La actriz Brooke Shields demuestra que la edad no es más que un número y se une a la campaña «Thrive@50+» de GSK.
En una entrevista con la revista People, la actriz de 59 años afirmó que la vida después de los 50 debería tener más connotaciones positivas que negativas.
«Llevo mucho tiempo envejeciendo. Ya estoy acostumbrada», afirma. «Creo que, por desgracia, los mensajes sobre el envejecimiento son predominantemente negativos. Esa no es la narrativa que estoy viviendo, y no merecemos vivir esa narrativa».
Shields se asoció a la campaña con la esperanza de educar a los adultos de 50 años o más sobre el poder del envejecimiento y la protección de la salud, concretamente sobre su riesgo de herpes zóster.
Según el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento, los adultos mayores de 60 años representan aproximadamente la mitad de todos los casos de herpes zóster en Estados Unidos.
La iniciativa se esfuerza por promover un «envejecimiento saludable» al tiempo que subraya que la edad aporta tanto «poder como nuevas consideraciones de salud».
Shields subrayó la importancia de comprender el control que uno tiene sobre su propia salud, y que asociarse con «Thrive@50+» era una obviedad.
«Esta campaña realmente defiende eso… y el mensaje de que tener más de 50 años no es el final del camino. Es el principio de un nuevo capítulo».
Shields saltó a la fama como modelo adolescente en los años ochenta, como imagen de Calvin Klein y otras campañas, tras iniciar su carrera como actriz a los 12 años en la película de Louis Malle «Pretty Baby», de 1978.
Desde entonces, añadió a su currículum el de personalidad televisiva, empresaria y, lo que es más importante, «madre», un hito personal que puso su vida en perspectiva.
«Creo que después de cumplir 50 años se abren muchas cosas. … Había criado a mis hijos. Me situé en un lugar diferente en mi vida. Creo que nunca tuve miedo de la próxima década o del próximo año», afirma.
Shields tiene dos hijas, Rowan, de 21 años, y Grier, de 18, con su marido Chris Henchy. Hace poco, la pareja se quedó en casa sin hijos, tras enviar a Grier a la universidad.
A principios de este año, Shields publicó su nuevo libro, «Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old» (Brooke Shields no tiene permiso de envejecer), con la esperanza de ofrecer a los lectores una perspectiva diferente sobre el viaje de la mediana edad.
Basándose en su experiencia e investigación, Shields dice que está cambiando la narrativa sobre las mujeres y el envejecimiento, y en su libro aporta «honestidad y vulnerabilidad» que «encenderán una nueva conversación sobre el poder y la promesa de la mediana edad».
Shields dice que comprende los cambios que conlleva la edad. Señala que la belleza del envejecimiento es simplemente un «ajuste», y añade que sentirse bien física y mentalmente es lo más importante.
«No voy a volver a tener 20 años nunca más. Pero quiero ser la más fuerte y estar en forma físicamente, y voy a hacer todas las cosas que puedo hacer para estar vibrante», dijo.
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