El doble campeón olímpico sueco de patinaje de velocidad, Nils van der Poel, donó una de sus medallas de oro al ciudadano sueco de origen chino Gui Minhai, autor y librero que cumple condena en China.
El patinador, que ganó la prueba de 5000 metros en los Juegos Olímpicos de Beijing y luego batió el récord mundial en la carrera de 10,000 metros ganando otro oro, entregó la medalla el 24 de febrero a la hija de Gui, Angela, para crear conciencia sobre la situación de los derechos humanos en China, de acuerdo a una declaración publicada por Amnistía Internacional, con sede en el Reino Unido.
«Quiero que se reduzcan los abusos contra los derechos humanos en China y que se libere a Gui Minhai», dijo el ganador olímpico. «Esto es mucho pedir, pero es lo único razonable que se puede desear».
En febrero de 2020, las autoridades chinas condenaron a 10 años de prisión a Gui, nacido en China pero con nacionalidad sueca, por haber proporcionado presuntamente información de inteligencia al extranjero a través de medios ilegales.
Usando el seudónimo de Ah Hai, Gui fue un prolífico autor de libros críticos sobre poderosas figuras políticas chinas. También era uno de los tres accionistas de Causeway Bay Books, con sede en Hong Kong, que vendía libros sobre temas que el Partido Comunista Chino (PCCh) consideraba sensibles y por lo tanto prohibidos en China.
Entre octubre y diciembre de 2015, cinco empleados clave de la librería desaparecieron uno tras otro en China continental, Tailandia o Hong Kong, entre ellos su propietario, Lam Wing-kee, y Gui. Más tarde, todos ellos resultaron estar bajo el control de las autoridades chinas. El incidente suscitó la atención mundial, lo que aumentó la preocupación de los hongkoneses por la libertad de expresión y de publicación a nivel local.
Además, la detención y condena de Gui provocó tensiones entre China y Suecia.
Van der Poel acusó a Beijing de aprovechar los recientes Juegos Olímpicos de Invierno para encubrir sus problemas de derechos humanos.
«Yo y mis amigos deportistas nos hemos pasado la vida luchando por llegar a lo más alto (…) y el gobierno chino utiliza nuestros sueños como arma política para legitimar su régimen. Esto se convirtió en algo personal para mí y me sentí utilizado», dijo el patinador.
Angela aceptó la medalla en nombre de su padre. «Por supuesto, habría preferido que no fuera necesaria», dijo la hija, «pero me siento muy bien de que la medalla pueda representar la solidaridad para los presos políticos como mi padre y las innumerables víctimas de los abusos de los derechos humanos de Beijing».
El gobierno sueco se sumó a la campaña.
«Hace dos años, China anunció la condena de Gui Minhai, ciudadano sueco y de la Unión Europea, a 10 años de prisión», escribió en Twitter la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Anna Linde, el 25 de febrero. «Seguimos exigiendo acceso consular e insistimos firmemente en que Gui Minhai sea liberado y pueda reunirse con su hija y su familia».
La embajada china en Estocolmo no respondió hasta el momento a una solicitud de comentarios.
Con información de Reuters
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