La Cámara de Carolina del Sur votó el miércoles a favor de una medida que añade los pelotones de fusilamiento como método alternativo de ejecución para los condenados a muerte del estado, en medio de la falta de fármacos para la inyección letal.
El proyecto de ley, aprobado por 66 votos a favor y 43 en contra, obliga a los reclusos condenados a elegir entre el fusilamiento o la electrocución si no se dispone de fármacos para la inyección letal. Carolina del Sur es uno de los nueve estados de EE.UU. que siguen utilizando la silla eléctrica y se convertirá en el cuarto que permite el fusilamiento.
La medida, que permitiría reanudar las ejecuciones después de casi una década, establece que el método del pelotón de fusilamiento solo podrá utilizarse si el estado no puede ejecutar a los reclusos condenados mediante la inyección letal.
En la actualidad, Carolina del Sur no puede colocar a los presos en el corredor de la muerte porque su suministro de fármacos necesarios para la inyección letal caducó y no pudo comprar más debido a la escasez en todo el país. La última ejecución del estado fue en mayo de 2011.
En la actualidad, los reclusos condenados pueden elegir entre la silla eléctrica y la inyección letal y al no disponer de los fármacos, muchos han elegido el método de la inyección letal, ya que el estado no puede obligar a los reclusos a ser ejecutados por medio de la electrocución.
El proyecto de ley mantiene la opción de inyección letal si el estado dispone de los fármacos, pero obliga a los funcionarios de las prisiones a utilizar la silla eléctrica en caso contrario. Un recluso podría elegir un pelotón de fusilamiento si lo prefiere.
Desde hace unos cinco años el estado no ha podido comprar los fármacos para la inyección letal ya que los fabricantes de fármacos tratan de limitar el uso de sus productos. Como resultado, se aplazaron dos ejecuciones programadas hasta ahora.
El Senado estatal aprobó el proyecto de ley en marzo, con un grupo bipartidista de legisladores que votó 32-11 para darle una segunda lectura. La Cámara de Representantes solo introdujo pequeños cambios técnicos en esa versión, lo que significa que, tras una votación final rutinaria en la Cámara y la aprobación del Senado, pasará al gobernador republicano Henry McMaster, que ya dijo que la firmará.
Hasta la fecha en Carolina del Sur hay 37 presos en el corredor de la muerte.
El expresidente Donald Trump expresó repetidamente su apoyo a la pena capital y reanudó la práctica a nivel federal el año pasado tras un paréntesis de 17 años. Trump argumentó que las ejecuciones sirven como un disuasivo eficaz y un castigo apropiado para algunos delitos, incluidos los tiroteos masivos y los asesinatos de agentes de policía.
El presidente Joe Biden, por su parte, es el primer presidente estadounidense en ejercicio que se opone abiertamente a la pena de muerte y discutió la posibilidad de dar instrucciones al Departamento de Justicia para que deje de programar nuevas ejecuciones, según The Associated Press.
Con información de The Associated Press
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