El expresidente George W. Bush afirma que le preocupa que la decisión del presidente Joe Biden de retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán antes del 11 de septiembre pueda perjudicar a las mujeres y las niñas a largo plazo si los «brutales» talibanes vuelven al poder.
Biden anunció la retirada de las tropas estadounidenses de la región el 14 de abril, afirmando que ha llegado «el momento de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos» y «la hora de que las tropas estadounidenses vuelvan a casa», señalando que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York «no pueden explicar» por qué los soldados estadounidenses deben permanecer en el país de Asia Central.
«Mi primera reacción fue, vaya, estas niñas van a tener verdaderos problemas con los talibanes», dijo Bush el martes en el programa «Today» de la NBC. «Se han conseguido muchos avances, por lo que estoy profundamente preocupado por la grave situación de las mujeres y las niñas en ese país».
«Creo que la administración espera que las niñas estén bien a través de la diplomacia. Ya lo veremos. Todo lo que sé es que los talibanes, cuando tenían el control del lugar, eran brutales», dijo el expresidente.
La guerra en Afganistán comenzó el 7 de octubre de 2001, menos de un mes después de los atentados del 11 de septiembre, cuando Bush era presidente.
La medida de reducir las tropas de combate en Afganistán fue gestionada por primera vez por el expresidente Donald Trump el año pasado, con una fecha límite del 1 de mayo. Trump esbozó un acuerdo con los talibanes, diciendo que las tropas se retirarían de la región a cambio de la promesa de los talibanes de una reducción de la violencia, garantías de contraterrorismo y el compromiso de poner en marcha las conversaciones de paz entre los afganos.
El presidente aún no ha especificado si las tropas de operaciones especiales permanecerán en Afganistán. Hasta este año, se ha informado que permanecen en la región cerca de 1000 fuerzas de operaciones especiales.
Biden dijo la semana pasada que tomó la decisión de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán después de consultar con Bush, la vicepresidenta Kamala Harris, los principales líderes militares y los legisladores.
El exsecretario de Estado Mike Pompeo, que fue miembro del equipo que negoció la estrategia de salida del país con los talibanes durante el mandato de Trump, dijo la semana pasada que Biden está haciendo «lo correcto», pero subrayó que lo importante es cómo la Administración de Biden ejecuta los planes.
Pompeo dijo a «America Reports» de Fox News que la táctica, las decisiones, el momento y la ejecución de la Administración Biden serán claves para la reducción de las tropas de combate en la región a partir del 1 de mayo.
«Tenemos que asegurarnos de tener a nuestros socios europeos a bordo (…) y luego los talibanes tienen que tomar una decisión importante. Tienen que decidir si quieren formar parte de un Estado paria y causar muchos problemas, o si quieren formar parte de una solución en Afganistán», dijo.
Y añadió: «Es una posibilidad muy remota que elijan esa opción, pero sería lo correcto para ellos, y en el caso de que elijan lo contrario, Estados Unidos sigue proporcionando miles de millones de dólares en asistencia a Afganistán, y deberíamos condicionar esa asistencia a que todos los líderes afganos tomen las decisiones correctas».
Biden ha dicho que Estados Unidos seguirá proporcionando ayuda en materia de seguridad al ejército afgano, y ha añadido que si los talibanes atacan, las tropas estadounidenses se defenderán con «todas las herramientas disponibles».
En una visita sorpresa a Afganistán el 15 de abril, el secretario de Estado Antony Blinken también advirtió que los talibanes deben entender que cualquier ataque a las fuerzas estadounidenses mientras se retiran será respondido con la fuerza.
“Es muy importante que los talibanes reconozcan que nunca será legítimo y nunca será duradero si rechazan un proceso político e intentan tomar el país por la fuerza”, dijo Blinken a los periodistas.
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