Cambio de FAA al límite aceptable en pruebas cardíacas de pilotos hace temer su salud y seguridad pública

Por Janice Hisle
24 de enero de 2023 9:40 AM Actualizado: 24 de enero de 2023 9:47 AM

La decisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) de modificar el límite de una prueba de electrocardiograma aceptable para los pilotos está generando preocupación y controversia.

Un investigador de un grupo de defensa de la aviación, US Freedom Flyers (USFF), se topó con el cambio del electrocardiograma en diciembre, varias semanas después de que la FAA lo promulgara.

Como la actualización se hizo sin que se publicara una explicación, la US Freedom Flyers recurrió a un cardiólogo de renombre nacional y a otros expertos para evaluar su importancia.

Según ellos, el cambio introducido por la FAA en el electrocardiograma, en el nivel de «intervalo PR«, es significativo. El intervalo PR representa el tiempo que tarda un impulso eléctrico en viajar de una parte del corazón a otra. Este es un indicador de la salud del corazón.

Sin embargo, «el nuevo intervalo PR normal» que la FAA fijó para los pilotos es un 50 por ciento más largo que el límite anterior. Esto se aleja de un límite aceptado desde hace tiempo en cardiología.

Los críticos temen que la ampliación del límite ponga en peligro la salud de los pilotos y la seguridad de los pasajeros.

Esta preocupación es especialmente aguda en medio del aumento de informes sobre paros cardíacos y muerte súbita desde que comenzó la pandemia de COVID en 2020. Algunos investigadores sugieren que algunas afecciones cardíacas podrían estar relacionadas con efectos secundarios de las vacunas contra COVID-19 o del virus. Debido a que los pilotos estaban bajo la amenaza de despido, un gran porcentaje de ellos se vacunaron contra COVID.

Estos factores constituyen una mezcla muy preocupante, afirma Josh Yoder, piloto de líneas aéreas comerciales que dirige el grupo de defensa US Freedom Flyers (USFF).

«Se trata de una bomba de tiempo de un nivel nunca visto», declaró Yoder a The Epoch Times en una entrevista.

Mientras algunos se preguntan si ese nivel de preocupación está justificado, otros están de acuerdo con el piloto. Durante muchos meses, él y otros han criticado a la FAA por declarar que las vacunas contra COVID eran seguras para los pilotos, como informó anteriormente The Epoch Times.

Yoder y otros afirman que la FAA debería rendir cuentas por relajar la norma del electrocardiograma. Ellos afirman que la nueva norma aumenta las probabilidades de que la afección cardíaca de un piloto pase desapercibida, sin ser detectada ni tratada, preparando el terreno para el desastre.

La FAA da una respuesta parcial

En un correo electrónico enviado a The Epoch Times, el 17 de enero, la FAA, repitió el texto que envió hace cuatro meses, en el que afirma que «no hay pruebas de accidentes de aviación o incapacitaciones causadas por pilotos que sufran complicaciones médicas asociadas a las vacunas contra COVID-19».

Los críticos alegan que la FAA no ha encontrado tales pruebas porque no se ha realizado ninguna investigación.

En cuanto a la norma revisada sobre el electrocardiograma, la FAA dijo que «al realizar cambios en los requisitos y orientaciones médicas, la FAA sigue procesos estándar basados en datos y en la ciencia».

Pero la FAA aún no revela qué datos impulsaron su decisión de permitir las vacunas contra COVID a los pilotos. La agencia tampoco ha revelado las razones para cambiar el rango aceptable para los intervalos de PR de los pilotos.

El edificio de la Administración Federal de Aviación (FAA) se ve en Washington el 13 de marzo de 2019. (Eric Barada/AFP vía Getty Images)

Stephen Carbone, exinspector de seguridad de la FAA, discrepa con la FAA en ambos aspectos –permitir las vacunas contra COVID y el nuevo estándar de electrocardiograma para los pilotos.

«La decisión de la FAA de rebajar las normas del electrocardiograma es el último asalto a la seguridad de la aviación por parte de una organización que ha prometido anteponer la seguridad de la aviación ante todo lo demás», dijo Carbone en un correo electrónico enviado el 22 de enero a The Epoch Times. «No es nada menos que un sacrilegio a la seguridad. Para los que nos dedicamos a la aviación, la seguridad es sagrada».

Sea cual sea la razón del cambio de la FAA en el límite del intervalo de PR, Carbone está angustiado por sus posibles consecuencias.

«No puedo subrayar lo suficiente lo peligroso que es esto y cuán irresponsable es», añadió Carbone. «Esto pone en riesgo la vida de los pilotos; pone en riesgo la vida de los pasajeros y pone en riesgo la vida de cualquiera que se encuentre en una casa, edificio de apartamentos, escuela, coche, playa, parque o museo bajo la trayectoria del avión».

100 milisegundos significan mucho

En un electrocardiograma, el intervalo PR indica lo bien que viajan los impulsos eléctricos dentro del corazón, «para que todo el corazón pueda contraerse a la vez», dijo a The Epoch Times el cardiólogo Dr. Thomas Levy, asesor médico de la UFF.

Dr. Thomas Levy, cardiólogo. (Thomas Levy)

Un intervalo PR superior a 200 milisegundos (ms) se considera una señal de alarma, afirma el Dr. Levy, residente en Florida, aunque una lectura de este tipo, por sí sola, no pruebe que haya un problema cardíaco.

Sin embargo, una lectura superior a 200 ms justifica la realización de más pruebas y «no debería ignorarse», afirma el médico, añadiendo que esto se ha dado por sentado en cardiología casi desde que se utilizan los electrocardiogramas.

Por eso, en su opinión, no tiene sentido que la FAA amplíe el intervalo de forma significativa. Los pilotos con intervalos PR superiores a 200 ms solían requerir una evaluación adicional. Ahora eso ocurre cuando las lecturas de PR de los pilotos superan los 300 ms.

El Dr. Peter Chambers, cirujano de operaciones especiales retirado del ejército de EE. UU., está de acuerdo en que no fue prudente que la FAA cambiara el límite del intervalo PR.

«Eso elimina la ‘zona de seguridad’ que nos permite detectar el problema a tiempo», dijo Chambers a The Epoch Times en una entrevista. «Es como llegar a una intersección en la que el semáforo pasa directamente de verde a rojo y uno se encuentra en el centro de la intersección, frente a un semirremolque que podría atropellarle».

«A lo mejor tienes suerte y el semirremolque no le atropella», dijo el Dr. Chanbers. «Pero, ¿cuántas veces usted va a tener suerte?».

El Dr. Levy indicó que los intervalos PR superiores a 200 ms pueden indicar que el corazón «ya no está completamente sano y la velocidad de conducción se está ralentizando». También advierte que las lecturas de PR tienden a aumentar a medida que una persona envejece, aunque algunos atletas jóvenes y sanos tienen intervalos PR anormalmente altos.

Sin embargo, en muchos casos, un intervalo PR superior a 200 ms «se asocia claramente con arritmias en el futuro, marcapasos y muerte prematura», afirmó Levy, citando un respetado estudio de Harvard y destacó que esos riesgos aumentan con lecturas de PR incluso ligeramente superiores a 200 ms, ni siquiera cerca del nuevo límite de 300 ms que ha establecido la FAA.

En resumen, según Levy, un intervalo PR superior a 200 ms «podría ser inocuo, pero no se puede dar por sentado que lo sea», sobre todo «en el marco de la pandemia».

COVID aumenta la preocupación

A la proteína spike de COVID «le gusta golpear» las células cardiacas, dijo el Dr. Levy. Esto puede desencadenar una «miocarditis», o inflamación de las células del músculo cardíaco. Esta afección se ha considerado poco frecuente. Pero desde la llegada de la pandemia, los cardiólogos la observan con más frecuencia, según el médico.

La miocarditis es una de las diversas afecciones médicas que pueden prolongar el intervalo PR. También puede provocar problemas de ritmo cardíaco porque las células cardíacas inflamadas se vuelven «eléctricamente inestables». Esto puede llegar a ser mortal «si se produce en el lugar equivocado del corazón».

Según el médico, una subida repentina de adrenalina puede provocar el problema. En el caso de los pilotos, eso podría ocurrir si se encuentran con una emergencia durante el vuelo.

A él le preocupa que la miocarditis pueda estar acechando inadvertidamente en muchas personas que recibieron una vacuna contra COVID-19 o que contrajeron el virus.

En febrero de 2022, casi el 60 % de la población estadounidense había sido contagiada por COVID, según las estimaciones de los CDC.

Hasta este mes, cuando la pandemia entraba en su cuarto año, cerca del 69 % de la población estadounidense había recibido al menos la inmunización «primaria» contra COVID, informan los CDC.

Yoder, presidente de la organización que se asesoró con el Dr. Levy, afirma que el porcentaje de pilotos vacunados contra COVID es casi con toda seguridad superior al de la población general. Él señala que algunas compañías aéreas declararon públicamente que más del 90 % de sus pilotos habían cumplido las exigencias de vacunarse, sino eran despedidos.

Los grupos de pilotos atacaron oponiéndose a las órdenes de vacunación contra COVID en los tribunales, cuestionando su aplicabilidad. Al mismo tiempo, empezó a correr la voz de que los pilotos podían obtener una exención del requisito de las vacunas por motivos religiosos. Sin embargo, muchos pilotos ya se habían vacunado bajo coacción.

El año pasado empezaron a aparecer estadísticas inquietantes, según Yoder indicando que en una importante aerolínea comercial, entre enero y julio de 2022, «se produjo un aumento del 300 % en las reclamaciones por incapacidad a largo plazo entre los pilotos», según los datos de un sindicato de pilotos. No se sabe qué causó el aumento de las cifras, aunque el piloto señala que el calendario sigue de cerca a las ódenes de vacunación que afectaron a los pilotos a finales de 2021.

Una enfermera recibe una vacuna COVID-19 en Orange, California, el 16 de diciembre de 2020. (John Fredricks/The Epoch Times)

Lo que se debería hacer

El Dr. Levy dice que la FAA «tiene la cabeza en la arena» al no exigir pruebas adicionales, sino hasta que un piloto supera la lectura de 300 ms PR.

La Guía para Médicos Examinadores de Aviación de la FAA de 2022 dice que los pilotos deben ser autorizados a volar a niveles inferiores a 300 ms, siempre que el examinador no tenga ninguna preocupación y el paciente no informe de ningún síntoma.

Según el Dr. Levy, se trata de una protección inadecuada para el público. Muchas personas con miocarditis y otros problemas cardíacos pueden no notar ningún problema. Una crisis médica puede golpear a estas personas de forma repentina».

Al Dr. Levy se sorprendió al enterarse de que la FAA no ha exigido de forma rutinaria pruebas de esfuerzo cardíaco para los pilotos, una forma mucho mejor de detectar la salud del corazón, indicando a su vez que los electrocardiogramas ya no son más que un indicador de que no se ha producido un infarto.

En una publicación del 5 de enero, el médico también afirma que un par de análisis de sangre, que detectan unas proteínas llamadas dímero D y troponina, deberían ser herramientas de cribado de uso generalizado.

Mientras que el dímero D busca indicios de coagulación sanguínea, la troponina detecta signos de células cardiacas dañadas.

Levy afirmó que la prueba de la troponina es fundamental, no solo para los pilotos.

«Todo el mundo debería hacerse esta prueba, aunque se encuentre perfectamente», escribió en el artículo del Servicio de Noticias de Medicina Ortomolecular. Así, las pruebas pueden mostrar una línea de base «normal» para una persona o detectar cualquier sospecha de inflamación miocárdica de bajo grado.

El Dr. Levy dijo que él evitaría volar con cualquier piloto que registrara resultados anormales en cualquiera de esas pruebas. Lo mismo ocurriría con un piloto con un intervalo PR de más de 200, que no se sometiera a más pruebas.

«Para los efectos de un vuelo seguro, no importa» lo que pueda estar causando los resultados anormales, dijo Levy. Lo que importa es que el problema se detecte, se investigue y se trate.

Algunas personas han sugerido que una escasez de pilotos, anterior al COVID, podría haber influido en la FAA para realizar el cambio del intervalo PR. La ampliación del intervalo podría dar más margen a los pilotos de más edad para seguir volando.

Sin embargo, el Dr. Levy considera que eso no justifica el cambio del intervalo PR y la ausencia de pruebas adicionales. En su opinión, el público debería estar «atónito e indignado» y debe exigir responsabilidades a la FAA.

«Trabajando completamente a ciegas»

La Dra. Theresa Long, cirujana de vuelo especializada en la salud médica de los pilotos militares, expresó en repetidas ocasiones su preocupación por la seguridad de los pilotos y las vacunas contra COVID. Como denunciante, ella ha estado bajo la protección.

Ahora, haciendo hincapié en que está expresando su opinión personal –no la del ejército de Estados Unidos– Long dijo a The Epoch Times el por qué está desconcertada y preocupada por la nueva directriz de intervalo de PR de la FAA.

Los cardiólogos le han dicho que «sería una negligencia por mi parte ver un intervalo PR de 290 y no hacer nada», dijo la Dra.

Ella no puede entender por qué la FAA elevaría el intervalo PR aceptable a 300.

La Dra. Long señala que, incluso antes del cambio del intervalo de PR, las normas médicas de la FAA para los pilotos eran menos estrictas que las del ejército. También dijo que es atípico que la FAA haga un cambio de este tipo sin citar un estudio o una justificación específica.

La decisión de la FAA de flexibilizar la norma del intervalo de PR parece especialmente extraña, dijo la especialista a continuación, teniendo en cuenta que —según sus conocimientos— ninguna organización médica nacional ha recomendado tal cambio.

Una enfermera comprueba un electrocardiograma en Bagnolet, cerca de París, Francia, el 8 de abril de 2020. (Ludovic Marin/AFP vía Getty Images)

En la aviación, «todo es un riesgo calculado», afirma Long. Antes de COVID, su trabajo como cirujana de vuelo era más claro y menos estresante. La mayoría de los pilotos cuyos historiales médicos revisaba estaban sanos y eran jóvenes.

Para los pocos pilotos con determinadas afecciones, la doctora podía consultar tablas de estudios médicos o cartas de política aeromédica para cada trastorno.

Pero ahora, como COVID es relativamente nuevo y los ensayos clínicos sobre las vacunas contra COVID se hicieron rápidamente, no existe una guía de referencia que ayude a los cirujanos de vuelo a decidir si es seguro poner en la cabina a un piloto vacunado contra COVID.

Por ejemplo, los cirujanos de vuelo como Long no tienen ni idea de qué porcentaje de personas que recibieron las vacunas desarrollaron miocarditis.

«Yo estoy trabajando completamente a ciegas», dijo la Dra. Long. «Así que estoy asumiendo una cantidad desconocida de riesgo. Cada piloto que ponemos ahí vacunado, es completamente desconocido».

Hace más de un año, Long conversó con un cardiólogo cirujano aéreo federal de la FAA. Hablando con ella en condición de anonimato, el médico estuvo de acuerdo en que todos los pilotos vacunados contra COVID deben someterse a exámenes cardíacos y que todas las vacunas contra COVID para los pilotos deben cesar. Long hizo una declaración jurada dando fe de esas afirmaciones en un juicio.

Desde entonces, la FAA ha sido alertada de esas recomendaciones, dijo la Dra. Long. Por lo que ella sabe, la FAA aún no ha respondido. Eso, según dijo, es chocante.

Teorías y hechos

Tom Oltorik, director en Florida de MoveFreelyAmerica.org, dijo que a él también le preocupa la salud de los pilotos tras las infecciones y vacunaciones contra COVID.

Oltorik, que tiene casi 40 años de experiencia como piloto comercial y piloto militar, dijo que «es innegable» que muchas personas, incluidos los pilotos, están experimentando problemas de salud a causa de la proteína spike de COVID.

Él no está dispuesto a opinar sobre la posible motivación de la FAA para cambiar el intervalo de PR, pero desea que la FAA lo explique. «Hasta que la FAA no nos dé una respuesta clara, no haremos más que perseguirnos la cola», declaró Oltorik.

El Dr. Chambers, cirujano de vuelo jubilado, no contiene la respiración. En su opinión, todo lo relacionado con COVID tiene una carga política tan grande que se está impidiendo el libre discurso.

Deberían iniciarse investigaciones sobre lo que está ocurriendo con la salud de los pilotos. Pero «ni siquiera se permite hacer preguntas», afirma.

Él sigue oyendo que cada vez más pilotos, incluso jóvenes, pierden su autorización de vuelo por problemas de salud cardiaca.

Pero cuando Chambers intenta hablar de ese fenómeno con sus colegas cirujanos de vuelo en el ejército, le dicen que les han «ordenado no hablar de ello». Le parece inquietante que ni siquiera puedan hablar del problema de manera confidencial e informal con un viejo amigo y compañero de profesión médica.

«Nos impide hacer nuestras cosas normales como médicos, que es: ‘Vamos a tener una conferencia sobre esto'», dijo el Dr. Chambers. «Pero no podemos. Porque está el ‘elefante en la habitación'».

Luego, desechando ese modismo, el Dr. Chambers revisó su declaración. «En realidad, está el ‘elefante’, y el ‘burro’, en la habitación», dijo, refiriéndose a las mascotas republicanas y demócratas. “Esto se vuelve político”.

Sin embargo, dijo, la política no debería participar en ningún debate sobre la seguridad de la aviación. “Este un entorno sin defectos; no hay lugar para el error”, dijo el médico. «Un piloto con su familia a bordo, ese es un entorno sin defectos… Nosotros no podemos engañarnos».


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