La semana pasada, por primera vez en 16 años, la fuerza aérea de EE.UU. dejó la isla clave y estratégica del Pacífico, Guam, sin bombarderos pesados.
Ese acto de desaparición no fue un signo de debilidad, sino un nuevo truco que el Pentágono está practicando para mantener a los adversarios en alerta: el empleo de fuerza dinámica.
Unos días más tarde, un bombardero B-1 de EE.UU. estuvo en el Pacífico, en un viaje de ida y vuelta de 30 horas desde Dakota del Norte a Japón, precisamente para mostrar la nueva estrategia en acción.
«En demostración del modelo de empleo dinámico de la fuerza de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, un bombardero B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos voló desde el territorio continental de los Estados Unidos y se integró con el Koku Jieitai (Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón o JASDF) para realizar un entrenamiento de familiarización bilateral y teatral cerca de Japón el 22 de abril», se lee en una declaración del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos.
«Esta operación muestra nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad y la estabilidad de la región Indo-Pacífica a través del empleo de fuerzas estratégicas de todo el mundo», dijo el general CQ Brown, Jr., comandante de las Fuerzas Aéreas del Pacífico y del Componente Aéreo de INDOPACOM.
«Desde enfrentar las amenazas invisibles de una pandemia global hasta abordar la agresión militar y las actividades coercitivas, seguimos siendo una fuerza letal, innovadora e interoperativa centrada en una visión compartida de mantener un lndo-Pacífico libre y abierto».
La Armada y el Ejército también han estado experimentando un cambio estratégico similar.
El objetivo es evitar la predictibilidad de las rotaciones fijas o de la presencia permanente, estirando aún más las mismas fuerzas, y manteniendo a los adversarios inciertos. Sin embargo, la estrategia no es fácil, ya que requiere mayores niveles de preparación en general, lo que conlleva un mayor costo.
En 2018, por primera vez en una década, el Golfo Arábigo se quedó sin un grupo de ataque de portaaviones, ya que el USS Harry Truman navegó hasta el Círculo Ártico, el primer portaaviones que patrulla allí desde la Guerra Fría.
Esta fue la primera vez que la Armada probó el despliegue dinámico.
La nueva estrategia sigue las demandas de la Estrategia de Defensa Nacional 2018 para que los militares sean «estratégicamente predecibles, pero operacionalmente impredecibles», dijo previamente a The Epoch Times Bryan Clark, investigador principal del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.
«Los aliados y adversarios de EE.UU. saben que las fuerzas de EE.UU. se desplegarán en el extranjero y responderán rápidamente si hay una crisis. Pero día a día, no sabrán si los despliegues de las fuerzas de EE.UU. van a ocurrir».
Los despliegues del Ejército en Europa y en las rutas del Pacífico también están vinculados a conceptos de fuerza dinámica.
La Estrategia de Defensa Nacional tiene como objetivo alejar al ejército de la contrainsurgencia para centrarse principalmente en la modernización y la adaptación para hacer retroceder el nuevo músculo militar de China.
El gasto militar chino se ha multiplicado por diez en las dos últimas décadas, y el Partido Comunista está construyendo el mayor arsenal de misiles de largo alcance del mundo, precisamente para mantener a raya a los aviones estadounidenses.
El misil D-26 de alcance intermedio, que se lanzó cuando Estados Unidos aún estaba vinculado por el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, fue incluso apodado «el asesino de Guam» por su potencial para alcanzar el territorio insular estadounidense, una posición estratégica clave en el Pacífico occidental.
«La consistencia y predictibilidad del despliegue (de Guam) planteó serias vulnerabilidades operacionales», dijo Timothy Heath, investigador principal de defensa internacional del grupo de expertos de la RAND Corp, a CNN. «Un planeador del ejército chino podría haber planeado fácilmente la forma de destruir los bombarderos debido a su conocida presencia», dijo.
El despliegue dinámico de fuerzas no significa que los bombarderos no regresarán a Guam, sin embargo, simplemente que ya no serán una característica permanente en la que puedan confiar los estrategas militares chinos.
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