El caótico flujo de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos en la frontera sur ha dado luz verde a los cárteles para la trata de personas, el tráfico sexual y la creación de rutas para canalizar drogas letales, dice el ex jefe de la Patrulla Fronteriza Rodney Scott.
Desde marzo de 2021, los agentes de la Patrulla Fronteriza han detenido a una media de al menos 5000 inmigrantes ilegales al día en la frontera suroeste, lo que ha «desbordado sus recursos» y ha creado a su vez «enormes lagunas en la seguridad fronteriza», dijo Scott a Cindy Drukier de NTD durante una entrevista en The Nation Speaks el 12 de marzo.
«Los cárteles han descubierto cómo aprovechar [estas brechas], y luego traen los narcóticos … y las personas que se trafican», dijo Scott, añadiendo que los criminales también han sido introducidos en la nación a través de estos canales.
Según los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), el número de encuentros en la frontera suroeste ha pasado de 458,088 en el año fiscal de 2020 a 1.7 millones de encuentros en el año fiscal de 2021.
Los datos de la CBP estadounidense también mostraron que los agentes arrestaron a 178,840 inmigrantes en diciembre de 2021, un aumento de más de 100,000 con respecto al año anterior, lo que llevó el número total de aprehensiones para 2021 a un récord de más de 2 millones.
Scott dijo que las políticas fronterizas bajo la administración de Biden y la reversión de las políticas de inmigración de la era Trump han exacerbado la crisis fronteriza.
«Esta administración lanzó un mensaje global de que no íbamos a deportar a ningún menor, y que íbamos a hacer todo lo posible para no separar a las familias y luego tampoco deportarlas», declaró Scott, y añadió que estas políticas han creado un «mercado para crear familias, ya sea para empujar a las personas a través de la frontera que son menores de edad por sí mismos, o para juntarlos con una familia que no es necesariamente la suya», lo que es en efecto una práctica de «alquiler de niños», llevando el tráfico de personas a un nivel completamente nuevo.
La construcción del muro fronterizo, una operación suspendida por el gobierno de Biden, estaba «haciendo que cada agente de la Patrulla Fronteriza fuera más eficaz en la frontera» al cubrir una «zona más amplia», dijo Scott a Steve Lance durante una entrevista con NTD en enero.
Alma Tucker, ex oficial de investigación de la Unidad de Protección de Menores del Consulado de México en San Diego, dijo a Cindy Drukier de NTD en una entrevista del 12 de marzo que la actual administración ha estado lanzando «malos mensajes» sobre que «ningún niño [tiene que] quedarse atrás» y que las familias estarán «completas», lo que a su vez ha atraído a la gente «a la frontera con México tratando de entrar en Estados Unidos».
Sin embargo, muchos migrantes acaban siendo secuestrados por los cárteles hasta que sus «familias envían el dinero» para que los migrantes «crucen la frontera».
Tucker, que dirige tres hogares de grupo para jóvenes adultos y supervivientes de la trata de personas, puso el ejemplo de una madre y su hijo que fueron víctimas de agresiones sexuales a pesar de que la madre tenía que trabajar todas las noches para pagar a los cárteles para garantizar una entrada segura en Estados Unidos.
«Necesitan trabajo y no tienen [un] permiso para trabajar. Muchos de ellos no quieren solicitar [un] permiso para trabajar en México, porque sienten que, bueno, si conseguimos un asilo en México, entonces [Estados Unidos] no priorizará su entrada en el país», continuó Tucker.
Biden defendió las políticas fronterizas en marzo de 2021 tras ser presionado por los periodistas sobre si las políticas fronterizas están indicando a los migrantes que podrán cruzar la frontera.
En el caso de un niño de 9 años de Honduras cuya madre lo había enviado a Estados Unidos porque creía que las políticas de Biden no permitirían deportar a los menores no acompañados, Biden dijo que nunca le diría a un niño no acompañado que «simplemente vamos a dejar que se muera de hambre y que se quede al otro lado» de la frontera.
«Hay que juzgar si» el niño es deportado o se le permite permanecer en el país. En este caso, Biden dijo que el niño «tiene una madre en casa. Hay una razón abrumadora para ponerlo en un avión y llevarlo de vuelta con su mamá».
También se comprometió a alojar a los menores no acompañados con «camas e instalaciones seguras» mientras las autoridades se ponen en contacto con las familias de los niños.
Biden anunció el 12 de marzo que la administración ponía fin formalmente a la expulsión de niños inmigrantes ilegales mediante el uso de una norma de la época de la pandemia.
La Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), puso fin a la orden de salud pública conocida como Título 42 con respecto a los jóvenes que llegan a la frontera sin un adulto responsable. A esos jóvenes se les conoce como niños no acompañados.
El Título 42, impuesto durante la administración Trump, permitía a las autoridades de inmigración expulsar a los inmigrantes ilegales debido a la preocupación de que representaran una amenaza para la salud en medio de la pandemia de COVID-19.
«En efecto, esto significa que los niños no acompañados que no son ciudadanos no serán expulsados de Estados Unidos bajo la orden de los CDC», declararon los CDC el 12 de marzo.
Con la colaboración de Zachary Stieber y Masooma Haq.
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