Los buques de China violaron sistemáticamente la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Japón con propósitos nefastos. La ZEE es un área de océano alrededor de la costa de un país sobre la cual tiene derechos exclusivos y jurisdicción, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
El periódico japonés Yomiuri Shimbun informó el 14 de abril que el régimen chino envió buques a la ZEE japonesa repetidamente sin el consentimiento del gobierno japonés, en nombre de realizar estudios del suelo oceánico, cuando en realidad fue para recoger secretamente depósitos minerales, depósitos de tierras extrañas (raras) y también capturó criaturas singulares de aguas profundas.
El informe detallaba que la Guardia Costera de Japón descubrió el verdadero motivo de los barcos chinos, pero no especificaba qué era lo que los barcos chinos afirmaban estar inspeccionando.
Según un artículo publicado en la revista científica Nature el 10 de abril, un equipo de investigadores japoneses descubrió recientemente una reserva de unos 16 millones de toneladas de materiales de tierras extrañas (raras), situada debajo de la isla de Minamitorishima, a unas 1.150 millas de Tokio.
Rocky Smith, gerente de la planta de Molycorp Inc. en las instalaciones de extracción y procesamiento de tierras extrañas (raras) de Mountain Pass, sostiene un puñado que contienen elementos singulares, durante un recorrido por los medios de comunicación en Mountain Pass, California-EE.UU., el lunes 13 de diciembre de 2010. (Jacob Kepler/Bloomberg vía Getty Images)
Los minerales de estas tierras raras se utilizan en la fabricación de baterías, vehículos eléctricos y otros dispositivos de alta tecnología como teléfonos inteligentes, vehículos híbridos, dispositivos de radar y sistemas de misiles.
La reserva contiene 780 años de suministro mundial de itrio -utilizado para hacer pantallas de teléfonos celulares, lentes de cámara y superconductores-, 620 años de europio, 420 años de terbio y 730 años de displasia, según la naturaleza.
“Tiene el potencial de suministrar estos materiales de forma semi-infinita al mundo”, afirma el documento.
“Este es un cambio de juego para Japón”, aclaró Jack Lifton, director fundador de la firma de investigación de mercado Technology Metals Research, a The Wall Street Journal. “La carrera para desarrollar estos recursos está en marcha”.
Los imágenes de estas tierras raras se exhiben en la sala de exposición de Inner Mongolia Baotou Steel Rare-Earth Hi-Tech Co. en Baotou, Mongolia Interior-China, el miércoles 5 de mayo de 2010. (Nelson Ching/Bloomberg vía Getty Images)
Los elementos de este tipo de tierras son cruciales en la economía tecnológica mundial. China dominó el suministro mundial durante decenios y tuvo el monopolio de los precios. En 2010, China redujo sus exportaciones de minerales extraídos a partir de este tipo de tierras, lo que resultó en un aumento de precios del 10 por ciento, según el Journal.
En 2015, la única mina de tierras extrañas (raras) en Estados Unidos, la Mountain Pass Mine en California, fue llevada a la bancarrota por los bajos precios y tuvo que venderse a un consorcio dirigido por chinos, Shenghe Resources, en junio de 2017, informó Miner.com, un sitio web que cubre el sector minero.
Ahora, es probable que Japón se convierta en un importante proveedor mundial, rompiendo el monopolio del régimen chino.
El desafío para Japón es encontrar una manera de extraer los minerales de una manera más rentable de lo que permiten los métodos actuales.
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