Opinión
Imagine por un momento aviones a reacción, barcos, trenes de varios kilómetros y otros vehículos de transporte que funcionen con energía solar o eólica. Es difícil de imaginar, ¿verdad? Eso es porque se trata de una quimera ideada por los activistas de la energía verde del complejo industrial climático. Sostienen que podemos mantener un estilo de vida próspero con una infraestructura energética sin emisiones.
Cuando el presidente Joe Biden canceló los arrendamientos petrolíferos en alta mar, detuvo el oleoducto Keystone, paralizó el desarrollo en el North Slope de Alaska y liberó millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo en Luisiana y Texas, cometió un error estratégico.
El Sr. Biden vendió petróleo valioso a otros países e importó petróleo de naciones que odian a Estados Unidos. ¿Por qué iba a beneficiar a nuestros adversarios, como China e Irán, cuando Estados Unidos tiene algunas de las mayores reservas de gas natural y petróleo del mundo? También tenemos en abundancia los minerales que se utilizan para fabricar baterías de vehículos eléctricos.
Desde que el Sr. Biden asumió el cargo, los precios de los combustibles se mantienen persistentemente altos debido a su rechazo a la autonomía energética. Algunos podrían argumentar que el gobierno federal quiere que los regímenes hostiles se queden sin petróleo antes que Estados Unidos, lo que le daría ventaja en el negocio de la energía.
El Sr. Biden, junto con el gobernador Gavin Newsom, culparon a las compañías petroleras de los altos precios del gas, pero dificultaron a las empresas petroleras la exploración y extracción debido a las excesivas normativas e impuestos que gravan a estas empresas. La dependencia de países miembros de la OPEP, como Arabia Saudí, en lugar de la producción nacional, también puede provocar incertidumbre en los precios y volatilidad en la cadena de suministro. Castigar a las petroleras nacionales con demandas judiciales y elegir ganadores y perdedores en el mercado no son políticas económicas acertadas.
Los fanáticos del clima ignoran el hecho de que las normas de seguridad para la perforación, fracturación y refinado aumentaron enormemente en los últimos 40 años. Además, ahora tenemos combustibles más limpios, convertidores catalíticos y controles industriales de la contaminación que mejoraron enormemente la calidad del aire. De hecho, es probable que las industrias energéticas hayan hecho más por limpiar el medio ambiente que la burocrática Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).
El Sr. Newsom quiere que las empresas de vehículos dejen de producir motores de combustión interna para 2035 y que el Estado elimine los combustibles fósiles para 2045. Esto es imposible, porque la energía nuclear se redujo en California, mientras que la energía solar y eólica no pueden proporcionar suficiente energía para alimentar una gran red. Su objetivo de neutralidad de carbono está alimentado por la creencia de que el cambio climático (calentamiento global) es generado por los combustibles fósiles y otras actividades humanas.
Es probable que la actividad humana tenga algún impacto, pero hay muchas opiniones divergentes sobre el cambio climático y la ciencia no está asentada. Varios científicos, entre ellos Bjorn Lomborg, del Centro de Consenso de Copenhague, expusieron los métodos científicos erróneos utilizados por los alarmistas del clima. Estos activistas ni siquiera se ponen de acuerdo sobre si la Tierra se está enfriando o calentando, y sus funestas predicciones nunca se materializaron.
Recientemente, en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Ambición Climática, Newsom arremetió contra las grandes petroleras y su supuesta codicia. También tiene previsto visitar China este otoño para hablar del cambio climático y ofrecer algunas soluciones. Lo que no sabe es que intentar colaborar con el Partido Comunista Chino en cuestiones energéticas es como escupir al viento.
Los dirigentes comunistas prometerán buscar fuentes de energía alternativas mientras siguen construyendo centrales eléctricas de carbón e importando cantidades colosales de petróleo. También fabricarán más baterías para vehículos eléctricos, así como paneles solares, mientras utilizan mano de obra esclava para extraer minerales del subsuelo. China sigue siendo el mayor contaminador del planeta, como pude comprobar de primera mano en dos visitas hace unos años.
Tal vez el Sr. Newsom haya olvidado que la fabricación se lleva a cabo con mayor eficacia utilizando energía procedente de combustibles fósiles. De hecho, el reciclaje de baterías gastadas, paneles, vehículos y turbinas eólicas también se alimentaría con productos derivados del petróleo.
Además, ¿no obstaculizan los aerogeneradores la actividad de la fauna y ocupan terrenos que podrían dedicarse a la agricultura? ¿No les preocupa a los activistas climáticos la eliminación de las baterías de los vehículos eléctricos y los paneles solares que se construyen con productos químicos tóxicos? ¿No son conscientes de que los ladrones ya están robando los cables de los enchufes en las estaciones de recarga?
Tanto California como el resto de Estados Unidos podrían ser energéticamente independientes si se aplicaran políticas de sentido común. ¿Por qué California importa de otras regiones hasta un tercio de la energía que necesita? Tiene abundantes reservas de gas natural y petróleo en tierra y mar para explotar, refinar y distribuir, lo que podría reducir los costes del combustible y mantener una economía floreciente.
El Sr. Newsom debería reactivar los arrendamientos petrolíferos y fomentar la extracción y el refinado limpios de los combustibles fósiles de California. Siendo realistas, el gas natural y los productos petrolíferos limpios serán necesarios para alimentar la economía hasta bien entrado el futuro. Aunque está bien hacer uso de la energía hidroeléctrica, nuclear, solar, los combustibles sintéticos y la energía eólica, ninguna de estas fuentes puede alimentar casi nada de la forma en que pueden hacerlo los combustibles fósiles.
Aunque es importante mantener el medio ambiente sano, la histeria del cambio climático se extralimita al presionar a favor de un estilo de vida minimalista para todos, a pesar de los avances del último siglo. Además, los principales actores del movimiento verde no practican lo que predican, ya que dejan a su paso huellas de carbono enormes.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.
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