El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebra esta semana en Nueva York, y declaró a los periodistas después de la reunión que la postura de Beijing sobre Ucrania no se corresponde con sus acciones.
“Cuando Beijing dice por un lado que quiere la paz, que quiere ver el final del conflicto, pero por otro lado permite que sus empresas tomen medidas que en realidad están ayudando a Putin a continuar la agresión, eso no cuadra”, dijo Blinken durante una sesión de preguntas y respuestas a la prensa el 27 de septiembre.
Estados Unidos sancionó a unas 400 empresas por ayudar al esfuerzo bélico ruso, incluidas varias empresas e intermediarios chinos que han apoyado al ejército ruso y ayudado a Rusia a eludir las sanciones internacionales. Estados Unidos también ha pedido a la comunidad internacional que haga lo mismo.
El Partido Comunista Chino (PCCh), por su parte, rechazó repetidamente los llamamientos a condenar a Rusia por sus esfuerzos bélicos.
En una declaración separada, Wang dijo que el PCCh siempre ha apoyado la idea de las conversaciones de paz, y acusó a Estados Unidos de “difamar y plantar pruebas contra China”.
El 27 de septiembre, China y Brasil encabezaron un grupo de países en desarrollo en la reunión de la ONU para instar a Ucrania a entablar conversaciones de paz. El Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mostró escepticismo ante sus esfuerzos: “No aumentarán su poder a costa de Ucrania”.
Zelensk señaló que Ucrania presentó hace dos años un plan de paz basado en convenciones internacionales, que Rusia rechazó.
“La fórmula de paz ya existe desde hace dos años, y tal vez alguien quiera un Premio Nobel por su biografía política, por [una] tregua congelada, en lugar de una paz real, pero los únicos premios que Putin le dará a cambio son más sufrimiento y desastres”, dijo Zelenski ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Blinken les dijo a los periodistas que la postura de Estados Unidos no era “desvincular a Rusia de China”.
“Su relación es asunto suyo. Pero en la medida en que esa relación implique proporcionar a Rusia lo que necesita para continuar esta guerra, eso es un problema y es un problema para nosotros y es un problema para muchos otros países, especialmente en Europa, porque ahora mismo Rusia representa la mayor amenaza, no sólo para la seguridad ucraniana, sino para la seguridad europea desde el final de la Guerra Fría”, dijo.
Señaló que casi el 70 por ciento de las importaciones rusas de máquinas-herramientas y el 90 por ciento de microelectrónica pasan por China y Hong Kong.
“Esto está ayudando materialmente a los rusos a producir los misiles, los cohetes, los vehículos blindados, las municiones que necesitan para perpetuar la guerra, para continuar su agresión”, afirmó Blinken.
Durante la reunión de Blinken y Wang, también discutieron sobre los estadounidenses detenidos injustamente o que se enfrentan a prohibiciones de salida en China, las preocupaciones en materia de derechos humanos, los riesgos de la inteligencia artificial, las drogas ilícitas que fluyen hacia Estados Unidos, y ambas partes hicieron hincapié en la necesidad de continuar las conversaciones diplomáticas.
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