Un bombardero B-52 voló sin parar desde Louisana hasta el Mar de China Meridional, donde se unió a dos portaaviones durante el fin de semana, en la última demostración de una nueva estrategia diseñada para mantener a los adversarios en alerta.
«Un bombardero B-52 Stratofortress del 96º Escuadrón de Bombarderos, 2ª Ala de Bombarderos, Base de la Fuerza Aérea de Barksdale, Louisiana, despegó de su estación base y participó en un ejercicio de integración marítima con los grupos de ataque de los portaaviones USS Nimitz y USS Ronald Reagan en el Mar de China Meridional antes de aterrizar en la Base de la Fuerza Aérea de Andersen, Guam», dijo una declaración del 5 de julio de la Fuerza Aérea.
En los últimos meses, la Fuerza Aérea de EE.UU. ha estado enviando bombarderos desde el territorio continental de Estados Unidos a Europa y el Pacífico en misiones de grupos de trabajo de bombarderos para demostrar una nueva estrategia conocida como empleo de fuerzas dinámicas.
Esa nueva estrategia, elaborada en respuesta a la Estrategia de Defensa Nacional en 2018, permite al ejército en su conjunto lanzar más despliegues y misiones de forma impredecible desde el continente.
La Armada se ha deshecho de los ciclos de despliegue de un año que permitían a los adversarios predecir cuándo y dónde iban a navegar los grupos de portaaviones estadounidenses.
El ejército de EE.UU. ha estado trabajando durante la administración Trump para hacer frente a lo que describe como una «renovada Competencia de Grandes Potencias» con Rusia, y aún más significativamente con China.
Dos portaviones, el USS Nimitz y el USS Ronald Reagan llevaron a cabo operaciones y ejercicios en el Mar de China Meridional durante el fin de semana «para apoyar un Indo-Pacífico libre y abierto», dijo la Armada en un comunicado.
La Armada no especificó dónde se estaban realizando los ejercicios en el Mar de China Meridional.
«El propósito es mostrar una señal inequívoca a nuestros socios y aliados de que estamos comprometidos con la seguridad y estabilidad regional», dijo el contralmirante George M. Wikoff, según The Wall Street Journal.
Sin embargo, Wikoff dijo que los ejercicios no eran una respuesta a los recientes ejercicios militares chinos en la región, que habían suscitado críticas desde Washington.
A los dos portaaviones se les unió el bombardero B-52 durante los ejercicios, el cual, después de 28 horas de vuelo sin parar, aterrizó en la estratégicamente importante base estadounidense de la isla Guam.
Por primera vez en 16 años, Guam se ha quedado sin la presencia permanente de bombarderos desde abril, cuando la Fuerza Aérea de EE.UU. cambió a su nuevo modelo de despliegue.
«Los bombarderos se emplearán de una manera mucho más dinámica, o serán sacados de sus estaciones de origen, predominantemente, si no exclusivamente, en el territorio continental de Estados Unidos, y llevarán a cabo misiones en todo el mundo», dijo anteriormente Timothy Walton, analista de defensa del Instituto Hudson, a The Epoch Times.
«Este cambio inicialmente atrajo alguna preocupación porque la continua presencia de bombarderos ha sido vista por los ciudadanos de EE.UU. en las islas Marianas, y luego por los aliados de EE.UU. en la región como una clara señal de la resolución de EE.UU. en la región».
Sin embargo, la vigorosa adopción del nuevo enfoque en las últimas semanas ha aliviado algunas de las preocupaciones de los aliados, dice Walton.
«De hecho, es probable que los bombarderos que operan desde las bases de EE.UU. sean ahora incluso más capaces de lo que eran en el pasado».
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