Un avión bombardero de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de la Base de Ellsworth en Dakota del Sur se estrelló durante una misión de entrenamiento el 4 de enero, confirmaron los funcionarios.
El bombardero B-1 Lancer se estrelló aproximadamente a las 5:50 p.m. mientras intentaba aterrizar en la base, dijo a través de una declaración la 28.ª Ala de Bombardeo de Ellsworth.
Los cuatro miembros de su tripulación a bordo pudieron eyectarse de forma segura. Las autoridades no indicaron si se reportaron heridos.
Se desconoce la causa del incidente y las autoridades no proporcionaron más detalles.
Sin embargo, según un equipo automatizado de informes meteorológicos, que registró las condiciones del aeródromo, la visibilidad era mala, había temperaturas gélidas y nubes bajas en el momento del accidente.
Una junta de oficiales de la Fuerza Aérea investigará el accidente, dijeron las autoridades.
Varios departamentos de bomberos locales acudieron al lugar del accidente tras recibir informes de un pequeño incendio, según The New York Post.
La Fuerza Aérea de Ellsworth fue cerrada a las operaciones de vuelo a raíz del accidente, según informes que citan un Aviso a los aviadores/Aviso a las misiones aéreas (NOTAM).
La 28.ª Ala de Bombardeo, ubicada en la Base de la Fuerza Aérea de Ellsworth, es una de las dos bases responsables de la operación y mantenimiento del B-1B Lancer.
El ala está alineada bajo el Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea.
El B-1 es un bombardero supersónico muy versátil que sirve como «la columna vertebral de la fuerza de bombarderos de largo alcance de Estados Unidos» y puede «lanzar rápidamente cantidades masivas de armas de precisión y no precisión contra cualquier adversario, en cualquier parte del mundo, en cualquier momento», según la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Entró en servicio por primera vez en la década de 1980 y se ha utilizado para apoyar la presencia de bombarderos estadounidenses en Irak y Afganistán. Este avión no porta armas nucleares.
La “configuración combinada de ala y cuerpo, las alas de geometría variable y los motores turbofan de postcombustión del bombardero se combinan para proporcionar largo alcance, maniobrabilidad y alta velocidad, al tiempo que mejoran la capacidad de sobrevivencia”, según la Fuerza Aérea.
Si bien originalmente se construyeron 100 bombarderos B-1 Lancer, menos de 60 permanecen en servicio en la Base de la Fuerza Aérea Dyess en Texas y la Base de la Fuerza Aérea Ellsworth.
Choque del Osprey
El último incidente se produjo poco después de que la Fuerza Aérea de EE. UU. recuperara la caja negra del accidente de un CV-22B Osprey, frente a la costa de Japón en noviembre, que se cobró la vida de ocho aviadores.
Las autoridades dijeron el jueves que la caja negra será transportada a laboratorios para la recuperación de datos y que el análisis de los datos probablemente llevará varias semanas.
El Osprey se estrelló frente a la costa de Yakushima, Japón, durante una misión de entrenamiento, el 29 de noviembre de 2023.
Según los funcionarios, el avión partió de la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Iwakuni, en la prefectura de Yamaguchi. Sin embargo, poco después del despegue, la tripulación del Osprey contactó con la Guardia Costera solicitando un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Yakushima.
Tras la llamada de emergencia, la aeronave desapareció del radar.
Posteriormente, se confirmó la muerte de los ocho a bordo, aunque hasta ahora los funcionarios de la Fuerza Aérea solo han podido recuperar los restos de siete de los aviadores.
La historia continúa debajo del anuncio.
El accidente ha provocado la inmovilización de todos los aviones Osprey que no estaban involucrados en operaciones de recuperación de emergencia, a la espera de una investigación sobre la seguridad del avión.
Las autoridades dijeron el mes pasado que la información preliminar sugiere que una “posible falla de material” estuvo detrás del accidente, aunque enfatizaron que la “causa subyacente de la falla se desconoce en este momento”.
Con información de The Associated Press
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