Mientras se acerca la fecha límite de vacunación obligatoria contra la COVID-19 para todos los trabajadores de la salud en California, los boicots van ganando impulso.
El 21 de agosto, los trabajadores médicos de primera línea en California realizaron protestas simultáneas en Riverside e Irvine contra la orden de vacunación obligatoria del gobierno en Kaiser Permanente-Riverside Medical Center y Kaiser Permanente Orange County-Irvine Medical Center.
Muchos manifestantes dijeron a The Epoch Times que sus hospitales les habían dado un ultimátum: tenían hasta el 30 de septiembre para elegir entre la vacunación obligatoria y ser despedidos.
El Departamento de Salud Pública de California emitió un anuncio el 5 de agosto de que los trabajadores de hospitales, centros de enfermería especializada, hogares de atención a largo plazo, y otros campos relacionados con la atención médica deben vacunarse antes del 30 de septiembre.
Kristina, una enfermera registrada en California, dijo que su hospital requiere que el personal que no está vacunado se haga la prueba dos veces por semana. “Si aún no cumplimos con esos criterios para que se apruebe nuestra exención, entonces el 1 de octubre nos pondrán en 45 días de licencia administrativa sin goce de sueldo y después de eso, dijeron que no saben lo que harán, pero podemos asumir lo que van a hacer, nos van a despedir».
Como trabajadora de la salud que ha estado en primera línea durante el brote, Kristina cree que las políticas de vacunación obligatoria no son para la seguridad pública, sino que tienen motivaciones políticas. Por ejemplo, las personas que se oponen al mandato y luchan por la libertad de elección son etiquetadas como «anti-vacuna» y «anti-ciencia».
“Somos súper pro-ciencia. Queremos que la gente sobreviva a esto. Queremos que esta pandemia termine más que nadie”, dijo Kristina. Pero como profesional de la salud, dijo que necesita decirle a la gente que «no es tan seguro y eficaz como dice la gente».
Ella señaló que las vacunas contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) se han impulsado demasiado rápido y no pasaron por la etapa normal de ensayo clínico. “Vemos que muchos pacientes llegan con problemas cardíacos, derrames cerebrales, embolias pulmonares, y coágulos de sangre en general luego de recibir estas vacunas, y varían en edad, desde los 20 hasta los 70 y estamos viendo muchas más reacciones adversas de las que informan los CDC y todas esas personas”, reveló.
Actualmente, ha habido una serie de eventos adversos graves y muertes debido a la vacunación. También se ha cuestionado la eficacia de las vacunas. En julio, se produjo un grupo de infecciones en el condado de Barnstable, Massachusetts, donde se había vacunado el 74 por ciento de los 469 casos.
«¿Cuál es el punto de recibir la vacuna, si todavía la vamos a esparcir?», preguntó Kristina.
“Sé que ha habido un par de estudios que han salido [sobre] cómo las proteínas de pico del coronavirus afectan nuestras células cardíacas, lo cual tiene mucho sentido, porque estamos teniendo aumentos de infartos de miocardio, carditis leve, pericarditis, todo estos problemas del corazón”, agregó.
En junio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron que habían recibido informes de más de 1200 casos de miocarditis después de la vacunación. El Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS) indica que muchos de estos casos ocurrieron luego de recibir una segunda dosis de la vacuna de ARNm.
Según un estudio publicado en BioRxiv en diciembre pasado por un equipo de investigadores de Translational Health de la Universidad de Bristol, la cápside de la proteína pico del virus del PCCh por sí sola puede desencadenar una reacción en cadena en los pericitos cardíacos humanos, lo cual provoca inflamación del corazón y daño celular cardiovascular. Estos hallazgos sugieren que las vacunas de ARNm contra la COVID-19, que producen la proteína de pico cuando están dentro del cuerpo humano, podrían provocar una disfunción de las células vasculares.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Kaiser Permanente de la región del sur de California para obtener comentarios, ya que es uno de los muchos hospitales de California que ha emitido avisos de vacunación obligatoria.
El hospital respondió en un correo electrónico: “Creemos firmemente en la ciencia y la evidencia que respaldan la seguridad y eficacia de la vacuna contra la COVID-19. (…) Todos los empleados y médicos de Kaiser Permanente deben proporcionar prueba de vacunación completa antes del 30 de septiembre. Aquellos que no lo hagan deben someterse a pruebas semanales”.
«Estamos trabajando con los líderes laborales en la implementación de este requisito de vacunación y también cumpliremos con las leyes locales, estatales y federales».
Mickie Fairburn, una enfermera pediátrica registrada que asistió a la manifestación de protesta, dijo que las autoridades no deberían forzar la vacuna a todo el mundo, «porque la vacuna no es para todo el mundo».
Su principal preocupación es la seguridad de la vacuna.
“Es solo una vacuna experimental. Ellos no conocen todo sobre esta vacuna. Algunos efectos secundarios de la vacuna son perjudiciales y duran toda la vida (…) Todavía no es seguro [ya que] ni siquiera ha pasado un año completo”, dijo.
También señaló que los vacunados podrían estar propagando la variante Delta tanto como los no vacunados.
Frente a la variante Delta altamente contagiosa, un informe interno de los CDC del 29 de julio indicó que las personas vacunadas aún pueden transmitir el virus.
“Deberíamos poder mantener nuestros trabajos y simplemente hacernos la prueba si es necesario”, dijo Mickie.
La enfermera Chrissy R. conoce a un paciente que sufrió un derrame cerebral después de vacunarse. También ha visto múltiples reacciones adversas a la vacuna, muchas de las cuales son incluso mortales. «Estamos en Estados Unidos. Deberíamos tener libertad de elección, [especialmente] desde la perspectiva médica”, dijo.
Uno de los manifestantes, Bradley Cole, cree que el gobierno está impulsando las vacunas paso a paso por motivos de «ciencia» y «seguridad pública», y hasta ahora el gobierno ha tenido mucho éxito debido al miedo creado.
“Lo único que entiendo es que hay un concepto de miedo”, dijo. «Los principales medios de comunicación constantemente infunden miedo en esta sociedad y todos se lo creen».
Cole sostiene que es una violación de nuestros derechos constitucionales de vivir en una sociedad libre, una República libre, “y ahí es cuando los dictadores y regímenes comunistas realmente entran a este país, y ahora comienzan a impulsar esos mandatos. Si está comenzando a renunciar a sus libertades está comenzando a socavar en todas partes».
«Obviamente, hay una agenda más grande aquí, porque siempre se basa en el miedo y el control», dijo. «Entonces, si sigues infundiendo miedo, tienes el mayor control sobre la gente porque la gente tiene miedo».
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