Boeing anunció que despedirá al 10% de su plantilla en los próximos meses y pondrá fin a la producción de su avión de carga 767 una vez que haya completado los pedidos actuales de unas dos docenas de reactores.
Boeing también anunció que retrasará aún más el lanzamiento del 777X, un nuevo modelo que ya lleva varios años de retraso.
El anuncio, realizado por el director ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg, en un memorando a los empleados del 11 de octubre, se produce en medio de una huelga de 33,000 trabajadores que ha paralizado la producción de los aviones 737 MAX, 767 y 777 del fabricante de aviones.
«Nuestra empresa se encuentra en una situación difícil y es difícil exagerar los retos a los que nos enfrentamos juntos», afirma Ortberg en la nota. «Más allá de navegar por nuestro entorno actual, la restauración de nuestra empresa requiere decisiones difíciles y tendremos que hacer cambios estructurales para asegurar que podemos seguir siendo competitivos y ofrecer a nuestros clientes a largo plazo».
Ortberg dijo que los recortes de plantilla permitirán a Boeing «alinearse con nuestra realidad financiera y con un conjunto de prioridades más centradas», y añadió que las reducciones generalizadas incluirán a ejecutivos, directivos y empleados fijos.
Boeing, que a mediados de septiembre anunció la congelación de las contrataciones, la suspensión de los gastos no esenciales y la posibilidad de despidos, señaló en un comunicado separado el 11 de octubre que espera reconocer impactos negativos en sus resultados financieros cuando presente los resultados del tercer trimestre el 23 de octubre. Boeing citó los gastos de ciertos programas comerciales y de defensa, así como la huelga. La compañía espera ahora unos ingresos de 17,800 millones de dólares, un flujo de caja operativo negativo de 1300 millones de dólares y una pérdida por acción de 9.97 dólares.
«Aunque nuestro negocio se enfrenta a retos a corto plazo, estamos tomando importantes decisiones estratégicas para nuestro futuro y tenemos una visión clara del trabajo que debemos hacer para restaurar nuestra compañía», dijo Ortberg en un comunicado que acompañaba al comunicado relativo a los resultados.
La huelga de casi cuatro semanas, que comenzó el 13 de septiembre, no muestra signos de terminar, ya que las conversaciones entre Boeing y el sindicato que representa a los trabajadores en huelga se rompieron a principios de esta semana.
Boeing y el sindicato que representa a los 33,000 trabajadores en huelga anunciaron recientemente que sus negociaciones se han estancado y que no se prevén más conversaciones. Según Stephanie Pope, directora ejecutiva de la unidad de aviones comerciales de Boeing, los dos días de conversaciones con mediación federal de esta semana terminaron sin resolver diferencias significativas.
«El sindicato ha planteado exigencias no negociables que superan con creces lo que podemos aceptar si queremos seguir siendo competitivos como empresa», dijo en una declaración a los empleados de Boeing el 8 de octubre. «Dada esa posición, en este momento no tiene sentido seguir negociando y nuestra oferta ha sido retirada».
Las agencias de calificación crediticia han advertido que las acciones de Boeing podrían ser rebajadas a niveles basura y necesita preservar efectivo. Fitch dijo el 13 de septiembre que Boeing tenía poco margen de maniobra para preservar su calificación de grado de inversión si la huelga se prolongaba, mientras que Moody’s anunció el mismo día que estaba reduciendo la calificación de Boeing. Por su parte, S&P anunció el 8 de octubre que había puesto la calificación del fabricante de aviones en vigilancia crediticia negativa ante la continuación de la huelga.
«Sabemos que estas decisiones les causarán dificultades a ustedes, a sus familias y a nuestro equipo, y sinceramente desearía que pudiéramos evitar tomarlas», escribió Ortberg en el memorándum a los empleados, refiriéndose a los recortes de plantilla. «Sin embargo, el estado de nuestro negocio y nuestra futura recuperación requieren acciones duras».
En el memorándum, el jefe de Boeing también decía que los retos de desarrollo, una pausa en las pruebas de vuelo y los paros laborales retrasarían la primera entrega del 777X hasta 2026.
Asimismo, la producción del carguero comercial 767 concluirá en 2027, una vez completados los 29 pedidos actuales de clientes.
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