El número de brasileños con contratos formales de trabajo se redujo en 1.14 millones en el acumulado de enero a mayo, en comparación con el mismo período de 2019, en gran parte como consecuencia de la paralización de actividades por la pandemia, informó este lunes el Gobierno.
De acuerdo con los datos divulgados por el Ministerio de Economía, solo en mayo de este año fueron eliminados 321,140 empleos formales, resultado de la diferencia entre la admisión de 703,921 trabajadores con todas las garantías laborales y sociales y el despido de 1,035,822 personas que contaban con una plaza formal.
Con los datos de mayo, ya son 1,144,875 los empleos formales que ha perdido Brasil en el acumulado del año.
En el mismo período de 2019, por el contrario, fueron generadas 351,063 nuevas plazas laborales formales en el país.
Según el Gobierno, el resultado negativo de mayo se debió a la caída de las admisiones, en un 48 % en relación con las del mismo mes de 2019.
No obstante, en el comparativo con abril el número de plazas de trabajo aumentó un 14 %, especialmente por la reapertura de la construcción, uno de los primeros sectores en retomar actividades en Brasil en medio de la crisis por la pandemia del virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus.
El número de plazas que se abrieron en el sector de la construcción aumentó un 41.5 % en mayo frente a abril, seguido de los de agricultura (28 %) y comercio (20 %).
El único sector económico que registró un resultado positivo en mayo en la comparación con el mismo mes del año pasado fue el agropecuario, con la generación de 15,993 empleos formales.
El resultado para el acumulado del año también fue positivo en la actividad agropecuaria, con la creación de 25,430 empleos formales, mientras que en las otras actividades económicas el saldo fue rojo.
Entre enero y mayo de 2020 el sector servicios eliminó 143,479 empleos formales, el de industria 96,912, el de comercio 88,739 y el de construcción 18,758.
De acuerdo con el Ministerio de Economía, la situación hubiera sido peor si no hubiese puesto en marcha una medida de emergencia por la que se comprometió a pagar parte de los salarios de empleados que tuvieron jornadas de trabajo y sueldos reducidos por empresas que aceptaron no despedir sus empleados.
El llamado Programa de Emergencia de Preservación de Empleo y de Renta, que sólo entró en vigor el 1 de abril, atiende actualmente a 8.1 millones de empleados formales, que mantienen sus puestos pero permanecen en casa o trabajan en jornadas reducidas y con descuentos proporcionales en el salario.
Según cifras oficiales, las medidas de distanciamiento social dejaron a 19 millones de brasileños provisionalmente sin trabajo en mayo, de las que 9.7 millones quedaron sin rendimiento ese mes.
El Banco Central, en el informe en que divulgó su nueva proyección para el PIB brasileño este año y en que pasó a prever una contracción del 6.4 %, calcula que el consumo de las familias, mayor motor de la economía en este país de 210 millones de habitantes, se retraerá el 7.4 % este año por la caída de la renta.
Con cerca de 58,000 muertos y más de 1.34 millones de infectados Brasil es el segundo país del mundo más afectado con la pandemia detrás de Estados Unidos.
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