NUEVA YORK. El secretario de Estado, Antony Blinken, se reunió con el vicepresidente de China, Han Zheng, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de septiembre, en lo que marca el último intercambio de alto nivel entre las dos potencias económicas más grandes del mundo.
«El mundo espera que gestionemos responsablemente nuestra relación», dijo Blinken en breves declaraciones al comienzo de su reunión con Han. «Estados Unidos está comprometido a hacer precisamente eso”.
«Desde la perspectiva de Estados Unidos, la diplomacia cara a cara es la mejor manera de abordar áreas en las que no estamos de acuerdo, y también la mejor manera de explorar áreas de cooperación entre nosotros».
La reunión, que tuvo lugar un día después de que el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, mantuviera una reunión no anunciada con el diplomático de mayor rango de China, Wang Yi, en Malta, fue parte de los esfuerzos de la administración para colaborar con altos funcionarios chinos para mejorar las comunicaciones durante las actuales tensiones bilaterales.
Blinken hizo su primer viaje a China como secretario de Estado en junio buscando reactivar las conversaciones militares. Lo siguieron la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el enviado climático, John Kerry.
«Es bueno que tengamos esta oportunidad de aprovechar los recientes compromisos de alto nivel que nuestros países han tenido para asegurarnos de mantener comunicaciones abiertas y demostrar que estamos gestionando responsablemente la relación entre nuestros dos países», dijo el Sr. Blinken.
El Sr. Han dijo que “las relaciones entre China y Estados Unidos se enfrentan a muchas dificultades y desafíos» y que espera que Estados Unidos «muestre sinceridad» en la gestión de las relaciones entre ambos países.
«El mundo necesita una relación estable y sólida entre China y Estados Unidos», dijo en un discurso.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo que Blinken “enfatizó que Estados Unidos seguirá utilizando la diplomacia para promover los intereses y valores estadounidenses y discutir áreas coyunturales”.
También dijo que Blinken “exploró áreas potenciales de cooperación, abogó por el progreso en desafíos transnacionales compartidos” y abordó temas desde la guerra entre Rusia y Ucrania hasta las “acciones provocadoras” de Corea del Norte.
La decisión de Beijing de enviar al Sr. Han, que desempeña un papel en gran medida nominal, como su representante en la cumbre de la ONU alimentó especulaciones relacionadas con la agitación política en las altas esferas del liderazgo chino.
Aparte del propio líder chino Xi Jinping, el Sr. Wang, ministro de Asuntos Exteriores de China y jefe de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Chino (PCCh), solía intervenir en el pasado en la reunión anual de la ONU en Nueva York.
Wang reemplazó al exministro de Relaciones Exteriores chino Qin Gang, en julio, después de que este último desapareciera del ojo público sin muchas explicaciones: Uno de los tres altos funcionarios chinos despedidos sucesivamente en sólo dos meses. Li Shangfu, el ministro de Defensa del país, desapareció durante casi tres semanas y se perdió al menos una reunión con sus homólogos extranjeros.
La Casa Blanca ha descrito la reunión entre Wang y Sullivan como «sincera, sustantiva y constructiva».
Taiwán fue un tema que surgió en las reuniones de ambos días entre EE.UU. y China, con el Sr. Sullivan y el Sr. Blinken haciendo hincapié en la importancia de «la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán”.
El Sr. Wang, como respuesta al Sr. Sullivan el 17 de septiembre, repitió la afirmación de que la cuestión de Taiwán es la “primera línea roja que no se puede cruzar”, advirtiendo a la parte estadounidense que no apoye la independencia de Taiwán.
Horas más tarde, el régimen envió 103 aviones de combate hacia la isla autónoma, estableciendo un nuevo récord en demostraciones militares que han aumentado considerablemente en los últimos años y llevando al Ministerio de Defensa de Taiwán a exigir un cese inmediato del acoso “destructivo”.
“El PCCh ha seguido aumentando de una manera muy peligrosa e irresponsable su presión y su provocación, y no podemos permitir que eso siga así”, dijo el representante Pat Ryan (D-N.Y.) a The Epoch Times, señalando que la provocación sirve como otro recordatorio de la necesidad del apoyo estadounidense.
“Tenemos que seguir apoyando a nuestros socios en Taiwán. Tenemos que seguir dejando muy claro que cualquier acción que socave su seguridad es inaceptable”.
También señaló que seguirá abogando por un mayor apoyo militar a Taiwán para que “puedan seguir defendiendo su democracia y sus valores” frente a la agresión del PCCh.
El presidente Joe Biden ha expresado su decepción porque Xi no asistió a la reunión de líderes del G20 en India, aunque el presidente dijo que “iba a verlo”.
La próxima oportunidad probable para tal conversación es la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se celebrará en San Francisco en noviembre. La principal agencia de seguridad de China, el Ministerio de Seguridad del Estado, ha insinuado recientemente que la perspectiva de una reunión de este tipo dependería de que Estados Unidos «muestre suficiente sinceridad».
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