MILÁN/DETROIT— El presidente ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, renunció de forma inesperada el domingo, dos meses después de emitir una advertencia de ganancias sobre los resultados del fabricante de los automóviles Jeep, Fiat y Peugeot; la empresa perdió alrededor del 40 por ciento de su valor en lo que va del año.
La compañía dijo que buscaría encontrar un reemplazo para el CEO en el primer semestre de 2025. El director independiente sénior Henri de Castries dijo en un comunicado que en las últimas semanas surgieron diferentes puntos de vista entre los principales accionistas, el directorio y Tavares, lo que resultó en la renuncia del CEO.
Stellantis dijo en un comunicado el domingo que su junta directiva, incluido el presidente John Elkann, aceptó la renuncia del CEO «con efecto inmediato» y que se establecería un nuevo comité ejecutivo interino, presidido por Elkann.
Considerado anteriormente como uno de los ejecutivos más respetados de la industria automotriz, el enfoque de Tavares fue objeto de escrutinio luego que la caída de las ventas en América del Norte llevó al fabricante de automóviles en septiembre a emitir una advertencia de ganancias sobre sus resultados de 2024.
Eso incluía un pronóstico de consumo de efectivo de hasta 10 mil millones de euros (10.6 mil millones de dólares), principalmente debido a las ventas lentas y el aumento de los inventarios en su mercado norteamericano, la fuente de ganancias del grupo.
La advertencia desencadenó una amplia reorganización de la alta gerencia del grupo, incluidos cambios de su director financiero y de su jefe de operaciones en América del Norte, pero inicialmente Tavares quedo exento.
Sin embargo, después de eso, Stellantis dijo que Tavares no estaba buscando un nuevo mandato como CEO y que se retiraría al final de su mandato actual, a principios de 2026. El proceso para seleccionar un nuevo CEO estaba inicialmente previsto que se completara en el último trimestre del próximo año.
Las acciones de Stellantis perdieron alrededor del 40 por ciento de su valor este año, mientras que las acciones de su rival estadounidense Ford Motor bajaron un 7 por ciento este año y las de General Motors subieron un 55 por ciento.
Elkann, descendiente de la familia Agnelli, que fundó Fiat y es el principal accionista de Stellantis a través de su empresa de inversión EXOR, agradeció a Tavares por su papel en la creación de Stellantis, el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo por ventas.
Otros grandes accionistas incluyen a la familia Peugeot y el gobierno francés, a través del banco de inversión público BPIfrance.
«No podría ser peor»
Jeff Laethem, propietario de un concesionario Stellantis en Detroit, dijo que se sintió aliviado por la noticia de la renuncia de Tavares. El último año fue un castigo para él, ya que el inventario se acumuló y las ventas de vehículos que alguna vez fueron confiables cayeron.
«No podría ser peor», dijo Laethem, agregando que su concesionario GM cercano no tuvo que enfrentar los mismos desafíos.
Los concesionarios Stellantis expresaron su descontento de manera más abierta en los últimos meses, enviando una carta a Tavares en septiembre, donde describían sus preocupaciones.
Las ventas de vehículos del fabricante de automóviles durante el tercer trimestre de este año cayeron un 17 por ciento en los Estados Unidos en comparación con el mismo período del año anterior, con pérdidas significativas en las marcas Dodge, Ram, Jeep y Chrysler.
El fabricante de automóviles tuvo dificultades para vender incluso los autos del año modelo 2023, según muestran los datos proporcionados a Reuters por la aplicación de compra de automóviles CoPilot.
Hay 112 días de suministro en los lotes de los concesionarios de camionetas Ram 1500 y Jeep Wagoneers, según muestran los datos de CoPilot, unos 20 días más que sus respectivos rivales, la Chevrolet Silverado y la Ford Expedition.
«Nuevas ideas y nuevas fuerzas»
Una fuente familiarizada con el asunto dijo a Reuters que las tensiones aumentaron luego que la junta directiva sintiera que Tavares se estaba moviendo demasiado rápido y se estaba centrando en soluciones a corto plazo para salvar su reputación, en lugar de trabajar en el mejor interés de la empresa.
El repentino anuncio del domingo indicó que las fisuras entre la junta y Tavares fueron graves, dado que las partes decidieron que era mejor operar sin CEO en el corto plazo, dijeron analistas de Bernstein.
Fabio Caldato, gestor de cartera de AcomeA SGR, que posee acciones de Stellantis, dijo que «se necesitan nuevas ideas y nuevas fuerzas para planificar el futuro de la empresa».
Tavares dirigió Stellantis desde su creación a principios de 2021 a través de la fusión de Fiat Chrysler y el propietario de Peugeot, PSA.
La empresa tiene 14 marcas y Tavares advirtió que las de bajo rendimiento en su cartera corrían el riesgo de ser eliminadas.
Su estilo franco a menudo lo condujo a conflictos con sus homólogos, incluidos los sindicatos estadounidenses y el gobierno italiano, que se quejaron de sus decisiones de reducir la producción de automóviles en Italia.
En Estados Unidos, el sindicato United Auto Workers amenazó con una huelga nacional, alegando que Stellantis no cumplió con los compromisos que asumió en un contrato finalizado el año pasado. Stellantis dijo que sí cumplió con el acuerdo laboral.
«Tavares está dejando atrás un caos de dolorosos despidos y vehículos sobrevalorados que se encuentran en los lotes de los concesionarios», dijo el presidente de UAW, Shawn Fain, en un comunicado.
Por Giulio Piovaccari y Nora Eckert.
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