Las autoridades de Texas están refutando las afirmaciones de la Casa Blanca que culpan a las políticas del gobernador Greg Abbott de la reciente muerte de tres inmigrantes, lo que se suma a la tensa batalla legal entre los estados y el gobierno federal sobre la frontera.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y la Casa Blanca, el 12 de enero una mujer y dos niños murieron ahogados cuando intentaban cruzar el río Grande cerca de la zona de Shelby Park, en Eagle Pass (Texas).
El DHS alega que, tras recibir una llamada de socorro del gobierno mexicano, los soldados de la Guardia Nacional de Texas «impidieron físicamente» a los agentes de la Patrulla Fronteriza entrar en el parque y salvar de morir ahogadas a las tres personas que intentaban cruzar ilegalmente a Estados Unidos fuera de un puerto de entrada.
La ciudad fronteriza del sur ha sido un importante punto de cruce utilizado por inmigrantes ilegales que entran desde México. Desde 2021, la Guardia Nacional de Texas ha mantenido una presencia en la zona, incluidos puntos de seguridad y barreras temporales, como parte de la Operación Estrella Solitaria.
Las secciones del Río Grande con barricadas incluyen Shelby Park y su rampa para botes.
El mismo día de los ahogamientos, las autoridades del estado de Texas anunciaron que habían tomado el control total del parque público en un esfuerzo por disuadir del aumento de los cruces ilegales, que alcanzaron los 12,000 en diciembre, según el representante Tony Gonzales (R-Texas). El Departamento de Justicia ha llevado el asunto a los tribunales, argumentando que bloquear el acceso al parque federal podría poner en peligro vidas humanas e impedir a los agentes hacer su trabajo.
«Las políticas del gobernador de Texas son crueles, peligrosas e inhumanas, y el flagrante desprecio de Texas por la autoridad federal sobre inmigración plantea graves riesgos», dijo el DHS en una declaración a los medios.
Según el DHS, más tarde esa misma noche, las autoridades mexicanas recuperaron tres cadáveres del río. El secretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Angelo Fernandez Hernandez, también hizo una declaración a los medios sobre el incidente, echando la culpa de las tres muertes directamente al gobernador Abbott, y coincidió con la opinión del DHS de que sus políticas son «crueles, peligrosas e inhumanas».
«Mientras seguimos reuniendo datos sobre las circunstancias de estas trágicas muertes, una cosa está clara: las maniobras políticas del gobernador Abbott son crueles, inhumanas y peligrosas. La Patrulla Fronteriza de EE. UU. debe tener acceso a la frontera para hacer cumplir nuestras leyes», dijo.
El gobierno federal y el del estado de Texas se han enfrentado durante años por las políticas fronterizas y, más recientemente, por la jurisdicción.
La aplicación de la ley de inmigración ha sido tradicionalmente competencia del gobierno federal, aunque el gobierno del estado de Texas ha invocado desde entonces su derecho constitucional a tener la «autoridad soberana para proteger sus fronteras porque el presidente se niega a aplicar las leyes federales de inmigración», mientras el estado lucha por hacer frente a un número récord de cruces fronterizos hacia sus territorios sin el apoyo federal a sus políticas fronterizas.
El Departamento de Justicia presentó una demanda contra Texas a principios de este mes, alegando que su nueva ley, el proyecto de ley 4 del Senado, que entró en vigor ese mes, es inconstitucional. La ley permite a los funcionarios estatales detener y solicitar la deportación de inmigrantes ilegales que hayan cruzado la frontera. Texas reconocería a cualquier persona a la que el gobierno federal haya concedido asilo o presencia legal en Estados Unidos, incluidos aquellos bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) entre junio de 2012 y julio de 2021.
Militares de Texas niegan haber interferido en los intentos de rescate
El Departamento Militar de Texas (TMD, por sus siglas en inglés) ha salido en defensa de su personal y ha calificado de «totalmente inexactas» las acusaciones de que impidieron los rescates de los inmigrantes que se ahogaban.
En un comunicado del 13 de enero, el TMD afirma que fueron informados del grupo de inmigrantes en apuros, pero que la unidad enviada a investigar no encontró rastro de ellos. Las autoridades mexicanas ya estaban respondiendo al incidente e indicaron que no se requería ayuda, según el TMD.
«En ningún momento el personal de seguridad de TMD a lo largo del río observó a ningún migrante en apuros, ni TMD devolvió a ningún inmigrante ilegal de EE. UU. durante este período», dice el comunicado.
«Además, en ningún momento se le hizo saber a TMD de ningún cuerpo en el área de Shelby Park, ni se le hizo saber a TMD de ningún cuerpo descubierto en el lado estadounidense de la frontera con respecto a esta situación».
En una actualización del 14 de enero, TMD afirma haber llevado a cabo una «revisión exhaustiva» del incidente y se reafirmó en su afirmación de que los informes de los soldados de la Guardia Nacional que bloquean el acceso a las personas que se ahogan son «inexactos».
Según TMD, cuando los agentes de CPB solicitaron acceso, los ahogamientos ya se habían producido, y las autoridades mexicanas ya estaban recuperando a los tres migrantes fallecidos. TMD dice que también hizo que el personal buscara con luces, gafas de visión nocturna y térmicas para asegurarse de que no hubiera más personas en el río o en peligro.
«La Patrulla Fronteriza solicitó específicamente el acceso al parque para asegurar a dos migrantes adicionales que se presumía que habían viajado con los fallecidos, aunque habían cruzado hasta la rampa para botes”, dijo TMD.
«Dos migrantes fueron aprehendidos por TMD, con uno entregado al Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) y el otro transferido a EMS en respuesta a las condiciones iniciales de hipotermia».
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