Boeing lidera la tarea de reanudar la producción tras el cierre por COVID-19

Por Tom Ozimek
26 de abril de 2020 2:34 PM Actualizado: 26 de abril de 2020 2:34 PM

Es probable que la experiencia de Boeing, a medida que sus empleados vuelven a trabajar en masa tras un cierre provocado por la pandemia, brinde lecciones a los otros gigantes industriales de Estados Unidos que buscan reiniciar sus operaciones.

El fabricante de aviones comenzó la semana pasada a permitir el retorno de los empleados a las instalaciones de tres estados después de anunciar previamente planes para reanudar las operaciones de manera gradual.

«Después de revisiones exhaustivas de las condiciones locales, hemos comenzado a reanudar las operaciones en algunos sitios donde se suspendió el trabajo», dijo el presidente y director general de Boeing, Dave Calhoun, en una carta a los empleados, anunciando planes para reanudar su producción en lugares que incluyen Heath (Ohio) y la región de Puget Sound del estado de Washington, donde la compañía emplea a unas 27,000 personas.

Cuando los empleados de Boeing comenzaron a regresar a trabajar en masa el martes al área de Puget Sound, encontraron nuevos protocolos de seguridad.

Un avión Boeing 777 está en la línea de producción, el 12 de junio de 2017, en Everett, Washington. (Stephen Brashear/Getty Images)

El jefe de Boeing comentó que la compañía había hecho arreglos para una amplia gama de medidas de seguridad mejoradas, «incluyendo prácticas operativas para permitir el distanciamiento físico, como tiempos de turnos escalonados, áreas de trabajo dispersas y controles visuales, controles voluntarios de temperatura corporal y, por supuesto, constantemente visibles recordatorios para lavarse las manos y controlar nuestro bienestar individual».

Conrad Chun, vicepresidente de comunicaciones de Boeing Commercial Airplanes, señaló a Seattle Times el 22 de abril que los gerentes le han dicho que «los empleados han sido muy optimistas y están listos para volver a trabajar en la empresa».

«Estamos progresando realmente bien teniendo en cuenta que decenas de miles de personas están regresando a un entorno con nuevos requisitos y procesos respecto a los de hace un mes», expresó Chun.

Un avión Boeing 777 está en la línea de producción el 12 de junio de 2017, en Everett, Washington. Con la introducción del 777X, Boeing utilizará varios (Stephen Brashear/Getty Images)

Boeing es visto por muchos como un simulacro para las compañías que buscan reiniciarse mientras el brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el nuevo coronavirus, que causa COVID-19, continúa cobrándose vidas. Según un recuento de Johns Hopkins, a fecha del sábado había 929,730 infecciones confirmadas en los Estados Unidos y 53,280 muertos.

«Si bien tenemos un largo camino por recorrer, hoy estamos dando el primer pequeño paso hacia la recuperación», mencionó el gobernador de Washington Jay Inslee en un tuit el viernes, y anunció que los proyectos de reconstrucción existentes podrían reiniciarse si se adhieren a las nuevas medidas de seguridad.

Mientras tanto, algunos de los fabricantes de automóviles del país están en conversaciones con el sindicato United Auto Workers (UAW) para la reapertura de varias fábricas, y los líderes sindicales expresaron cautela e indicaron que los test de COVID-19 son un factor clave.

Si bien GM y Ford aún no han anunciado una fecha prevista para la reapertura, Fiat Chrysler dijo a principios de este mes que espera reanudar las operaciones el 4 de mayo.

El presidente de la UAW, Rory Gamble, manifestó en un comunicado el jueves que el sindicato cree que reiniciar las operaciones a principios de mayo es «demasiado pronto y demasiado arriesgado».

«En este momento, la UAW no cree que los datos científicos sean concluyentes para estar seguros de que [podemos] tener a nuestros miembros de vuelta en el lugar de trabajo», argumentó Gamble. «No hemos hecho suficientes test para comprender realmente la amenaza que enfrentan nuestros miembros», agregó.

«Dicho esto, estamos contentos con la respuesta y la cooperación de las compañías automotrices para llevar a cabo los protocolos de salud y seguridad que necesitaremos en el lugar de trabajo cuando sea apropiado reiniciar», añadió.

Toyota Motor, Honda Motor y Volkswagen son otros fabricantes de automóviles importantes que han dicho que planean reiniciar la producción a principios de mayo.

Todos los fabricantes de automóviles han anunciado nuevas medidas de seguridad, que incluyen cambios en los procedimientos para permitir el distanciamiento social, protocolos de saneamiento mejorados, equipos de protección personal obligatorios y, en algunos casos, controles de temperatura.

El test es el área alrededor de la cual hay menor claridad.

Gerald Johnson, vicepresidente ejecutivo de GM de Global Manufacturing, destacó a CNBC que, aunque espera que los test de COVID-19 estén disponibles en las plantas, la compañía solo evaluaría a los empleados sintomáticos. Fiat Chrysler declinó hacer comentarios a CNBC sobre si esperan tener test disponibles. Ford, a fecha del 24 de abril, no tenía planes para realizar test en las fábricas, pero alienta a los trabajadores con síntomas o que creen que pueden estar enfermos a que vayan al médico.

El director financiero de Boeing, Greg Smith, en declaraciones a Reuters en marzo sobre los planes de reiniciar las operaciones en mayo, aseguró que el proceso de volver sería «un proceso muy lento, metódico y sistemático para precalentar la línea y hacer que el personal vuelva a su lugar».

Chun explicó a Seattle Times que a fecha del martes, Boeing estaba rastreando cerca de 35 casos activos de COVID-19 entre 70,000 empleados en el estado de Washington, sumando alrededor de 100 empleados recuperados y autorizados para volver a trabajar.

Aun así, en Boeing y en otros lugares, el éxito de los esfuerzos para reanudar las operaciones dependerá no solo de los nuevos protocolos de seguridad, sino también de la disposición de los empleados a cumplirlas.

«Mucho de esto recae en la responsabilidad personal», enfatizó un mecánico de la planta de fabricación de piezas de Boeing en Auburn a Seattle Times, y agregó que ha observado burlas de sus compañeros de trabajo respecto a las pautas.

«Si escucho algún susurro de alguien (en el trabajo) acerca del resultado positivo para COVID-19, voy a cerrar y volver a casa», afirmó concluyendo.

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