WASHINGTON—La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para bloquear los créditos fiscales a los consumidores de vehículos eléctricos (VE) con baterías en cuya cadena de suministro participen entidades chinas. La legislación es la última de la “Semana de China” liderada por los republicanos que comenzó el lunes. Durante la semana, la Cámara aprobó 21 proyectos de ley relacionados con China y centrados en hacer frente a la amenaza que supone para Estados Unidos el Partido Comunista Chino en dos ámbitos: la tecnología y el tráfico de influencias.
La Ley para Acabar con el Dominio Chino de los Vehículos Eléctricos en Estados Unidos fue aprobada el 12 de septiembre por 217 votos a favor y 192 en contra. Siete demócratas votaron a favor.
El debate en la Cámara de Representantes se centró en cómo lograr un equilibrio entre fomentar la propiedad de vehículos eléctricos para ayudar a proteger el medio ambiente, reducir la dependencia a la cadena de suministro de China y garantizar que los créditos financiados por los contribuyentes estadounidenses no vayan a parar a entidades chinas.
La Casa Blanca se opuso al proyecto de ley, alegando que supondría una carga efectiva para los contribuyentes y socavaría los esfuerzos de acción climática de la administración al añadir “restricciones nuevas, poco claras e inviables” a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). La IRA ofrece una desgravación fiscal al consumidor de hasta 7500 dólares por la compra de vehículos eléctricos cualificados.
Algunos demócratas adoptaron una postura similar a la de la Casa Blanca sobre la legislación.
“En resumidas cuentas, este proyecto de ley perjudicará nuestra transición a los vehículos limpios”, declaró durante el debate la representante demócrata Judy Chu.
La representante Carol Miller (R-W.Va.) defendió su proyecto de ley en la Cámara de Representantes. Dijo que su propuesta “garantizaría que las empresas chinas ya no puedan ser las beneficiarias finales de los créditos fiscales para vehículos eléctricos de lujo”.
“La administración Biden ha estado más preocupada por doblegarse ante los ecologistas radicales que por ayudar realmente a desarrollar estas tecnologías aquí mismo, en Estados Unidos”, dijo, refiriéndose a la tecnología relacionada con los vehículos eléctricos.
En una declaración enviada por correo electrónico a The Epoch Times tras la aprobación de la ley, el legislador dijo que el proyecto de ley estaba destinado a “detener la influencia china en nuestra cadena de suministro”.
“La administración Biden-Harris estableció normativas sobre la desgravación fiscal a los vehículos eléctricos que han excluido algunos de los insumos utilizados para fabricar VE, dando a China un acceso ilimitado a la cadena de suministro estadounidense. Esto es devastador para los fabricantes estadounidenses y para nuestra seguridad nacional”, afirmó.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, elogió el proyecto de ley.
“El dinero de los contribuyentes estadounidenses no debería usarse para un crédito para vehículos eléctricos en una industria apoyada por China”, dijo Johnson.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha proporcionado decenas de miles de millones de dólares en subvenciones a la industria de los vehículos eléctricos después de identificar el sector como estratégico en su política industrial “Made in China 2025”. El PCCh también redobló la apuesta en su reunión plenaria anual, que concluyó en marzo, calificando a los VE como una de las “nuevas fuerzas productivas”.
Los vehículos eléctricos se consideran uno de los productos que China más está exportando al resto del mundo.
Basándose en los planes de los gobiernos locales para los cinco años comprendidos entre 2021 y 2025, el Centro Chino para el Desarrollo de la Industria de la Información, institución dependiente del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, prevé que la capacidad de producción china de VE alcance los 36 millones en 2025. Con una previsión de ventas de 15 millones de vehículos eléctricos en 2025, el exceso de vehículos eléctricos chinos alcanzará los 21 millones el año que viene.
En mayo, el presidente Joe Biden cuadruplicó los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos del 25 por ciento al 100 por ciento.
“China está utilizando el mismo libro de jugadas que antes para impulsar su propio crecimiento a expensas de los demás: seguir invirtiendo a pesar del exceso de capacidad china e inundar los mercados mundiales con exportaciones cuyo precio está por debajo del real debido a prácticas desleales”, declaró a la prensa Lael Brainard, directora del Consejo Económico Nacional, en una convocatoria previa al anuncio de los aranceles.
A medida que el gobierno de Biden impulsa la venta de más vehículos eléctricos como parte de la transición a las energías renovables, el Congreso y el público en general son más conscientes del monopolio chino en el sector y desconfían de que China se beneficie indirectamente de los incentivos del IRA financiados por los contribuyentes estadounidenses.
El acuerdo de Ford para licenciar la tecnología de los vehículos eléctricos al gigante chino de las baterías Contemporary Amperex Technology Co. Ltd. (CATL) fue uno de los casos más sonados.
En febrero de 2023, Ford anunció una nueva planta de vehículos eléctricos de 3500 millones de dólares en Marshall (Michigan), a 160 kilómetros al oeste de Detroit, en colaboración con CATL. Los expertos dijeron que el plan de negocio no funcionaría con los miles de millones de créditos de fabricación del IRA que beneficiarían a China.
A medida que aumentaba la presión del Congreso para cuestionar la elegibilidad de la fábrica de VE para los créditos fiscales, Ford detuvo la construcción de la planta en septiembre, alegando falta de confianza en la capacidad de la instalación para funcionar de forma competitiva.
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