WASHINGTON—Se reanudaron las conversaciones destinadas a traer a altos funcionarios israelíes a Washington para discutir posibles operaciones militares en Gaza, luego de que el primer ministro Benjamín Netanyahu canceló una visita prevista para esta semana porque estaba enojado por la votación de Estados Unidos sobre una resolución de alto al fuego de la ONU, dijo la Casa Blanca el miércoles.
«Por eso ahora estamos trabajando con ellos para encontrar una fecha conveniente que obviamente encaje para ambas partes», dijo la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre.
Aún no se ha concretado ninguna fecha. Un funcionario estadounidense dijo que el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, formarían parte de la delegación que viajaría a Washington. El funcionario no tenía autorización para hablar públicamente sobre las delicadas conversaciones y habló con The Associated Press bajo condición de anonimato.
Un funcionario israelí dijo que la Casa Blanca se había puesto en contacto con el objetivo de concertar una nueva reunión. El funcionario no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación y habló bajo condición de anonimato. La oficina de Netanyahu dijo que el primer ministro «no autorizó la visita de la delegación a Washington».
El primer ministro canceló el viaje esta semana tras la votación en la ONU para exigir un alto al fuego en Gaza, controlada por Hamás; Estados Unidos se abstuvo en la votación pero no la vetó. Netanyahu acusó a Estados Unidos de «retroceder» respecto a una «posición de principios» al permitir que se aprobara la resolución sin condicionar el alto al fuego a la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
La delegación enviada a Estados Unidos tenía por objeto debatir una prometida invasión terrestre de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que está abarrotada de civiles desplazados. Israel ha rechazado hasta ahora los llamamientos estadounidenses para que suspenda la operación planeada.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ya se encontraba en Washington cuando Netanyahu canceló el viaje de otros funcionarios. Gallant se reunió con el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa Lloyd Austin. La operación en Gaza fue uno de los muchos temas que abordaron.
El miércoles, Netanyahu declaró que su decisión de cancelar la operación pretendía transmitir a Hamás el mensaje de que la presión internacional contra Israel no lo empujará a poner fin a la guerra sin concesiones por parte del grupo militante, un aparente intento de suavizar el enfrentamiento entre los aliados.
En declaraciones al senador republicano por Florida Rick Scott, Netanyahu dijo que la cancelación de la visita «era ante todo un mensaje a Hamás: No apuestes por esta presión, no va a funcionar».
Netanyahu dijo que la abstención de Estados Unidos en la votación de la ONU fue «muy, muy mala» y que «alentó a Hamás a adoptar una línea dura y a creer que la presión internacional impedirá a Israel» lograr sus objetivos en la guerra. Israel quiere destruir las capacidades militares y de poder de Hamás y liberar a los rehenes tomados por el grupo terrorista durante su ataque del 7 de octubre contra Israel.
La abstención estadounidense y la posterior decisión de Netanyahu de cancelar la delegación representaron la disputa pública más fuerte entre los dos aliados desde que comenzó la guerra en Gaza.
Por Colleen Long y Seung Min Kim.
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