El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, recibió este martes con honores de Estado a su homólogo colombiano, Iván Duque, para una cita postergada por la pandemia y que servirá para analizar asuntos regionales, como la crisis venezolana.
La ceremonia tuvo el protocolo de una visita de Estado, pese a su carácter oficial, lo cual supuso una deferencia con el mandatario colombiano, quien pasó revista a un grupo de soldados del regimiento Dragones de la Independencia, vestidos con sus uniformes históricos.
Bolsonaro recibió a Duque con un afectuoso abrazo en lo alto de una rampa que conduce a la primera planta del Palacio presidencial de Planalto, donde con 21 cañonazos de fondo escucharon los himnos de ambos países.
Los mandatarios tendrán una reunión privada a la que luego se sumarán ministros de ambos Gobiernos y posteriormente está previsto que hagan una declaración conjunta ante los periodistas, previa a un almuerzo en el vecino Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería.
En la agenda figuran diversos asuntos bilaterales, con marcado acento económico y que ya fueron abordados en reuniones que Duque tuvo este lunes con empresarios en Sao Paulo, y otros de carácter político y regional, como la situación de Venezuela.
Bolsonaro y Duque califican a Nicolás Maduro de dictadura y consideran al líder opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, país que celebrará unas polémicas elecciones regionales en noviembre próximo.
Antes de regresar a Colombia, Duque será recibido en la sede del Parlamento por el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
La visita de Duque estaba prevista para fines del año pasado, pero fue postergada varias veces debido a la fuerte incidencia de la pandemia de covid-19, que en los últimos meses ha perdido fuerza.
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