La Cámara de Comercio de EE. UU. ha pedido una amnistía para algunos extranjeros ilegales y que se permita la entrada del doble de inmigrantes legales en EE. UU. como forma de aliviar la escasez de trabajadores en el país y ayudar a frenar la creciente inflación.
La directora ejecutiva de la Cámara de Comercio, Suzanne Clark, dijo en su discurso del 11 de enero sobre el estado de las empresas estadounidenses que la competencia por los trabajadores se ha convertido en un problema urgente para los empresarios.
«Hablo a diario con directores ejecutivos y líderes de empresas de todos los tamaños, sectores y regiones, y todos me dicen lo siguiente: Esta escasez de mano de obra es una crisis», dijo. «Está contribuyendo a la interrupción de la cadena de suministro y al aumento de la inflación. Está socavando el crecimiento empresarial».
Hay 10.6 millones de puestos de trabajo vacantes en Estados Unidos, cerca de un récord. La llamada tasa de renuncias, que refleja la confianza de los trabajadores en poder encontrar un trabajo mejor, subió al 3% en noviembre de 2021, el último mes de datos disponibles, igualando el nivel récord de septiembre. Esto corresponde a 4.5 millones de estadounidenses que dejaron su trabajo en noviembre, un récord.
La inflación de los precios al consumidor alcanzó un máximo de varias décadas del 7% en el año hasta diciembre de 2021, borrando con creces el crecimiento salarial de la mayoría de los estadounidenses y reduciendo el poder adquisitivo de los hogares. Los ingresos promedio reales por hora, que se ajustan a la inflación, cayeron un 2.4% en los 12 meses hasta diciembre de 2021.
Clark dijo que impulsar la inmigración legal ayudaría a aliviar los problemas de contratación de las empresas, al tiempo que pidió una solución para las personas que han entrado ilegalmente en Estados Unidos cuando eran niños.
«Debemos duplicar el número de personas que inmigran legalmente a Estados Unidos, y debemos crear una solución permanente para los ‘dreamers’ —esos jóvenes que no conocen otro hogar y que contribuyen a sus comunidades, pero cuyo estatus legal está en el limbo», dijo.
En una conferencia de prensa, Clark dijo que aliviar la escasez de trabajadores también ayudaría a controlar el aumento de los precios.
«Si podemos aliviar la escasez de trabajadores, podría ser lo más rápido para impactar en la inflación», dijo, según la CNN.
El efecto de la inmigración en el mercado laboral estadounidense es objeto de un acalorado debate con implicaciones para la política, siendo una preocupación común que ejerza una presión a la baja sobre los salarios. Un análisis del Centro de Estudios sobre Inmigración (CIS), que ha abogado por limitar la inmigración, calcula que un aumento del 1% en la composición inmigrante de la ocupación de un individuo reduce el salario de una persona originaria del país en aproximadamente un 0.5%. En el caso de las ocupaciones poco cualificadas, ese efecto es más pronunciado: un 0.8%.
Al mismo tiempo, el análisis del CIS señala que la inmigración no parece tener un efecto negativo en los salarios de las personas originarias del país en las ocupaciones de alta cualificación e incluso puede haberlos aumentado.
Un análisis del Instituto George W. Bush concluyó que la inmigración reduce los salarios de los trabajadores competidores y aumenta el rendimiento del capital para los empresarios e inversores. Según el análisis, la inmigración también aumenta la demanda de trabajadores complementarios, como los supervisores de la construcción o los abogados especializados en inmigración, al tiempo que reduce los precios de los bienes y servicios para los consumidores.
Aproximadamente un millón de personas obtuvieron el estatus de residente permanente legal en Estados Unidos cada año entre 2017 y 2019, según las estadísticas de inmigración del Departamento de Seguridad Nacional. Esto incluye tanto los ajustes de estatus como las nuevas llegadas, que a su vez incluyen categorías como los familiares inmediatos de los ciudadanos estadounidenses y los refugiados.
En el millón de extranjeros se incluyen los visados a inmigrantes en base a su empleo, con categorías como trabajadores prioritarios y profesionales con títulos avanzados o extranjeros de capacidad excepcional. Estos representaron unas 140,000 admisiones anuales entre 2017 y 2019.
Hay otros 1.4 millones de visados temporales de no inmigrantes emitidos al año, según el Instituto de Política Económica, o alrededor del 1% de la fuerza laboral de Estados Unidos.
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