Canadá presentó quejas oficiales al embajador chino con respecto al informe sobre comisarías chinas no oficiales que operan en Canadá, les dijo a los parlamentarios un alto funcionario del departamento de asuntos exteriores.
Weldon Epp, director general de Asuntos Globales de la Oficina de Asia Pacífico de Canadá, testificó ante el comité de la Cámara Canadá-China el 29 de noviembre y dijo que su departamento ha presentado objeciones formales al embajador de China en respuesta al informe sobre más de 50 comisarias de policía chinas no oficiales alrededor el mundo. Las revelaciones fueron reportadas por primera vez por la ONG de derechos humanos Safeguard Defenders, con sede en España, en un informe de septiembre destinado a investigar la vigilancia policial del sistema de represión transnacional de Beijing.
“Hemos tenido varios compromisos. Hemos llamado al embajador en múltiples ocasiones y le hemos transmitido nuestra profunda preocupación”, dijo.
“El gobierno de Canadá ha insistido formalmente en que el gobierno chino tome en cuenta, incluido el embajador y su embajada, cualquier actividad dentro de Canadá, que no esté incluida en las Convenciones de Viena, rinda cuentas de ellas y se asegure de que cesen”.
La diputada conservadora Raquel Dancho también le preguntó a Epp si Asuntos Globales Canadá revisó las credenciales de los diplomáticos de China para ver si están involucrados con alguna supuesta comisaría en Canadá. Epp dijo que no estaba en libertad de responder esa pregunta, ya que las investigaciones siguen en curso.
En su testimonio anterior ante el comité el 4 de octubre, Epp dijo que, si se demuestra que las acusaciones sobre los puestos de avanzada policiales son ciertas, sus actividades serían “totalmente ilegales, totalmente inapropiadas y estarían sujetas a representaciones y seguimientos diplomáticos muy serios”.
Según la Convención internacional de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, los servicios administrativos en un país extranjero deben ser realizados por embajadas y consulados. Esos tratados internacionales también establecen que los agentes diplomáticos o funcionarios consulares tienen “el deber de no interferir en los asuntos internos” de los países en los que están destinados.
La embajada china en Canadá reconoció la existencia de las comisarías de la policía en respuesta a una consulta de CBC News, pero dijo que las estaciones se utilizan para brindar a los ciudadanos chinos que viven en el extranjero servicios como la renovación de la licencia de conducir y que los centros de servicio son necesarios para realizar exámenes de la vista y de oído.
La embajada dijo que las estaciones cuentan con voluntarios, que “no son policías chinos” y “no están involucrados en ninguna investigación criminal o actividad relevante”.
Safeguard Defenders dijo en su informe que las estaciones de servicio de la policía, apodadas «110 en el extranjero», nombradas así por el número de emergencia de la policía, 110, en China, cumplen un «objetivo más siniestro» al reforzar una campaña oficial china que parece luchar contra el fraude en las telecomunicaciones, pero también se dirige a personas no sospechosas y disidentes que huyen de la persecución religiosa y/o étnica de Beijing.
Las autoridades chinas han promocionado el éxito de la campaña que, según dicen, ha «persuadido» hasta 230,000 ciudadanos chinos para que regresen «voluntariamente» a China para enfrentar procesos penales entre abril de 2021 y julio de 2022, según el informe.
La «persuasión para regresar» es un método clave de las operaciones de «retornos involuntarios» del régimen chino, que incluyen su «“Operation Fox Hunt” (Operación Caza del Zorro) y la campaña «Sky Net» (Red del Cielo), que son parte de la operación global encubierta anticorrupción presentada por el líder chino Xi Jinping, dijo Safeguard Defenders.
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