Algunos estados que registraron un aumento en las infecciones por COVID-19 han anunciado la cancelación de las medidas de reapertura en un intento por detener la propagación de la enfermedad.
Citando la propagación continua de COVID-19 «a índices alarmantes», el gobernador de California Gavin Newsom (D) dijo el lunes que su estado cerrará las operaciones interiores en restaurantes, bodegas, cines y otros entretenimientos familiares, junto con zoológicos, museos y salas de juegos.
«Los bares deben cerrar TODAS las operaciones», dijo Newsom en un tuit, señalando en una conferencia de prensa que las cancelaciones entraban en vigor de inmediato.
Las nuevas restricciones anunciadas el sábado por el gobernador de Louisiana John Bel Edwards (D) entraron en vigor el lunes. Estas incluyen un mandato estatal de usar mascarillas para cualquier persona mayor de ocho años a menos que tenga una condición médica que le impida usar una mascarilla.
«Aunque esperaba evitar retroceder en las restricciones, es obvio que es necesario retrasar la propagación de la infección en nuestro estado, ya que la COVID-19 se ha extendido a cada esquina, en un nivel más alto de lo que hemos visto anteriormente» dijo Edwards en un comunicado.
«Es por eso que ahora exijo que se cubran las caras en todo el estado y que también cierren todos los bares en Louisiana para el consumo local, además de poner límites al tamaño de las reuniones en interiores», agregó Edwards. Las nuevas restricciones limitan el número de personas legalmente capaces de reunirse en interiores a 50. Las reuniones sociales al aire libre también se limitan a 50 personas si los integrantes no pueden evitar estar a menos de seis pies de distancia.
Funcionarios estatales de Louisiana reportaron el sábado 2167 casos nuevos de COVID-19.
“Los casos en Louisiana continúan aumentando, incluyendo el establecimiento de un número récord de casos nuevos reportados en un día, hoy y ayer. Más de dos mil nuevas infecciones por COVID se reportaron cada uno de estos días y el aumento de las hospitalizaciones son signos de que continuamos yendo en la dirección equivocada en nuestro trabajo para controlar la COVID-19 en nuestro estado”, dijo Edwards.
El número de muertos por COVID-19 en California superó los 7000 el domingo, según el Departamento de Salud Pública del estado, que registró 8460 nuevas infecciones el 12 de julio, lo cual eleva el total del estado a 320,804 casos positivos.
«Los datos sugieren que no todos están practicando el sentido común», dijo Newsom en una conferencia de prensa.
Los condados en California que han estado en una lista de alerta por COVID-19 durante tres días consecutivos también deberán cerrar centros de acondicionamiento físico, lugares de culto, oficinas para sectores no críticos, servicios de cuidado personal, salones de belleza, peluquerías y centros comerciales.
Una de las áreas más afectadas en el estado es el condado de Los Ángeles, que ha visto aumentar la proporción de pruebas que arrojan resultados positivos al 9 por ciento, de acuerdo con las autoridades sanitarias.
«Hemos estado luchando contra este virus durante varios meses y sé que la ‘fatiga de COVID’ es algo muy real», dijo Barbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles.
«Quiero alentar a todos a permanecer vigilantes y a seguir usando todas las herramientas que tenemos para evitar una mayor transmisión del virus», dijo y agregó: «Seguir con atención todos los protocolos de distanciamiento físico, usar cubiertas de tela y lavarse las manos con frecuencia son cruciales en este momento para prevenir enfermedades más graves y la muerte por COVID-19».
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