Blue Origin, de Jeff Bezos, canceló el lanzamiento de su cohete Nuevo Glenn a primera hora del lunes debido a un problema técnico no especificado.
El cohete de 320 pies, llamado así en honor a John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra, debía despegar a la 1:30 a.m. ET desde la Estación Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
Pero el lanzamiento se retrasó varias veces y el último intento, a las 3:15 a.m. fue abortado.
El cohete, que transportaba un prototipo de nave espacial, se dejó en su lugar, pero el combustible fue inmediatamente drenado de los propulsores de metano y oxígeno líquido para evitar un accidente.
Blue Origin, que fue fundada por el propietario de Amazon.com Inc, Bezos, hace 25 años, dijo que el equipo necesitaría más tiempo para resolver el problema.
El domingo por la noche, antes de que se abortara el lanzamiento, Bezos, dijo que si había un problema, «vamos a levantarnos y seguir adelante».
«Estamos parando el intento de lanzamiento de hoy para solucionar un problema en el subsistema del vehículo que nos llevará más allá de nuestra ventana de lanzamiento. Estamos revisando oportunidades para nuestro próximo intento de lanzamiento», posteó Blue Origin en la plataforma de medios sociales X:
Bezos pasó la noche en el Control de Misión, situado en la fábrica de cohetes a las puertas del Centro Espacial Kennedy de la NASA, a 80 kilómetros al este de Orlando.
El plan era que el Nuevo Glenn despegara, aterrizando 10 minutos después del despegue su propulsor reutilizable de la primera etapa en una barcaza en el océano Atlántico, mientras la segunda etapa del cohete continuaría en órbita.
El vuelo de prueba ya se había retrasado debido al fuerte oleaje que ponía en peligro la plataforma flotante en el Atlántico.
El Nuevo Glenn debía transportar un primer prototipo del vehículo Blue Ring de Blue Origin, una nave espacial maniobrable que la empresa espera vender al Pentágono y a clientes comerciales para que puedan dar servicio a satélites en órbita.
Nuevo Glenn tiene 30 pisos de altura, lo que significa que es cinco veces más grande que New Shepard, el cohete con base en Texas que utiliza para llevar pasajeros de pago al borde del espacio.
«Podría pasar cualquier cosa»
Horas antes, el domingo, Bezos declaró que «lo que más nos preocupa es el aterrizaje del propulsor».
«Está claro que en un primer vuelo uno podría tener una anomalía en cualquier fase de la misión, así que podría pasar cualquier cosa».
Sin embargo, él confía en que Nuevo Glenn le permita competir con SpaceX, de Elon Musk, por el lucrativo mercado de los satélites.
El desarrollo de Nuevo Glenn ha llevado décadas y tres CEO de Blue Origin han ido y venido mientras la empresa era superada por SpaceX, cuyo Falcon 9 reutilizable es el cohete más activo del mundo.
A finales de 2023, Bezos nombró CEO a Dave Limp, un veterano ejecutivo de Amazon, en un intento de acelerar el éxito de Nuevo Glenn y acortar distancias con SpaceX.
Nuevo Glenn es más del doble de potente que el cohete Falcon 9 y tiene decenas de contratos de lanzamiento con clientes por valor de miles de millones de dólares.
Durante la noche, antes de que se interrumpiera el lanzamiento, Blue Origin escribió en X: «Queremos dejar claros nuestros objetivos. Este es nuestro primer vuelo y nos hemos preparado rigurosamente para ello. Pero ninguna cantidad de pruebas en tierra o simulaciones de misión es un reemplazo para volar este cohete».
«Nuestro objetivo clave hoy es alcanzar la órbita de forma segura. Todo lo que vaya más allá es la guinda del pastel. Sabemos qué aterrizar el propulsor en nuestro primer intento en alta mar en el Atlántico es ambicioso, pero vamos a por ello. Pase lo que pase, aprenderemos, perfeccionaremos y aplicaremos esos conocimientos a nuestro próximo lanzamiento», añadió la empresa.
El domingo, Bezos declaró que era «muy optimista» sobre el futuro de Blue Origin y dijo que no le preocupaba que Musk tuviera una influencia indebida en la administración entrante del presidente electo Donald Trump, y su agenda espacial.
Con información de The Associated Press y Reuters
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