Actualmente se está llevando a cabo una campaña de desinformación extranjera para sembrar el miedo en Estados Unidos sobre el nuevo coronavirus, según un nuevo informe.
Tres funcionarios estadounidenses anónimos dijeron a The Associated Press que empezaron a enfrentarse el 15 de marzo a lo que llamaron «un esfuerzo deliberado de una entidad extranjera» para encender el temor a una cuarentena nacional. Las agencias federales, como el Consejo de Seguridad Nacional, se dirigieron a tales afirmaciones el 15 de marzo, diciendo que eran falsas.
«Los rumores por mensaje de texto de una cuarentena nacional # son FALSOS», declaró el consejo en su cuenta oficial de Twitter el 15 de marzo. «No hay un cierre nacional.@CDCgov ha publicado y seguirá publicando las últimas directrices sobre #COVID19».
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una petición de comentario de The Epoch Times. Los funcionarios de EE. UU. no nombraron a la entidad extranjera que creen que es responsable, según AP.
En una reunión informativa del 16 de marzo del grupo de trabajo sobre el coronavirus, el presidente Donald Trump reconoció que podría haber algunos «grupos extranjeros que están actuando» pero dijo que no importaba ya que no estaba implementando un cierre nacional.
El Departamento de Estado convocó recientemente al embajador de China en Estados Unidos después de que un alto funcionario de Beijing sugiriera que el ejército estadounidense era responsable de introducir el mortal coronavirus en la ciudad china de Wuhan, la zona cero de la pandemia.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo a The Epoch Times en un correo electrónico anterior que han visto «cómo el argumento de Beijing sobre lo que se ha convertido en una pandemia mundial se ha ido alejando del mercado Huanan de Wuhan desde mediados de enero, lo que indica que Beijing está tratando de evitar la responsabilidad del brote».
El portavoz se refería a un mercado de mariscos y animales en el epicentro del coronavirus de Wuhan que los funcionarios chinos citaron inicialmente como la posible fuente del devastador brote.
«Estados Unidos no está interesado en asignar la culpa, pero pide al gobierno chino que ofrezca pleno acceso y transparencia para prevenir más pérdidas de vidas dentro y fuera de la RPC [República Popular China]», escribió el portavoz.
Alyssa Farah, secretaria de prensa del Departamento de Defensa, dijo que el empuje propagandístico de China sobre el origen del virus era una afirmación ridícula.
«Como crisis mundial, el COVID-19 [debería] ser un área de cooperación entre naciones», escribió en una publicación de Twitter el 13 de marzo. «En su lugar, el Partido Comunista de China ha elegido promulgar falsas y absurdas teorías de conspiración sobre el origen de COVID-19 culpando a los miembros del servicio de EE.UU.».
Los estados y los municipios han prohibido las grandes reuniones públicas, han cerrado escuelas, bares y restaurantes, y han aconsejado a las personas que ejerzan el distanciamiento social para frenar la propagación del virus.
El principal experto en enfermedades infecciosas del país, el Dr. Anthony Fauci, dijo el 14 de marzo que los estadounidenses deben tratar de reducir severamente la salida de sus hogares, pero no indicó que el gobierno ordenaría una cuarentena nacional. Se le preguntó específicamente si le gustaría ver un «cierre nacional».
«Creo que los estadounidenses deben estar preparados para que tengan que resguardarse mucho más de lo que lo hacemos nosotros como país», dijo Fauci, miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca para combatir la propagación del coronavirus. Dirige el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud.
Mientras tanto, el 16 de marzo, los funcionarios de seguridad nacional dijeron que se había producido un «incidente cibernético» en las redes informáticas del Departamento de Salud y Servicios Humanos, pero que las redes funcionaban con normalidad. No detallaron el alcance del incidente.
«Los profesionales de seguridad cibernética del HHS y del gobierno federal están continuamente monitoreando y tomando las acciones apropiadas para asegurar nuestras redes federales», según el portavoz del NSC John Ullyot.
Aunque los funcionarios no nombraron una entidad específica responsable de la campaña de desinformación, los funcionarios de inteligencia de EE.UU. han advertido en repetidas ocasiones que Rusia, China, Irán y otros países están comprometidos en los esfuerzos en curso para influir en la política de EE.UU. y los votantes en las elecciones.
Associated Press contribuyó a este informe.
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