McALLEN, Texas—Aviones arrojaron retardante de fuego sobre el Panhandle de Texas el domingo y se ordenó la evacuación de una pequeña comunidad mientras los bomberos continuaban sus esfuerzos para extinguir el incendio forestal más grande en la historia del estado.
Los fuertes vientos propagaron aún más las llamas, lo que provocó que se emitiera una orden de evacuación en Sanford, un pueblo de poco más de 100 residentes, según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional, en Amarillo. Un grupo de incendios ha quemado más más de 1900 millas cuadradas (4900 kilómetros cuadrados) en áreas rurales que rodean Amarillo, incluido el incendio más grande que se extiende hacia la vecina Oklahoma.
Mientras los bomberos luchan por contener incendios forestales sin precedentes, las organizaciones humanitarias están centrando su atención en las víctimas que han perdido sus hogares y sus medios de vida en los incendios.
Los residentes comenzaron a limpiar las propiedades afectadas el sábado y el domingo la magnitud de las pérdidas comenzó a aumentar.
Julie Winters, directora ejecutiva de United Way del condado de Hutchinson, dijo que la organización ha escuchado estimaciones de más de 150 viviendas afectadas en el condado, y señaló que los incendios se extienden a, por lo menos, otros cinco condados.
“Ya sabemos que un gran grupo de personas no tienen seguro y perdieron sus hogares. Entonces, sin asistencia monetaria, les resultará muy difícil empezar de nuevo”, dijo Winters.
Alrededor de 70 familias de Fritch, Texas, se acercaron a la organización el viernes durante un evento, pero Winters cree que muchas otras se presentarán en los próximos días y semanas.
“Nuestro objetivo a largo plazo es intentar que la gente vuelva a los refugios», dijo Winters.
Una avalancha constante de donaciones de ropa, agua y comidas calientes rápidamente abrumó a una ciudad en el área afectada. El domingo, la ciudad de Borger instó a la gente a priorizar la donación de suministros de limpieza.
“NO NECESITAMOS MÁS AGUA NI BEBIDAS”, dijo la ciudad en una publicación en las redes sociales. “Seguimos necesitando material de limpieza como palas, rastrillos, guantes y bolsas de basura resistentes. Seguimos sin aceptar ropa. Otros lugares de entrega de ropa se han visto inundados y han dejado de aceptar [las entregas]”.
Las donaciones monetarias que oscilan entre USD 25 y USD 500 han sido fundamentales para el Fondo United Way de Ayuda por Incendios Forestales del Condado de Hutchinson, que está distribuyendo las ganancias entre las familias desplazadas.
“Creo que a veces lo que la gente no entiende en una pequeña comunidad rural es que no hay viviendas temporales”, dijo Winters. «No tenemos bienes inmuebles como esos y ni siquiera tenemos hoteles que puedan hacerse cargo de esas cosas».
La Sra. Winters dijo que los incendios le recuerdan los efectos devastadores similares del incendio de 2014 en Fritch, cuando numerosas familias también perdieron sus hogares y no pudieron regresar.
“¿Cómo lograr que las personas regresen a sus hogares para que puedan permanecer en nuestra comunidad y no tener que mudarse a otro lugar?”, preguntó la Sra. Winters.
Durante una entrevista con CNN el domingo, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo que el gobierno federal ha dedicado fondos, equipos y personal para ayudar a combatir los incendios.
Hasta el domingo por la tarde, el incendio de Smokehouse Creek, que ha quemado más de 1 millón de acres, estaba contenido en un 15 por ciento. Otros dos incendios que quemaron un total de 180,000 acres (72,843.49 hectáreas) fueron contenidos en un 60 por ciento. Las autoridades no han dicho qué provocó los incendios, pero los fuertes vientos, el pasto seco y las temperaturas inusualmente cálidas alimentaron las conflagraciones.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió el domingo advertencias de bandera roja, que indican un riesgo extremo de incendio debido a las temperaturas cálidas, la baja humedad y los fuertes vientos, en gran parte del centro de Estados Unidos, incluidos Texas y sus estados vecinos de Nuevo México y Oklahoma. Las advertencias de bandera roja también cubrieron casi todo Nebraska e Iowa, junto con grandes franjas de Kansas, Missouri y Dakota del Sur. Porciones más pequeñas de Colorado, Wyoming, Minnesota e Illinois también estaban bajo advertencias de bandera roja.
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