Un Boeing 737 de United Airlines se quedó en tierra el viernes después de que se descubriera que había perdido un panel externo en pleno vuelo sin el conocimiento de la tripulación, según la aerolínea.
En una declaración a The Epoch Times, United dijo que a pesar del panel perdido, el Boeing 737-800, que voló desde San Francisco, había aterrizado sin problemas en el condado de Jackson, Oregón.
«Esta tarde el vuelo 433 de United ha aterrizado sin problemas en su destino previsto en el aeropuerto internacional de Rogue Valley/Medford (MFR). Después de que la aeronave fuera estacionada en la puerta de embarque, se descubrió que le faltaba un panel externo», decía el comunicado.
«Llevaremos a cabo un examen exhaustivo del avión y realizaremos todas las reparaciones necesarias antes de que vuelva al servicio. También llevaremos a cabo una investigación para entender mejor cómo se produjo este daño».
La aerolínea no dio detalles sobre la causa de la desaparición del panel ni sobre las posibles implicaciones que pudiera haber tenido durante el vuelo.
No está claro si alguno de los 139 pasajeros y seis miembros de la tripulación del vuelo 433 se vieron afectados por el panel desaparecido.
Sin embargo, United señaló que el avión no se declaró en emergencia antes de aterrizar, «ya que no había indicios de los daños durante el vuelo».
El panel externo desaparecido el viernes es el último de una serie de incidentes que han puesto a Boeing bajo un intenso escrutinio por parte de las autoridades federales y la industria de la aviación este año.
Los incidentes con aviones Boeing parecen ser cada vez más frecuentes desde que un vuelo de Alaska Airlines sufrió el reventón en pleno vuelo de un tapón de la puerta a 16,000 pies de altura, lo que obligó a un aterrizaje de emergencia de un 737 MAX 9 en enero.
Desde entonces, y solo en la última semana, dos aviones Boeing operados por United han sufrido incidentes graves.
El 7 de marzo, un Boeing 777-200ER de United Airlines perdió una rueda del tren de aterrizaje principal izquierdo poco después de despegar del aeropuerto internacional de San Francisco. El vuelo se dirigía a Japón, pero se desvió al aeropuerto internacional de Los Ángeles (LAX) tras el incidente.
El avión aterrizó sin problemas en LAX, según el portavoz del aeropuerto, Dae Levine. Los camiones de bomberos estaban preparados pero no fueron necesarios. El avión se detuvo a dos tercios de la pista y fue remolcado.
El vídeo y las imágenes del incidente que circulan por las redes sociales muestran cómo la rueda se desprende y cae poco después de que el avión despegara. También muestran daños en vehículos y en una valla de contención supuestamente causados por la rueda.
También el 7 de marzo, un Boeing 737-900 de United sufrió el estallido de un motor en llamas en pleno vuelo, lo que obligó a un aterrizaje de emergencia. El aterrador momento del vuelo 1118 de Houston a Fort Myers fue captado por los pasajeros en un estremecedor vídeo en el que se ven llamaradas que salen de un motor.
El 11 de marzo, un Boeing 787 Dreamliner de LATAM Airlines se precipitó por los aires, arrojando a los pasajeros al techo e hiriendo a 50 personas. Según los informes, el problema pudo deberse a que un auxiliar de vuelo pulsó accidentalmente un interruptor en el asiento del piloto, forzándole a avanzar hacia los controles.
El 11 de marzo, un Boeing 777 de United Airlines, que volaba de Sydney a San Francisco, tuvo que regresar a Sydney poco después de despegar debido a un «problema de mantenimiento». Más tarde se descubrió que el problema se debía a una fuga de fluido hidráulico, que se vio en un vídeo grabado por un aficionado a la aviación. Al aterrizar de nuevo en Sydney, los bomberos estaban esperando para recibir al avión en la pista.
El 14 de marzo, un Boeing 777 de American Airlines reventó una rueda durante el despegue del aeropuerto internacional de Dallas Fort Worth. El aparato, de 23 años de antigüedad, aterrizó en Los Ángeles sin incidentes, según la aerolínea.
«El avión rodó hasta la puerta de embarque por sus propios medios y los pasajeros desembarcaron con normalidad», declaró la compañía.
En enero, la preocupación por la seguridad de los aviones Boeing acaparó la atención nacional cuando el tapón de una puerta de un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines reventó a 16,000 pies de altura.
Tras el incidente, United Airlines llevó a cabo inspecciones en otros aviones 737 MAX y encontró pernos sueltos y problemas de instalación en el tapón de la puerta que falló. El tapón de la puerta se utiliza para sellar salidas de emergencia adicionales en ciertas configuraciones del avión.
En medio de estos problemas, un denunciante que trabajó para Boeing durante 30 años fue encontrado muerto «de lo que parece ser una herida de bala autoinfligida» el 9 de marzo, según la oficina del forense del condado de Charleston.
John Barnett, de 62 años, que había trabajado durante más de 30 años en Boeing antes de jubilarse en 2017, se había convertido en un crítico vocal de las prácticas de seguridad y calidad de producción de la empresa.
Estaba involucrado en un litigio contra Boeing en el momento de su muerte. Alegó que el fabricante de aviones había tomado represalias contra él por informar repetidamente sobre defectos.
Los amigos de Barnett han cuestionado los detalles de su muerte y se muestran escépticos ante las conclusiones del forense.
Bob Ketchum declaró a NewsNation el 14 de marzo que no creía que su amigo se hubiera suicidado. «¿Realmente creemos esto? ¿Hubo una trampa? No lo sabemos», dijo Ketchum.
Mientras tanto, otra mujer, que dijo ser amiga íntima de la familia del Sr. Barnett, afirmó que él dijo que «si me pasa algo, no es un suicidio».
Boeing ha expresado sus condolencias por la muerte del Sr. Barnett.
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