista se ha abstenido de catalogar a la agresión militar de Rusia como una “invasión”. Los medios de comunicación chinos también han evitado llamarlo una invasión, en su lugar usan la vaga frase «la situación actual» o la descripción de Moscú de una «operación militar especial», durante su cobertura de la crisis en Ucrania.
En las Naciones Unidas, Beijing se ha puesto del lado de Rusia en repetidas ocasiones. El 25 de febrero, China se abstuvo de votar una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) que exige que Moscú detenga su ataque contra Ucrania y retire sus tropas de inmediato.
Más recientemente, China también se abstuvo de votar el 4 de marzo sobre una resolución del Consejo de Seguridad de Derechos Humanos de la ONU. La resolución, adoptada después de que 32 estados del consejo de 47 miembros votaran a favor, pide el establecimiento de una comisión internacional independiente para investigar supuestas violaciones a los derechos humanos cometidas por Rusia en su guerra contra Ucrania.
Si bien el Departamento de Estado de EE.UU. no proporcionó ningún otro detalle sobre la llamada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió una larga declaración, en la que la crisis de Ucrania se denominó como un «problema de Ucrania».
Según la lectura china, Wang le dijo a Blinken que China dio la bienvenida a las negociaciones entre Ucrania y Rusia. También alentó a Estados Unidos, la OTAN, la Unión Europea y Rusia a participar en un “diálogo en pie de igualdad”.
El diálogo, dijo Wang, debe “prestar atención al impacto negativo de la continua expansión hacia el este de la OTAN con respecto al trabajo de seguridad de Rusia”.
China y Rusia ahora cuentan con una asociación «sin límites» y la oposición de Beijing a la ampliación de la OTAN es un tema clave que subyace a los lazos bilaterales. La asociación se anunció en una declaración conjunta el 4 de febrero, luego de una reunión cara a cara entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, en los Juegos Olímpicos de Beijing.
La lectura china también dijo que Wang y Blinken hablaron sobre la península coreana y Taiwán.
Wang supuestamente le dijo a Blinken que China estaba “profundamente preocupada” por los recientes discursos y acciones “del lado estadounidense” que “interferían en los asuntos internos de China” con respecto a Taiwán.
Si bien la lectura china no especificó por qué China estaba molesta, es muy probable que el régimen chino esté enojado con el exsecretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien en una reciente visita de cuatro días a Taiwán instó a Washington a reconocer diplomáticamente a Taiwán como un país soberano.
Pompeo llegó a Taiwán el 2 de marzo y se reunió con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el 3 de marzo.
El medio estatal de línea dura de China, Global Times, en un artículo publicado el 1 de marzo, calumnió la visita de Pompeo a Taiwán diciendo que era una “pobre farsa política”.
El Partido Comunista Chino (PCCh) considera a Taiwán como parte del territorio del territorio continental de China, que anexarán por la fuerza si es necesario. Sin embargo, Taiwán tiene su propio gobierno democrático liberal, se opone firmemente al modelo de gobierno dictatorial del PCCh y es ampliamente reconocido como una entidad independiente de facto.
Washington puso fin a sus lazos diplomáticos con Taipéi a favor de Beijing en 1979, pero ha mantenido una sólida relación con la isla basada en la Ley de Relaciones con Taiwán, que autoriza a Estados Unidos a proporcionar a la isla equipo militar para su autodefensa.
Blinken y Wang también hablaron por teléfono el 22 de febrero, horas después de que Putin ordenara a sus fuerzas entrar en dos regiones controladas por los separatistas, en el este de Ucrania, después de reconocerlas como zonas independientes.
The Epoch Times se ha comunicado con el Departamento de Estado para recibir comentarios sobre Taiwán y sobre la recomendación de Pompeo.
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