El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, convaleciente del virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, desde hace dos semanas, dijo este martes que aguarda el resultado de un nuevo examen y que, en caso de dar negativo, volverá «a la normalidad» esta misma semana.
El mandatario, recluido desde el pasado 7 de julio y que este martes cumplió los preceptivos catorce días de confinamiento, volvió a conversar con un pequeño grupo de partidarios que se acercó hasta la residencia oficial de la Presidencia para asistir a la ceremonia en la que es arriada la bandera nacional.
Separado de unas treinta personas que le aguardaban para darle ánimo, el presidente brasileño hizo unos pocos comentarios y se mostró saludable, aunque aclaró que su «vuelta a la normalidad» depende del resultado de un nuevo examen de COVID-19.
«Si Dios quiere, será negativo», declaró el presidente, separado de sus seguidores por un pequeño canal de agua de unos tres metros de ancho y acompañado por unas pocas personas entre quienes estaba el senador Flavio Bolsonaro, el mayor de sus tres hijos que actúan en política.
Bolsonaro ha repetido ese encuentro a distancia con los pequeños grupos que se congregan ante su residencia oficial desde el sábado pasado, y en cada ocasión mostró que se encuentra en buen estado, lo que ha atribuido en buena medida a la cloroquina.
Desde que dio positivo de COVID-19, y según ha explicado por prescripción de los médicos militares que le atienden, Bolsonaro ha sido tratado con el antipalúdico.
Brasil, de acuerdo a los últimos datos oficiales, ya supera las 80,100 muertes y acumula más de 2.1 millones de casos confirmados.
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