Un ingeniero de Boeing convertido en denunciante afirmó que la compañía desestimó repetidamente las preocupaciones de seguridad y control de calidad durante la producción de sus aviones 787 y 777. Según se informa, esto provocó una investigación por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).
Sam Salehpour, un veterano ingeniero de Boeing con más de cuatro décadas de experiencia, trabajó en los aviones, según dijeron sus abogadas en un comunicado de prensa del martes.
Durante este tiempo, Salehpour observó que Boeing utilizaba “atajos” para reducir los cuellos de botella durante todo el proceso de ensamblaje del 787, alegaron sus abogados, añadiendo que esos atajos generaban “una tensión excesiva en las principales juntas del avión y restos de perforación incrustados entre las juntas clave en más de 1000 aviones”.
«Estos errores en el proceso de fabricación reducen significativamente la vida útil del avión y pueden ser difíciles de identificar», dijeron sus abogados.
Después de plantear estas preocupaciones, Salehpour fue transferido involuntariamente del programa 787 al programa 777, dicen sus abogados.
Mientras tanto, altos funcionarios de Boeing “tomaron represalias” contra él, “lo amenazaron con despedirlo” y lo excluyeron de reuniones, proyectos y comunicaciones importantes después de que expresó sus preocupaciones, según su equipo legal.
Durante el programa 777, Salehpour también planteó preocupaciones de seguridad adicionales con respecto a la aplicación de los procesos de construcción vertical automatizada del fuselaje (FAUB) y ensamblaje determinante (DA) que resultaron en una “desalineación significativa entre piezas, que puede afectar al menos a 400 aviones de la serie 777”, dijeron sus abogados.
El ingeniero de Boeing también afirmó haber observado al fabricante de aviones “presionar a los ingenieros de enlace para que continúen la producción a pesar de la presencia de defectos no examinados”, según sus abogados.
«En lugar de hacer caso a sus advertencias, Boeing dio prioridad a llevar los aviones al mercado lo más rápido posible, a pesar de los problemas conocidos y bien fundamentados que planteó el señor Salehpour», dijeron las abogadas Debra Katz y Lisa Banks. «Los problemas de ingeniería identificados afectan directamente la integridad estructural de los aviones 787 y 777 de Boeing y, a menos que se corrijan, afectarán a toda la industria de la aviación y a todos los que vuelan».
Los problemas de ingeniería «afectarán a toda la industria de la aviación»
Las últimas afirmaciones se producen mientras Boeing sigue bajo un escrutinio generalizado tras una explosión en el aire en un vuelo operado por Alaska Airlines, que involucró a un Boeing 737 MAX 9, en enero.
Ese incidente provocó la inmovilización temporal de los 171 aviones Boeing 737 MAX 9 en todo el mundo mientras la FAA realizaba inspecciones de seguridad. A Boeing también se le prohibió expandir la producción del 737 MAX y se le ordenó desarrollar un plan integral para abordar “problemas sistémicos de control de calidad” en un plazo de 90 días.
Boeing también está siendo investigada por el Departamento de Justicia sobre si la compañía violó o no un acuerdo de 2021 que le permitía evitar el procesamiento tras los dos accidentes fatales del MAX en 2018 y 2019.
El mes pasado, John Barnett, otro denunciante que había estado involucrado en una demanda contra Boeing, fue encontrado muerto por lo que funcionarios dijeron que parecía ser “una herida de bala autoinfligida”.
Boeing negó las acusaciones de Salehpour en un comunicado el martes y agregó que tiene “plena confianza en el 787 Dreamliner”.
“Estas afirmaciones sobre la integridad estructural del 787 son inexactas y no representan el trabajo integral que Boeing ha realizado para garantizar la calidad y la seguridad a largo plazo del avión”, dijo un portavoz de la compañía en un comunicado a The Epoch Times.
«Las cuestiones planteadas han sido objeto de rigurosos exámenes de ingeniería bajo la supervisión [de la Administración Federal de Aviación]» y «no representan ningún problema de seguridad», añadió la empresa.
El director ejecutivo de Boeing testificará
Boeing también señaló que ralentizó la producción en 2021 y 2022 y detuvo las entregas durante casi dos años después de identificar problemas con el avión.
«Para la flota en servicio, un análisis exhaustivo de Boeing y la FAA determinó que no hay problemas de seguridad de vuelo a corto plazo», dijo Boeing. «Según el análisis y cualquier inspección futura, el 787 mantendrá su resistencia, durabilidad y vida útil».
Sin embargo, según The New York Times, la FAA está investigando las afirmaciones del Sr. Salehpour.
La publicación señaló que un portavoz de la agencia confirmó la investigación pero se negó a hacer más comentarios.
En una declaración separada a Axios, un portavoz de la FAA dijo que la agencia investiga todos los informes que recibe.
«La presentación de informes voluntarios sin temor a represalias es un componente crítico en la seguridad de la aviación», dijo el portavoz de la FAA. «Recomendamos encarecidamente a todos los miembros de la industria de la aviación que compartan información».
The Epoch Times se puso en contacto con la FAA para obtener más comentarios.
El miércoles, Associated Press informó que un subcomité del Senado había convocado al director ejecutivo de Boeing, David Calhoun, a testificar sobre sus supuestos problemas relacionados con la seguridad tras las afirmaciones del Sr. Salehpour.
El panel le dijo a la publicación que celebrará una audiencia la próxima semana y también pedirá al Sr. Salehpour que brinde testimonio, señalando que las supuestas acciones de Boeing generarían “riesgos de seguridad potencialmente catastróficos”.
Las acciones de Boeing cayeron más del 2 por ciento el martes.
Con información de Reuters
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