Casi 200 trabajadores sanitarios de Minnesota han demandado a sus empleadores en un intento de bloquear la obligatoriedad de la vacuna COVID-19 en sus respectivos centros.
La demanda, presentada en nombre de trabajadores anónimos de varios sistemas hospitalarios de todo el estado, identifica a unas dos docenas de instituciones sanitarias, hospitales y funcionarios federales como demandados. Eso incluye Mayo Clinic, los Servicios de Salud Fairview, los Médicos de la Universidad de Minnesota y el Hospital Regions.
«Los empleadores de los demandantes están imponiendo una carga sustancial a sus empleados para que no practiquen su objeción religiosa a la vacuna COVID-19 o vivan bajo la amenaza de que se les retire la exención religiosa en cualquier momento», dice la demanda (pdf).
Las órdenes de los empleadores están obligando a los trabajadores que tienen objeciones religiosas a la vacuna o que se han recuperado del COVID-19 a vacunarse para que los centros e instituciones sanitarias puedan decir que tienen un mayor número de vacunaciones para obtener más dinero a través de las subvenciones federales, decía la demanda.
Según la demanda, los demandantes alegaron que la especificación de medidas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en algunos casos, «coacciona a los demandantes para que cambien o violen sus creencias religiosas sinceras al exigir a sus empleadores que, para participar con éxito en los subsidios federales, informen al [Departamento de Salud y Servicios Humanos] de las tasas de vacunación de los empleados incluyendo los que tienen objeciones religiosas como algo en común».
A principios de este mes, el presidente Joe Biden anunció nuevas órdenes federales que estipulan que los trabajadores sanitarios que trabajan en centros que reciben financiación de Medicare o Medicaid deben vacunarse. Los centros que no lo hagan se arriesgan a perder su financiación federal.
Gregory Erickson, abogado que representa a los demandantes, declaró al Star Tribune que entre los que se han unido a la demanda no solo hay personas con inquietudes religiosas, sino también mujeres embarazadas y jóvenes sanos.
Los jóvenes y las mujeres embarazadas creen que «es una moneda al aire si están en una situación peor con el COVID o con la vacuna», señaló Erickson.
Si un tribunal no concede una orden judicial pronto, Erickson dijo que las órdenes de vacunación agravarán la ya «crítica escasez de enfermeras en este país en estos momentos».
«Si la gente pensaba que la atención sanitaria se estaba retrasando por el COVID, eso es como una suave lluvia de verano comparado con lo que va a ocurrir cuando se despida a toda esta gente», dijo, quizá refiriéndose a las advertencias de los hospitales de Nueva York que dijeron que ciertos servicios podrían verse reducidos debido a la escasez de personal por la orden estatal que entró en vigor el lunes.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Mayo Clinic, los Servicios de Salud Fairview, los Médicos de la Universidad de Minnesota y el Hospital Regions para pedirles sus comentarios.
«La gran mayoría de los pacientes de COVID hospitalizados en el sistema M Health Fairview no están vacunados», dijo Fairview en un comunicado a principios de este mes. «Apoyamos la orden ejecutiva del presidente, porque la abrumadora evidencia demuestra que las vacunas contra el COVID-19 son muy seguras y reducen drásticamente la posibilidad de propagación de la enfermedad, la hospitalización, la enfermedad grave y la muerte».
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