El presidente brasileño Jair Bolsonaro y el dictador cubano Miguel Díaz-Canel cruzaron este fin de semana una serie de mensajes en las redes sociales relacionadas con la situación de los médicos cubanos y el uso que de ellos hace el régimen de la isla.
En el centro de la diatriba estuvo el programa Mais Medicos, que permitía al régimen comunista recibir los ingresos de miles de galenos cubanos trabajando en Brasil.
Cuba ordenó el pasado 14 de noviembre la retirada de los médicos de su país que participaban en dichol programa de Brasil, cuando Bolsonaro dijo que accedería a que este siguiera en pie solo si el régimen comunista permitía a los médicos cubanos cobrar su salario íntegro y permanecer junto a sus familias, pero Cuba rechazó las condiciones y se retiró del acuerdo.
El presidente de Brasil también calificó a los profesionales de la isla como «esclavos» de una «dictadura».
– O ditador cubano recebia R$ 1 bilhão por ano do Brasil, pelo trabalho de 10 mil «profissionais» de saúde, que aqui viviam em condições análogas à escravidão. A mamata acabou, agora esses recursos serão utilizados para nossa Saúde no programa MÉDICOS PELO BRASIL. pic.twitter.com/3j8cFIeyy1
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) August 3, 2019
Sus declaraciones tuvieron lugar durante el lanzamiento del nuevo programa «Médicos por Brasil», que sustituirá al «Mais Medicos».
Díaz-Canel por su parte, dijo el sábado en Twitter que el presidente brasileño mentía acerca del programa de los médicos, y lo acusó de practicar “servilismo” a Estados Unidos.
El mismo día Bolsonaro le respondió a Díaz-Canel, lo llamó “dictador”, y señaló que los médicos cubanos eran tratados como esclavos por parte del régimen.
“El dictador cubano recibía mil millones de reales –unos USD 250 millones– por año de Brasil por el trabajo de 10.000 ‘profesionales’ de salud, que vivían en condiciones análogas a la esclavitud”, dijo Bolsonaro.
“El engaño acabó, ahora esos recursos serán utilizados para nuestra salud”, agregó.
La semana pasada el gobierno de Brasil anunció que los médicos cubanos que decidieron no regresar a la isla y permanecer en ese país podrán solicitar un permiso de residencia y trabajar por al menos dos años.
O @governodobrasil lançou, nesta semana, o Programa #MédicosPeloBrasil. A estratégia ampliará em cerca de 7 mil vagas a oferta de médicos em municípios onde há os maiores vazios assistenciais na comparação com o programa Mais Médicos. Entenda: https://t.co/8IbB0dH6dS pic.twitter.com/CFJv5Xcqri
— Ministério da Saúde (@minsaude) August 2, 2019
“Después de años de trabajar con sus derechos violados, los médicos cubanos que participaron en el Programa Mais Médicos podrán vivir en Brasil como verdaderos ciudadanos. Felicitaciones a los ministros”, dijo en Twitter Jorge de Oliveira Francisco, Secretario General de la Presidencia de la República de Brasil, que luego retuiteó Bolsonaro.
El presidente de Brasil también cuestionó el nivel y calidad del servicio médico que ofrece Cuba.
Si “los cubanos fuesen tan buenos hubiesen salvado la vida de Hugo Chávez, pero no funcionó, les salió mal”, dijo el mandatario.
“Si los cubanos fuesen tan buenos como dicen, Dilma y Lula hubieran tenido aquí en el Palacio de Gobierno, cubanos en lugar de brasileños”, aseveró, según medios locales.
Las exportaciones de servicios médicos constituyen en este momento la mayor fuente de ingresos del régimen de La Habana, por delante incluso del turismo, de acuerdo a las estadísticas publicadas en la web de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Esta semana, Cuba dio a conocer que en 2018 percibió ingresos por los servicios médicos en el exterior por 6400 millones de dólares, según reportes oficiales difundidos por la estatal ONEI.
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Las condiciones desfavorables en las que el régimen contrata y usa a los médicos quedó también denunciada en el Informe sobre Trata de Personas de 2019, (ITP, por sus siglas en inglés) publicado por EE. UU en junio pasado.
Según ITP, el régimen cubano recaudaba todos los ingresos pagados a los médicos cubanos, pero solo le pagaba al trabajador una fracción de los ingresos, dejando la otra parte del salario en una cuenta que el trabajador solo podía acceder si regresaba a Cuba. Se estima que el régimen cubano recaudó en salarios alrededor de USD 7200 millones anualmente desde el 2017.
Además, si los participantes abandonan el programa y no regresan a Cuba, el régimen cubano los amenaza con revocar sus licencias médicas, tomar represalias contra su familia en Cuba, demandarlos penalmente, entre otras sanciones.
No obstante, las amenazas, se estima que aproximadamente 2000 cubanos se quedaron en Brasil luego que el programa Mais Medicos finalizó, y unos 700 de ellos regularizaron su situación al casarse con ciudadanos brasileños.
“Las misiones médicas cubanas son un pretexto para una verdadera intervención (…) son una máscara para la mayor fuente de ingresos en divisas del régimen cubano”, expresó Luis Almagro, Secretario General de la OEA, de acuerdo con la OEA.
“Es un sistema de esclavitud moderna que no puede quedar impune. Este modelo constituye otra sistemática violación de los derechos humanos por parte del régimen cubano”, concluyó.
El modelo de “esclavitud moderna” de los médicos cubanos fue considerado como un crimen de lesa humanidad, y de esta forma fue presentado ante la Corte Penal Internacional (CPI) en mayo de este año, según comunicó la organización de derechos humanos cubana Prisioners Defenders.
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