Los republicanos pueden ver las transcripciones de los testigos entrevistados por el comité de la Cámara de Representantes que investigó la irrupción en el Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021, pero sólo si los miembros del GOP cumplen ciertas condiciones, dijo la Casa Blanca en una nueva carta.
El representante Barry Loudermilk (R-Ga.), presidente de la Subcomisión de Supervisión de la Comisión de Administración de la Cámara de Representantes, ha estado solicitando las transcripciones mientras dirige la revisión de la investigación por parte del Partido Republicano.
La investigación fue completada por un comité selecto dirigido y dominado por los demócratas durante el último Congreso; los republicanos controlan ahora la cámara baja.
El Sr. Loudermilk recibió transcripciones de cuatro trabajadores de la Casa Blanca, pero «tenían muchas tachaduras» dijo el Sr. Loudermilk al abogado de la Casa Blanca Richard Sauber el 18 de enero en una carta revisada por The Epoch Times. «Esto es inaceptable».
Dado que las transcripciones son propiedad de la Cámara, dijo el Sr. Loudermilk, la Casa Blanca debería proporcionarlas sin tachaduras.
El Sr. Sauber respondió en una carta hecha pública el viernes por Politico, escribiendo que la Casa Blanca permitiría al Sr. Loudermilk y a otros republicanos revisar las transcripciones.
«Pondremos a su disposición las transcripciones sin tachaduras para que las revisen a puerta cerrada, siempre que acepten por escrito atenerse a los compromisos asumidos de forma bipartidista por el comité selecto: mantener el anonimato de los cuatro testigos de acuerdo con las condiciones en las que los testigos aceptaron comparecer ante el comité selecto, y evitar la divulgación de ‘detalles operativos e información privada'», dijo Sauber.
Dijo que las tachaduras en las transcripciones ocultaban información sensible, en línea con un acuerdo entre la Casa Blanca y el panel.
La oficina del Sr. Loudermilk no respondió a la solicitud de comentarios.
Las transcripciones son algunas de las retenidas por el comité selecto, que publicó versiones con tachaduras de la mayoría de las entrevistas que realizó.
Las transcripciones muestran el testimonio de personas que no han sido nombradas públicamente. El Sr. Sauber dijo que son personas que «trabajaron en la Casa Blanca el 6 de enero de 2021, durante la Administración Trump, sirviendo en roles no partidistas, incluso en puestos con responsabilidades de seguridad nacional».
El comité selecto ofreció fragmentos de los testimonios en su informe final, incluido uno de un testigo que describió como «un empleado de la Casa Blanca con responsabilidades de seguridad nacional». Ese testigo dijo a los miembros que, según el subjefe de personal de la Casa Blanca, Anthony Ornato, el presidente Trump estaba actuando de manera iracunda mientras estaba en un vehículo presidencial el 6 de enero.
«El comité selecto no está revelando la identidad de este testigo para proteger[lo] contra el riesgo de represalias», dijo el panel en una nota al pie.
El comité selecto estaba presidido por el congresista demócrata Bennie Thompson e incluía sólo a dos republicanos, los excongresistas Adam Kinzinger (R-Ill.) y Liz Cheney (R-Wyo.). Ambos están fervientemente en contra del expresidente Donald Trump y fueron nombrados por la expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi (D-Calif.).
Los republicanos están llevando a cabo la revisión para sacar a la luz información que el panel dejó fuera de sus presentaciones públicas. Ya se ha descubierto que el panel editó imágenes de seguridad del interior del Capitolio de Estados Unidos.
Registros perdidos
El Sr. Thompson confirmó anteriormente que algunos de los materiales adquiridos por el grupo que dirigía no se enviaron a la Comisión de Administración de la Cámara de Representantes. Se trataba de videos y transcripciones.
«Estos materiales incluyen importante información de inteligencia y de otras fuerzas de seguridad, registros de identificación de testigos y otra información que el Comité Selecto consideró sensible en virtud de acuerdos con la Casa Blanca y el DHS», o el Departamento de Seguridad Nacional, dijo el Sr. Thompson. Dijo que los registros habían sido prestados al DHS y a la Casa Blanca.
El presidente Trump intentó citar los registros, pero fue rechazado por un juez federal.
El Sr. Loudermilk dijo recientemente que debido a la falta de archivos, el Subcomité de Supervisión encargó un análisis forense de los discos duros archivados del comité selecto y extrajo unos 117 archivos que habían sido borrados.
Muchos de los archivos están encriptados o protegidos con contraseña, lo que significa que no se puede acceder a ellos, dijo.
«Con el fin de acceder a estos archivos y asegurarse de que se archivan correctamente, le pido que proporcione una lista de contraseñas de todos los archivos protegidos por contraseña creados por el comité selecto», escribió Loudermilk.
El Sr. Thompson respondió que «no tengo la menor idea de lo que está hablando».
«No puedo ayudarlo en sus intentos de mantener vivas las teorías conspirativas del 6 de enero con las tergiversaciones de su subcomité y las continuas búsquedas a ciegas, todo al servicio de sus intereses políticos y los de Donald Trump».
El Sr. Loudermilk también escribió recientemente a un abogado del DHS, exigiendo transcripciones sin tachaduras que el comité selecto entregó a la agencia.
«Si continúa negándose a devolver estos registros, no tendré más remedio que tomar medidas para obligarlo a devolver estos registros», escribió el Sr. Loudermilk. «Una vez que estos registros, incluidas las transcripciones de los testimonios de los agentes y empleados del Servicio Secreto, hayan sido devueltos en su formato original e inalterado, entonces estoy dispuesto a discutir cualquier tachadura que considere necesaria antes de que estos registros sean divulgados públicamente».
Un portavoz del DHS dijo a The Epoch Times por correo electrónico que la agencia «responde a la correspondencia del Congreso directamente a través de los canales oficiales, y el departamento seguirá respondiendo adecuadamente a la supervisión del Congreso».
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