El presidente francés, Emanuel Macron, se reunió el martes con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en París, mientras busca reparar las tensiones entre las dos naciones del G-7 después de que el gobierno de Biden excluyera a Francia de una nueva iniciativa de seguridad del Indo-Pacífico.
Francia se enfadó por el nuevo acuerdo después de que Australia abandonara un acuerdo de defensa multimillonario, que proporcionaba a esta última submarinos con motor diésel. En su lugar, Australia optó por firmar un acuerdo con Estados Unidos y el Reino Unido para obtener submarinos de propulsión nuclear.
El acuerdo trilateral entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido, conocido como AUKUS, llevó al presidente Joe Biden a solicitar una llamada con Macron en septiembre, intentando enfriar la disputa.
«Blinken y el presidente Macron discutieron los pasos hacia adelante en las relaciones entre Estados Unidos y Francia», dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado, y señaló que los funcionarios estadounidenses esperan con interés la reunión de Macron con Biden, a finales de este mes, en una fecha y lugar específico que aún no se ha decidido.
Blinken también se reunió con Emmanuel Bonne, el asesor diplomático de Macron, quien dijo que la llamada telefónica del 22 de septiembre entre Biden y Macron fue «productiva», pero que «queda mucho trabajo duro» para arreglar la relación sacudida por la nueva asociación de defensa de la administración Biden.
Los dos funcionarios también mantuvieron conversaciones sobre la cooperación en «áreas de seguridad estratégicas clave» que incluyen el Indo-Pacífico, la región del Sahel y Afganistán.
No dieron más detalles sobre cuáles podrían ser esos proyectos, pero un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que probablemente involucrarían los esfuerzos del Indo-Pacífico y Occidente para frenar el crecimiento de China, asuntos relacionados con la OTAN y otros objetivos transatlánticos que involucran a la Unión Europea y la cooperación antiterrorista en la región africana del Sahel.
La reunión cara a cara se produjo en medio de las exigencias francesas para que Estados Unidos restablezca la confianza entre las dos naciones.
Los funcionarios estadounidenses han reconocido que AUKUS podría haberse gestionado mejor y haberse beneficiado de la coordinación con Francia y otros miembros de la Unión Europea, todos ellos excluidos. Y, aunque también han señalado su deseo de reparar el daño, han sugerido que la ira de Francia fue una reacción exagerada.
En medio de la ira de Francia, las autoridades retiraron brevemente a sus embajadores de Estados Unidos y Australia en protesta por la nueva asociación de seguridad nacional. El gobierno francés acusó a Australia y a Estados Unidos de «apuñalarle por la espalda» y dijo que las heridas tardarían en cicatrizar.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, le dijo a la prensa en Washington el 22 de septiembre, hablando tanto en francés como en inglés, que los funcionarios franceses deberían «controlarse», y calificó a la asociación AUKUS como un «gran paso adelante para la seguridad global».
Blinken estará en París dos días y asistirá a las reuniones internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras que también se centrará en reparar la brecha con Francia.
Antonio Graceffo contribuyó a este artículo.
Con información de The Associated Press.
De NTD News.
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