Las solicitudes anticipadas para estudiar en la Universidad de Harvard, una de las más prestigiosas de Estados Unidos, se han reducido un 17 % respecto al año pasado, en medio de un fuerte debate nacional sobre la respuesta de los campus y sus responsables a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Las cifras se refieren a las solicitudes de admisión anticipada, que se resuelven en diciembre en lugar de marzo, como suele ser habitual. Con todo, la cifra de solicitudes (7921) está por encima de la registrada en 2019 (6424).
Una publicación en The Harvard Gazette, el medio oficial del organismo, detalló esta semana que 692 estudiantes han sido admitidos para el curso que se graduará en 2028, de los cuales un 17 % son estudiantes internacionales.
Hace apenas unos días, la presidenta de Harvard se enfrentó a la posibilidad de ser destituida por sus palabras durante una audiencia en el Congreso sobre las políticas del centro contra el antisemitismo, aunque finalmente el órgano responsable votó a favor de mantenerla en el puesto.
El periodo de admisiones anticipadas tuvo lugar además cuando se cumplen cuatro meses desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos falló en contra de la discriminación positiva en las universidades, invalidando el programa de admisiones de Harvard y de la Universidad de Carolina del Norte.
La decisión, defendida por la mayoría conservadora del tribunal como un intento de eliminar el «estigma» que supone para las minorías recibir un trato especial, fue criticada por numerosos activistas y responsables universitarios.
Algunos estados, como California, ya habían aprobado medidas para prohibir la discriminación positiva en las universidades, que resultaron en fuertes caídas de las admisiones de estudiantes afroamericanos y latinos.
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