Pete Buttigieg, alto funcionario de la Administración Biden, defendió el 10 de julio a los manifestantes que acosaron al juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh en un restaurante de Washington.
«Mira, cuando los funcionarios públicos entran en la vida pública, deberíamos esperar dos cosas. Una, que siempre estén libres de violencia, acoso e intimidación. Y dos, que nunca vas a estar libre de las críticas o de las protestas pacíficas, de que la gente ejerza sus derechos de la Primera Enmienda», dijo Buttigieg, excandidato presidencial, en «Fox News Sunday». «Y eso es lo que ocurrió en este caso».
Kavanaugh, nominado por Trump, estaba cenando en Morton’s Steakhouse en Washington el 6 de julio cuando los manifestantes, que fueron alertados de que estaba allí, se reunieron fuera.
Al parecer, algunos intentaron entrar en la zona donde estaba el juez, pero huyeron antes de que llegaran los oficiales de policía.
No hubo detenciones.
Morton’s denunció lo sucedido, diciendo que Kavanaugh y otros clientes «fueron indebidamente acosados por manifestantes revoltosos mientras cenaban» y que los manifestantes «pisotearon la libertad que supone el derecho a congregarse y cenar».
La Corte Suprema y Kavanaugh no han comentado lo sucedido.
Chasten Buttigieg, el esposo de Buttigieg, fue uno de los que opinó después de que ocurrieran los hechos.
«Parece que solo quería un poco de privacidad para tomar sus propias decisiones alimenticias», escribió en Twitter.
Buttigieg defendió el posteo y a los manifestantes, diciendo que están molestos porque Kavanaugh y otros jueces anularon el caso Roe vs Wade.
«Cualquier figura pública debería estar siempre, siempre, libre de la violencia, la intimidación y el acoso, pero nunca debería estar libre de las críticas o de las personas que ejercen sus derechos de la Primera Enmienda», dijo.
Cuando se le preguntó si se sentiría cómodo si los manifestantes le hicieran lo mismo que a Kavanaugh, añadió: «Protestar pacíficamente fuera en un espacio público, seguro. Mira, ni siquiera puedo decirte el número de espacios, lugares y escenarios en los que han protestado contra mí».
Pagos por información
ShutDownDC, que convocó a la gente a reunirse en Morton’s, dijo después que cualquier trabajador en Washington que viera a uno de los jueces de la Corte Suprema que fueron nominados por los republicanos se pusiera en contacto con ellos con detalles, ya que había dinero en juego.
“Te haremos un venmo [es decir, un servicio de transferencia de dinero] de 50 dólares por un avistamiento confirmado y de 200 dólares si todavía están allí 30 [minutos] después de tu mensaje”, dijo el grupo.
La ley federal prohíbe intentar intimidar a los jueces protestando cerca de cualquier edificio o residencia ocupada o utilizada por dicho juez, pero el gobierno de Biden se ha negado hasta ahora a aplicar la ley.
La Casa Blanca, por su parte, también ha defendido a los manifestantes.
«Condenamos la intimidación, condenamos cualquier tipo de violencia, y hemos sido muy claros, es una definición clara. La protesta pacífica, la gente debería poder hacerlo. Si es fuera de un restaurante, si es pacífica, claro», dijo el viernes a los periodistas la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre.
Otros, sin embargo, han cuestionado las tácticas empleadas.
«Enviar turbas de manifestantes a las casas de los jueces o a los restaurantes donde están comiendo *es* intimidación. Punto», dijo en Twitter Carrie Severino, presidenta de la Red de Crisis Judicial.
«El juez Kavanaugh fue el reciente objetivo de un intento de asesinato. Aprobar el uso de tácticas de intimidación de la mafia contra nuestros jueces es salvajemente irresponsable», dijo Stephen Miller, un exfuncionario de la Administración Trump, en respuesta a Chasten Buttigieg.
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