La Cámara de Representantes votó el martes por la noche para extender el techo de la deuda federal hasta principios de diciembre, enviando el proyecto de ley al escritorio del presidente Joe Biden, quien se espera que lo firme.
El voto partidista de 219-206 aprueba un aumento de USD 480,000 millones al límite de deuda hasta el 3 de diciembre, elevándolo de USD 28.4 billones a USD 28.9 billones.
La medida evitaría temporalmente un incumplimiento de pago por parte del gobierno que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, había advertido previamente que causaría un daño «irreparable» a la economía. Se pronosticó que el incumplimiento ocurrirá alrededor del 18 de octubre, luego de lo cual el Departamento del Tesoro no podría cumplir con las obligaciones financieras del gobierno.
La legislación había sido aprobada en el Senado la semana pasada con una votación de 50-48, luego de que 11 republicanos se unieron a los demócratas para poner fin a un obstruccionismo que requirió 60 votos. El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.) fue uno de los 11 republicanos que se pusieron del lado de los demócratas, pero votó en contra de la aprobación final.
Con la presión del techo de la deuda disipada por ahora, los legisladores continúan debatiendo sobre dos proyectos de ley de gastos demócratas–un plan de infraestructura de USD 1.2 billones con casi USD 550,000 millones en nuevos gastos, y un esfuerzo de USD 3.5 billones que incluye atención médica a domicilio y cuidado infantil, educación, programas de protección social, y el medio ambiente. Ambos proyectos de ley se ajustan a las prioridades en el plan de trabajo y familias de Biden.
El Congreso tendrá que revisar el tema del techo de deuda en diciembre para evitar un incumplimiento del gobierno.
McConnell le dijo a Biden el 8 de octubre que los republicanos no ayudarán a los demócratas a aumentar el límite de la deuda nuevamente, y que los demócratas tendrían que usar el proceso de reconciliación para aprobar un proyecto de ley de este tipo en la cámara alta.
El proceso de reconciliación permitiría al Senado aprobar por mayoría simple en lugar de los 60 votos que normalmente se requieren. El umbral de 51 votos se puede lograr sin ningún voto republicano en el Senado dividido 50-50 si la vicepresidenta Kamala Harris, que ostenta el título de presidenta del Senado, puede dar a los demócratas la mayoría con su voto de desempate. Sin embargo, un solo senador demócrata aún podría votar en contra de su partido.
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