Casa Blanca deja posibilidad de que Biden firme y elimine orden militar de vacunación contra COVID-19

Por Zachary Stieber
07 de diciembre de 2022 4:05 PM Actualizado: 07 de diciembre de 2022 4:09 PM

El presidente Joe Biden podría firmar el proyecto de ley de financiación de la defensa que incluye poner fin a la orden militar de vacunación contra COVID-19, señaló la Casa Blanca el 7 de diciembre.

John Kirby, un portavoz de la Casa Blanca, declinó decir si Biden firmaría la legislatura con la inclusión de la eliminación de la orden de vacunación, pero tampoco dijo que Biden la vetaría.

En cambio, dijo que incluir dicha disposición en la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) fue “un error”.

“Asegurarse de que nuestros militares estén listos para defender este país y estén preparados para hacerlo sigue siendo la prioridad del presidente y el requisito de la vacuna contra COVID hace precisamente eso”, dijo Kirby durante una sesión informativa el 7 de diciembre, según los medios de comunicación. “Pero los republicanos en el Congreso obviamente han decidido que prefieren luchar contra la salud y el bienestar de estos militares, en lugar de protegerlos”.

La administración Biden ha mantenido la orden de vacunación a pesar de la reducción de la eficacia de la vacuna y de la circulación de variantes más débiles del virus, para consternación de algunos militares, legisladores y otros involucrados.

Un acuerdo bipartidista sobre la versión inicial de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), presentado el martes por la noche, incluye la obligación de la terminación de la orden de vacunación.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, designado por Biden, quien impuso la orden de vacunación en agosto de 2021, tendría 30 días para rescindir el mandato si el proyecto de ley se aprueba tal como está.

La NDAA es el proyecto de ley anual de financiación militar.

En una declaración conjunta, los senadores Jack Reed (D-R.I.) y Jim Inhofe (R-Okla.), y los represntantes Adam Smith (D-Wash.) y Mike Rogers (R-Ala.), dijeron que estaban «complacidos de anunciar que hemos llegado a un acuerdo bipartidista y bicameral sobre la Ley de Autorización de Defensa Nacional de este año».

El cuarteto, quienes son los principales miembros del Comité de Servicios Armados del Senado y del Comité de Servicios Armados de la Cámara, instaron al Congreso a aprobar rápidamente el proyecto de ley y a Biden a firmarlo.

Biden podría vetar la legislatura después que ambas cámaras la aprueben. El Congreso necesitaría dos tercios de los votos en ambas cámaras para anular un veto del presidente.

«Gran victoria»

Incluir la obligación de terminar la orden de vacunación “es una gran victoria para los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas”, dijo el representante Roger Williams (R-Texas) en una declaración.

Otros republicanos también celebraron la medida.

“¡Los republicanos han obligado a los demócratas a aceptar el texto de la NDAA para derogar la orden de vacunación para los militares! ¡He estado luchando para eliminar este mandato desde el primer día y estoy muy agradecido de que finalmente hayamos cruzado la línea de meta!, dijo el representante Jeff Duncan (R-S.C.).

“El fin de la orden de vacunación para los militares será una gran victoria y está sucediendo porque los conservadores nos mantuvimos firmes en lo que creemos y no retrocedimos”, dijo el senador Mike Braun (R-Ind.).

El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo en el pleno del Senado en Washington que el proyecto de ley “revocará la orden de vacunación militar del presidente, una política a la que esta administración demócrata se ha aferrado obstinadamente, incluso cuando claramente socavó la preparación y perjudicó la retencion».

Austin impuso el mandato con el respaldo de Biden, quien por separado impuso o dirigió ordenes de vacunación a los trabajadores de la salud, las empresas privadas, los trabajadores federales y los contratistas federales. La mayoría de las órdenes han sido anuladas o suspendidas por los tribunales, pero otras aún están vigentes.

Ningún demócrata pareció reaccionar a la inclusión de la disposición del mandato.

Varios republicanos habían prometido no votar por una NDAA sin tal disposición, incluido el senador Rand Paul (R-Ky.) y otros 19 senadores.

Un miembro del ejército estadounidense recibe la vacuna Moderna COVID-19 en el Campamento Foster en Ginowan, Japón, el 28 de abril de 2021. (Carl Court/Getty Images)

Muchos vacunados

La mayoría de los militares cumplieron con la orden de vacunación y el 99 por ciento de los miembros en servicio activo recibieron al menos una dosis de la vacuna.

Kirby dijo a los periodistas que los funcionarios «se consuelan un poco» con los niveles de vacunación, presentando una posible justificación para que Biden no vete la medida.

“Está muy claro que la abrumadora cantidad de nuestros militares está vacunando y protegiendo tanto a sus compañeros de equipo como a sus familias”, dijo Kirby, agregando que no “pasaría por sobre el proceso aquí”.

Austin dijo a los periodistas recientemente que apoyaba mantener el mandato en vigor, diciendo que ha “mantenido a la gente sana”.

El Pentágono no respondió a una solicitud de evidencia para eso.

Austin dijo en un memorando fechado el 24 de agosto de 2021 a altos funcionarios militares que determinó que se necesitaba una orden de vacunación “para proteger la Fuerza y ​​defender al pueblo estadounidense”. Pero las vacunas han brindado poca protección contra infecciones desde que surgió Ómicron a fines de 2021, y la protección que brindan contra las enfermedades graves se ha reducido considerablemente.

No es suficiente

El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), estuvo entre los que dijeron que terminar con la orden de vacunación no era suficiente.

“Si bien aplaudo el final de este oneroso mandato, la administración Biden debe ir más allá”, dijo en una declaración.

McCarthy pidió la reincorporación de cualquier personal militar que haya sido expulsado por negarse a vacunarse.

En conjunto, las fuerzas armadas han dado de baja a más de 8400 miembros por no cumplir con el mandato. Cientos de personas se enfrentan a la expulsión, aunque los tribunales han detenido el despido de muchos que han pedido la exenciones religiosas.


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