La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el 3 de diciembre por abrumadora mayoría un proyecto de ley para contrarrestar la opresión del Partido Comunista Chino (PCCh) a los uigures y otras minorías étnicas en la región noroccidental de Xinjiang, lo que provocó una rápida condena de Beijing.
La Ley uigur de 2019 es una versión enmendada y reforzada de la bipartidista Ley de política de Derechos Humanos de los uigures de los senadores estadounidenses Marco Rubio (R-FL) y Bob Menéndez (D-NJ), que enfureció a Beijing cuando fue aprobada por el Senado en septiembre.
La Cámara de Representantes aprueba por abrumadora mayoría leyes históricas para condenar las graves violaciones de los derechos humanos de los uigures y otros musulmanes de etnia turca, y pide que se ponga fin a la detención arbitraria, la tortura y el hostigamiento de estas comunidades dentro y fuera de China. pic.twitter.com/6gCNYkFvlg
– Uyghur Human Rights Project (UHRP) (@uyghurproject) 4 de diciembre de 2019
El proyecto de ley uigur requeriría que la administración Trump endurezca su respuesta a los abusos de los derechos humanos que comete China en la región. Hace un llamamiento al presidente Donald Trump para que imponga sanciones a los funcionarios chinos y para que se cierre la red de campos de internamiento masivo donde al menos un millón de uigures están detenidos ilegalmente.
Pide que se aborden las «graves violaciones de los derechos humanos universalmente reconocidos, incluido el internamiento masivo de más de 1,000,000 de uigures».
El proyecto de ley fue aprobado abrumadoramente por 407-1 en la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, tras meses de negociaciones entre los legisladores sobre los términos de la legislación. El republicano Thomas Massie de Kentucky fue el único que votó en contra del proyecto de ley.
Esta noche he votado no a la Ley UIGUR (sanciones contra China) por la misma razón por la que voté no al proyecto de ley de Hong Kong hace dos semanas:
Cuando nuestro gobierno se entromete en los asuntos internos de países extranjeros, invita a que esos gobiernos se entrometan en nuestros asuntos.
– Thomas Massie (@RepThomasMassie) 4 de diciembre de 2019
Entre los altos funcionarios chinos que, según el proyecto de ley, son responsables y deben ser sancionados se encuentra el secretario del Partido Comunista de Xinjiang, Chen Quanguo, quien, como miembro del politburó, se encuentra en el escalón superior del liderazgo de China.
El proyecto de ley aún necesita la aprobación del Senado, controlado por los republicanos, después de lo cual será enviado al Presidente. La Casa Blanca aún no ha dicho si Trump firmaría o vetaría el proyecto de ley, que contiene una disposición que permite que el Presidente levante las sanciones si determina que eso responde al interés nacional.
El régimen chino y el Partido Comunista «están trabajando para eliminar sistemáticamente las identidades étnicas y culturales de los uigures y otras minorías musulmanas en Xinjiang», dijo Rubio en una declaración tras la votación. «Hoy, el Congreso dio otro paso importante para responsabilizar a los funcionarios chinos por los atroces y continuos abusos de los derechos humanos cometidos contra los uigures».
«Aplaudo a la Cámara de Representantes por tomar medidas rápidas y aprobar una versión enmendada de mi proyecto de ley, y espero con interés trabajar con mis colegas del Senado para que se apruebe y se envíe al Presidente para su promulgación», agregó.
El investigador principal del Uyghur Human Rights Project (UHRP), Henryk Szadziewski, dijo al periódico Epoch Times que la aprobación del proyecto de ley es un «hito».
«Denota el reconocimiento de la represión sufrida por los uigures desde hace mucho tiempo, así como acciones concretas en su favor», dijo. «No hay ningún precedente para esta medida, y ofrece a los uigures alguna esperanza durante un período oscuro de su historia. Los uigures ya no serán gente olvidada».
El proyecto llega apenas una semana después de que el gobierno de Estados Unidos promulgara la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong en apoyo a los manifestantes pro-democracia en la ciudad. La ley requiere que el secretario de Estado revise anualmente si la antigua colonia británica es «suficientemente autónoma» de la China continental para justificar sus privilegios económicos especiales concedidos en virtud de la Ley de Política de Estados Unidos y Hong Kong de 1992.
En una declaración del miércoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China calificó la Ley uigur como un ataque malicioso contra China y una grave interferencia en los asuntos internos del país.
Hua Chunying, portavoz del ministerio, instó a Estados Unidos a «corregir inmediatamente su error», y así evitar que el proyecto de ley «se convierta en ley».
«Instamos a Estados Unidos a que deje de utilizar Xinjiang como una forma de interferir en los asuntos internos de China», añadió Chunying.
Funcionarios del PCCh dicen que las detenciones masivas de uigures, que practican mayoritariamente el Islam, son parte de las medidas para acabar con el terrorismo, el extremismo religioso y el separatismo en el país. El PCCh ha utilizado la excusa de potenciales «amenazas extremistas» para justificar su estricta vigilancia y represión de los uigures y otros grupos minoritarios musulmanes en la región de Xinjiang.
Los uigures de la región son detenidos por razones tales como ponerse en contacto con amigos o parientes en el extranjero, viajar a un país extranjero, dejarse barba o asistir a reuniones religiosas, dijeron a The Epoch Times los uigures que tienen familiares en los campos.
Los relatos de primera mano descritos a The Epoch Times también han revelado intentos de las autoridades por despojar a los detenidos uigures de su cultura e idioma, obligándolos a denunciar su fe y a prometer lealtad al PCCh y a su líder. Si los detenidos no cumplen las órdenes, pueden ser sometidos a varias formas de tortura como castigo.
La histórica votación sigue a la filtración de dos importantes documentos del PCCh en las últimas semanas, que detallaban el funcionamiento interno represivo de Beijing en la región.
Arslan Hidayet es el yerno del prominente comediante uigur Adil Mijit, que estuvo desaparecido durante 10 meses y medio. Hidayet temía que Mijit estuviera detenido en uno de los campos de Xinjiang. Le dijo al periódico Epoch Times en una entrevista telefónica que él cree que las filtraciones del documento jugaron un papel importante en la aprobación del proyecto de ley.
«Fue tan unánime. Es la primera vez en 70 años, y la primera vez desde la [masacre de la] Plaza de Tiananmen, donde Occidente, en lugar de apaciguar a China, está tomando medidas reales. No es solo un momento histórico para los uigures, sino también un momento histórico en las relaciones entre China y Estados Unidos, especialmente en los últimos años».
«Me preocupaba que no se aprobara, pero que consiguiera un voto tan unánime es realmente asombroso, y debería mandar una señal al resto del mundo también», añadió Hidayet.
Hidayet dijo a The Epoch Times que el proyecto de ley ahora debe ser utilizado apropiadamente para asegurar que se tomen medidas.
«Se trata de realmente conseguir que esta ley se use ahora como un bate de béisbol y se golpee a China donde les duele, en su economía».
A pesar de la aparición de documentos clasificados y de la creciente presión y condena de la comunidad internacional a Beijing, el gobierno chino sigue negando cualquier maltrato a los uigures u otros grupos en Xinjiang.
«Lo harán y podrían [seguir negando el maltrato de los uigures]. Sin embargo, lo que China no ha sido capaz de responder es: ¿por qué no se ha dado a ningún periodista acceso sin restricciones? Dejen entrar a todos y demuéstrenles que somos noticias falsas», agregó Hidayet.
«Estoy muy contento de que esto haya pasado, porque llega en un momento en que los campos de concentración podrían haberse convertido o podrían convertirse en campos de exterminio, que es lo que estamos tratando de evitar. No queremos un segundo Holocausto».
El erudito estadounidense Tahir Imin, nacido en Kashgar, dijo a The Epoch Times que la noticia envía un «claro mensaje de que China no puede erradicar al pueblo uigur».
«Todos los uigures del mundo han estado esperando ansiosamente cualquier buena noticia del mundo. Hoy lo hemos conseguido», dijo. «Es hora de que China cambie su inhumana política de asimilación antes de que sea reconocida como un genocidio y un crimen contra la humanidad».
Reuters contribuyó a este artículo.
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