Boeing y el sindicato que representa a los maquinistas en huelga anunciaron un acuerdo tentativo que, según los líderes sindicales, debería presentarse a los miembros para una votación de ratificación, lo que allana el camino para un posible fin de la huelga de más de un mes.
«Con la ayuda de la secretaria de Trabajo en funciones de Estados Unidos, Julie Su, hemos recibido una propuesta negociada y una resolución para poner fin a la huelga, que merece ser presentada a los miembros y merece su consideración», declaró la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales Local 751 en un comunicado el 19 de octubre.
Alrededor de 33,000 trabajadores sindicados de Boeing abandonaron el trabajo el 13 de septiembre, después de que casi el 95% de los trabajadores, en su mayoría de la costa oeste, rechazaran la oferta de Boeing de un aumento salarial del 25% en cuatro años. La huelga paralizó la producción del 737 Max y de los aviones de fuselaje ancho 767 y 777, y se calcula que la empresa perdió 1000 millones de dólares al mes debido a la huelga.
Los líderes sindicales dijeron que el acuerdo provisional presenta «mejoras clave» con respecto a una propuesta anterior del 12 de septiembre, las que estarían «destinadas a resolver la huelga.» La última propuesta incluye un aumento salarial del 35% en cuatro años, una prima de ratificación de 7000 dólares y el restablecimiento del pago de incentivos. También incluye una mejora de las aportaciones al plan 401k, un multiplicador de las pensiones de 105 dólares y el restablecimiento de las cláusulas de convocatoria.
Aunque la última propuesta de Boeing hizo una serie de concesiones, esta no incluye un plan de pensiones específico para los nuevos miembros, que fue una demanda clave en las negociaciones anteriores. En su lugar, hizo hincapié en la mejora de las aportaciones al plan 401k, que incluye una aportación del 100% por parte de la empresa, de hasta el 8%, y una aportación única de 5000 dólares para los afiliados que reúnan los requisitos.
El sindicato informó de que tiene previsto celebrar una votación sobre la propuesta el 23 de octubre que, de ser aprobada por mayoría simple de los afiliados, convertirá el acuerdo provisional en un contrato y pondrá fin a la huelga.
Los líderes sindicales dijeron que todavía están finalizando el acuerdo de solución de la huelga y, junto con detalles adicionales del contrato, lo presentarán a los miembros para su consideración antes de la votación del miércoles.
«El futuro de este contrato está en vuestras manos», dijeron los líderes.
«Esperamos que nuestros empleados voten la propuesta negociada», dijo Boeing en una declaración emitida el 19 de octubre.
La huelga comenzó en un momento difícil para Boeing, que ha estado tratando de aumentar la producción después de una serie de incidentes de seguridad y un mayor escrutinio regulatorio en los últimos años. Los analistas advirtieron de que una huelga prolongada podría tener repercusiones financieras duraderas, mientras que las agencias de calificación crediticia advirtieron de posibles rebajas de calificación.
Poco después del inicio de la huelga, a mediados de septiembre, el fabricante de aviones anunció la congelación de contrataciones, el cese de los gastos no esenciales y la posibilidad de despidos, en un intento de conservar efectivo y preservar las operaciones de la empresa a largo plazo. En ese momento, Boeing también dijo que liberaría temporalmente a los contratistas y consultores no esenciales, y pondría en pausa los programas de retención de empleados, las comidas de catering y los eventos de equipo.
Cuando la huelga se prolongó hasta octubre, Boeing anunció que suprimiría unos 17,000 puestos de trabajo y retrasaría aún más el lanzamiento del 777X, un nuevo modelo que ya lleva varios años de retraso.
«Nuestro negocio se encuentra en una posición difícil y es difícil sobreestimar los retos a los que nos enfrentamos juntos», dijo el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, en un memorando a los empleados el 11 de octubre, el mismo día en que el fabricante de aviones anunció en un comunicado de prensa que esperaba reconocer impactos negativos en sus resultados financieros cuando presente los resultados del tercer trimestre el 23 de octubre.
Boeing atribuyó el impacto, a los gastos relacionados con determinados programas comerciales y de defensa, así como a la huelga en curso. La empresa prevé ahora unos ingresos de 17,800 millones de dólares, un déficit de flujo de caja operativo de 1300 millones de dólares y una pérdida de 9.97 dólares por acción.
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