El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo que la Nación se salió del Pacto Global para la Migración al que se había adherido en diciembre, al final del gobierno de Michel Temer.
En un comunicado que se envió a los diplomáticos brasileños, al que la BBC News Brasil tuvo acceso, el Ministerio solicitó a las misiones de Brasil en la ONU y en Ginebra «informar de su decisión por nota, respectivamente al Secretario General de las Naciones Unidas y al Director General de la Organización Internacional de Migración además de a cualquier otro interlocutor considerado relevante, que Brasil se disocia del Pacto Global para Migración Segura, Ordenada y Regular», reportó Globo.
Brasil no deberá «participar de cualquier actividad relacionada con el pacto o su implementación», destaca el documento. Los diplomáticos afirmaron a BBC News Brasil que el telegrama llegó a los destinatarios.
Pacto Migratório: pic.twitter.com/PPI5j6S698
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) 9 de enero de 2019
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, ya había anunciado previamente en Twitter que el país dejaría el pacto.
Es un «instrumento inadecuado para lidiar con el problema [migratorio]», dijo Araújo.»La inmigración no debe ser tratada como cuestión global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país».
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió a la migración como un tema que se debe regular de acuerdo a las necesidades del país.
“Nunca rechazaremos ayuda a los que la necesitan, pero la inmigración no puede ser indiscriminada. Es necesario criterios, buscando la mejor solución de acuerdo con la realidad de cada país. Si controlamos quién dejamos entrar en nuestras casas, ¿por qué haríamos diferente con nuestro Brasil?”, escribió hoy en su cuenta de Twitter.
Jamais recusaremos ajuda aos que precisam, mas a imigração não pode ser indiscriminada. É necessário critérios, buscando a melhor solução de acordo com a realidade de cada país. Se controlamos quem deixamos entrar em nossas casas, por que faríamos diferente com o nosso Brasil?
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) 9 de enero de 2019
“La defensa de la soberanía nacional fue una de las banderas de nuestra campaña y será una prioridad de nuestro gobierno. Los brasileños y los inmigrantes que aquí viven estarán más seguros con las reglas que definiremos por cuenta propia, sin presión del exterior”, añadió el mandatario en otro tuit.
A defesa da soberania nacional foi uma das bandeiras de nossa campanha e será uma prioridade do nosso governo. Os brasileiros e os imigrantes que aqui vivem estarão mais seguros com as regras que definiremos por conta própria, sem pressão do exterior.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) 9 de enero de 2019
Países renuncian por al pacto por extensión de derechos
El pacto negociado en 2017 y firmado inicialmente por cerca de 160 de 193 países de la ONU, contiene cláusulas de principios universales de derechos humanos, sin embargo, dispone un extensión de derechos a los migrantes, independiente de su estatus migratorio, que podría dar a los migrantes acceso a todos los servicios básicos del país. Varias naciones han renunciado al acuerdo o no lo han ratificado.
De acuerdo al Gobierno de República Dominicana, uno de los países no firmantes, el Pacto de Migración tal como se plantea hoy limitaría la capacidad del Estado para responder a situaciones que pudiesen presentarse en su frontera terrestre.
Firmarlo implicaría aceptar obligaciones no previstas en el ámbito del Derecho Internacional. Sus opositores advierten que los países tendrían que asumir gastos que podrían exceder los considerados por un país.
El Pacto Migratorio a su vez prevé la detención de los migrantes irregulares como último recurso, lo que haría casi imposible su eventual deportación a sus países de origen.
Por otro lado, el pacto facilita el acceso de los migrantes irregulares a una evaluación individual, lo que significa un plan de regularización permanente.
Según Naciones Unidas, 150 naciones lo habían adoptado por aclamación durante una sesión plenaria de la Cumbre de Marrakech presidida por António Guterres, Secretario General de la ONU. Sin embargo, países como Australia, Chile, Italia, Israel, República Dominicana, se retiraron, y Estados Unidos se opuso desde el inicio.
Pese a que Guterres lanzó un mensaje a los países que se habían negado a firmar el pacto, recordando que «no es un tratado» y que «no es jurídicamente vinculante», el análisis minucioso pone en duda las consecuencias.
«El pacto solo reafirma que los migrantes tienen derechos humanos independientemente de su estatus”, dijo Guterres.
El integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Chile, Manuel José Ossandón, afirmó el 10 de diciembre de 2018 que “el pacto no es del todo negativo, pero sí es muy confuso, por lo que es mejor que Chile se abstenga y observemos cómo se aplica, los alcances y consecuencias que tendrá en los países vecinos que sí lo suscribieron. Ahí veremos si fue acertada o no la decisión tomada. Yo creo que el tiempo nos dará la razón”.
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